La Contraloría ordenó realizar un sumario administrativo en la Subsecretaría de Educación, luego de acreditar graves faltas de fiscalización a las rendiciones que hacen los establecimientos que reciben Subvención Escolar Preferencial (SEP), que en algunos casos superan los $ 14 mil millones de pesos. Y una que otra joya: un sostenedor que usó la plata para que su esposa e hijo se capacitaran en la Universidad Católica. Y más: el listado de rendiciones se manejaba en una planilla excel altamente adulterable.
La conclusión de la entidad de control es elocuente: “La Subsecretaria de Educación no cumple a cabalidad con su obligación de revisar las rendiciones de cuentas que efectúan los establecimientos educacionales, con el propósito, de determinar si se han invertido correctamente los fondos entregados y si se ha dado cumplimiento a los objetivos pactados”.
La información consta en el informe 151 que publica The Clinic Online.
De acuerdo al documento, el organismo fiscalizador verificó la “existencia” de 423 establecimientos que no presentaron las rendiciones de cuentas por un monto de $ 14.288.986.000 en el período comprendido entre 2008 a 2010. Es decir, para el caso de la administración de la Presidenta Bachelet, la responsabilidad recae en la entonces ministra del ramo Mónica Jiménez hasta el 11 de marzo de este último año.
Para el caso del gobierno de Piñera, el peso recae no sólo por 2010 sino también por 2011 en Joaquín Lavín y Felipe Bules, aunque este último estuvo pocos meses antes siendo nombrado agente para la demanda de Perú ante La Haya. Las anomalías también alcanzan -en menor medida- a Harald Beyer y Carolina Schmidt.
Respecto de los 423 antes mencionados la autoridad el Mineduc del gobierno pasado respondió que ese total mencionado existen al menos 400 que fueron multados, entre otras medidas. Sin embargo, la entidad de control no aceptó los descargos y mantuvo la observación, ya que la información había sido sacada de la base de datos ministerial que no se condecía con la respuesta.
La SEP es una forma en que el Estado entrega recursos a los colegios municipales y particulares subvencionados, mediante un pago mensual al sostenedor con reconocimiento oficial.
La idea es que dichos recursos permitan mejorar la calidad de la educación chilena desde la parvularia hasta la enseñanza media. Apunta básicamente a las familias del Sistema Chile Solidario que tienen la calidad de “prioritarios”. Junto a ellos los de más bajos ingresos, entre otros tópicos.
La Trinidad
El informe señala que en el período antes mencionado se descubrieron 105 escuelas que rindieron $ 1.240.960.00 “por sobre lo recibido”, de acuerdo a los registros del Mineduc.
Pese a que el ministerio explicó que se trataba de proyectos que se rinden cada cuatro años, la Contraloría estimó que la autoridad no pudo aclarar las razones por las cuales fueron aprobadas dichas situaciones, manteniendo nuevamente la observación.
Otro ejemplo de la falta de fiscalización de los recursos públicos apuntan a 629 colegios de la Región Metropolitana, a los que se transfirieron $ 38.274.396 millones de pesos.
Pues bien, la plataforma para que dichos establecimientos rindieran las lucas, a la fecha de la visita de los fiscalizadores, aún no estaba lista. Sin embargo el Mineduc respondió que a fines de 2012 se inició el proceso de rendiciones y mejoramiento en este sentido, pero la Contraloría nuevamente mantuvo la observación, ya que se encuentran en plena ejecución dichas soluciones.
De esos 629 colegios, a 27 se les transfirieron recursos en 2011 por más de 3.400 millones. Siguen con rendición pendiente. Otros 200 no han declarado pese a que se les entregaron 5.195 millones desde 2009. Para 2010 hay 200 escuelas a las que accedieron a 9.600 millones de pesos que no han declarado.
Un caso particular es el Trinity College. El Mineduc le transfirió 136 millones en 2011, ya que era un colegio “emergente”. Sin embargo no aparecía en la nómina de control. El Mineduc no pudo responder el porqué.
Otro ejemplo lo constituyen 18 establecimientos -sólo una muestra de la Contraloría- que pese a no haber rendido más de 80 millones el Estado siguió entregándole lucas. Otras 77, entre 2008 y 2010 nunca han declarado las platas. Para ambas situaciones, la Contraloría estimó que los argumentos de la autoridad no fueron suficientes para levantar las observaciones.
Selección y querellante
Los fiscalizadores de la entidad de control eligieron al azar 11 colegios y se encontraron con que varios cde ellos usaban las platas del SEP para fines ajenos al “Plan de Mejoramiento Educativo”.
La escuela Nueva las Cumbres de Peñalolén los usó para pagar sueldos (4 millones); Reina Norte usó 2 palos para mantener el arriendo de una cancha, pese a que el lugar donde funciona es gratis ya que le fue entregado “en comodato”. El dueño del Centro Educacional Abelardo Núñez pagó con fondos estatales una capacitación de “Gestión y el Ejercicio de Liderazgo” en la Universidad Católica, nada menos a que su esposa e hijo. La Contraloría no aceptó los argumentos del Mineduc y mantuvo las observaciones.
Se descubrieron otras 10 escuelas que gastaron platas indebidamente en infraestructura e inmobiliario -poco más de 39 millones- sin contar con la autorización para ello. El organismo de control nuevamente no pescó lo argüido por el Mineduc.
Sumado a lo anterior, la Escuela Básica Adventista de la Cisterna rindió más de 160 millones sólo con fotocopias sobre el uso de los recursos en 2008.
Hay que recordar que hace algunas semanas el Consejo de Defensa del Estado presentó una querella criminal en contra de quienes resulten responsables del mal uso de estos recursos, investigación a cargo de la Fiscalía Centro Norte.
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