Me dirijo a ustedes para contarles mi historia. Por el drama que vivimos a diario con el lucro en la educación y además por el grave antecedente de repactaciones unilaterales que se destapó recientemente en La Polar, considero que es muy contingente y digna de investigar. Estos son los antecedentes del caso.
Recién este año terminé de pagar en su totalidad un crédito Corfo al que accedí en el Banco del Desarrollo en 2004. El préstamo Nº 770616000010 otorgado el 9 de agosto de 2004, fue por $ 2.400.000 a 6,5 años plazo, por lo que debía cancelarlo en 78 cuotas. Todo bien hasta la penúltima.
El cobro de las primeras 77 cuotas fue por $ 45.000. Si se hubiera mantenido así hasta el término del pago, habría cancelado un total de $ 3.510.000. Pero al final hubo una sorpresa: la cuota 78 fue de $ 765.807. Con el cobro abusivo, desconsiderado y usurero de esa última cuota, he terminado pagando $ 4.230.808.
Hoy ha quedado registrado el reclamo en el Scotiabank (a quien se traspasó el cobro de este préstamo), con el Nº 52197.
Como los pagos sólo se podían efectuar con cargo automático en la cuenta corriente, al suscribir el préstamo con el Banco del Desarrollo tuve que, OBLIGATORIAMENTE, tomar todos los productos del banco: cuenta corriente, línea de crédito y tarjeta de crédito Visa. Pero nadie del Scotiabank me advirtió de esa última cuota enorme que me cargaron en la cuenta corriente, lo que demuestra el nulo interés del Banco Scotiabank por sus clientes. En estos dos meses que llevo reclamando ni siquiera se han tomado la molestia de hacer un llamado telefónico o escribir un correo electrónico comunicándome los avances de la solución a mi reclamo, que ha sido “0″.
Buscando medios para difundir mi problema, encontré a otra persona que está pasando por lo mismo. Su caso lo pueden revisar en el siguiente link: http://www.reclamos.cl/reclamo/2011/jun/banco_del_desarrollo_cr_dito_corfo#comment-763277
Soy periodista titulada de la Universidad Católica del Norte y el préstamo lo tomé para estudiar mi segunda profesión, después de un extenso período de cesantía post egreso, el mismo que cientos de profesionales de nuestra área experimentamos producto de la saturación del ‘mercado laboral’. Por lo mismo siento que es el momento de investigar qué sucede con estos recursos, los cobros indebidos y la usura desmedida que ha terminado por reventar y dar contra el suelo una y otra vez a quienes ingenuamente seguimos rebuscándonos para sobrevivir en nuestra Dulce Patria.