Autor: Flor Guzmán y Camila Mardones
Presentaron recurso de amparo económico, alegando multas desproporcionadas en dicho proceso, entre otras cosas. Pese a esto, 28 proveedores están participando. Algunos de ellos son indagados por irregularidades.
Comenzó la licitación para el período
2017-2021 del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de la Junta
Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y 30 empresas postularon,
aunque 28 fueron aceptadas y continuarán en concurso. El proceso partió
con varias modificaciones en sus bases, luego de descubrirse una serie
de presuntas irregularidades de la administración anterior que, incluso,
tienen a la institución y a varias empresas bajo la lupa de la fiscalía
por presunto fraude al Fisco, entre otros delitos indagados.
Sin embargo, a sólo días de que se resolviera la nómina de firmas
aceptadas en la licitación, un nuevo conflicto judicial rodea a Junaeb:
las empresas del PAE presentaron un recurso de amparo económico ante la
Corte de Apelaciones de Santiago. ¿Qué significa esta acción judicial?
“El recurso de amparo se interpone cuando alguien ve amenazado algún
tipo de actividad económica. En este caso consideramos que las bases de
la nueva licitación van a generar problemas a los concesionarios.
Queremos que de verdad la autoridad entienda estos problemas”, señaló
Darío Calderón, abogado y presidente de Nutre Chile, organismo que
agrupa a las empresas concesionarias de la alimentación escolar.
Este recurso fue interpuesto por distintas empresas que participan en
el PAE y no exclusivamente por las que están en Nutre Chile, según
explicó Calderón, quien agregó que el recurso se sustenta en tres
razones. La primera de ellas es que la nueva licitación establecería,
según las empresas, “multas abiertamente arbitrarias, desproporcionadas
respecto del hecho infractor. Por lo tanto, conspira contra la ley de
bases generales de la administración del Estado, que señala que las
multas deben ser proporcionales al acto que se inflige”, manifestó
Calderón.
El segundo argumento para este amparo es que los proveedores
denuncian que el sistema biométrico, herramienta que identifica a los
alumnos con su huella digital antes de ingresar al casino, tiene
dificultades de implementación: “Tenemos serias aprensiones de que esto
pudiera funcionar”, dijo el presidente de Nutre Chile. “Hay un
desconocimiento lamentable de la realidad donde se prestan estos
servicios y se afecta un tema muy serio a la protección de datos
personales de menores de edad. Para armar una base de datos a partir del
control debiera ser necesaria la aprobación de los padres. ¿Qué va a
ocurrir si el padre se niega? ¿Se le negará el almuerzo?”, agregó.
En tercer lugar, los proveedores acusan que la licitación les exige
un 5% de compra de frutas, verduras y hortalizas a agricultores locales,
lo que, según ellos, es muy difícil de cumplir. “Genera una
discriminación entre distintas regiones, porque no todas tienen las
mismas condiciones de producción agrícola”, dijo Calderón.
Según Nutre Chile, la Corte de Apelaciones ya declaró el recurso de
amparo económico como admisible, por lo que se abre con esto una nueva
etapa en la que Junaeb deberá presentar sus descargos.
Por su parte, la Junaeb negó que existieran problemas con la
licitación. El director nacional del organismo, Cristóbal Acevedo,
aseguró que “no hemos sido notificados formalmente del recurso”. Además,
defendió el sistema de multas que está establecido en las bases. “Para
nosotros, el concepto central es la transparencia del proceso y
garantizar lo más importante, que es que los niños reciban la
alimentación, por eso se establece el sistema de multas”, dijo Acevedo, y
explicó que “si a un niño no le llega alimentación o resulta
intoxicado, nosotros tenemos que aplicar drásticas sanciones a las
empresas (…). Eso en ningún caso podrá ser una desproporción”.
También señaló que el control biométrico es una medida que
beneficiará a los estudiantes, ya que permitirá certificar
tecnológicamente la cantidad de niños y jóvenes que se alimentan con el
programa, algo que hasta ahora se hacía manualmente por un profesor a
cargo, siendo un proceso más lento. Además, de esta forma, las empresas
podrían ajustar las raciones en base a la asistencia real. “La
certificación biométrica es simplemente verificar que la alimentación
que las empresas dicen que sirvieron sea efectivamente lo que sirvieron,
no tiene ningún otro objetivo. Son sistemas simples de asistencia que
se utilizan en muchas empresas. Acá la novedad es poder utilizar bien
los recursos públicos”, dijo.
Acevedo también manifestó que a través de la verificación de la
asistencia de los alumnos se pueden ir adecuando los menús según la
aceptabilidad. Por ejemplo, analizando por qué con una determinada
comida menos alumnos asisten al casino.
Ejes de la licitación
La nueva licitación entrará en vigencia en marzo de 2017 y cuenta con
un presupuesto de $ 210 mil millones, siendo una de las más grandes a
nivel país. Abarcará a cerca de 560 mil estudiantes de las regiones de
Atacama, O’Higgins, Aysén, Biobío y un tercio de la Metropolitana, ya
que cada año se licita la alimentación de los tercios restantes a nivel
nacional.
Además de la incorporación de nuevas tecnologías con el control
biométrico, las nuevas bases también apuntan a mejorar la transparencia,
la calidad de la alimentación, el control de recursos fiscales y las
condiciones laborales para las manipuladoras de alimentos (ver
recuadros).
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