Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

sábado, 1 de marzo de 2014

Llegó Marzo

vía Arístides Progulakisvía Arístides Progulakis
Debemos partir apropiándonos de la política y de la democracia, tomando decisiones que consistan en no permitir el gatopardismo, sino que al contrario, buscar avanzar en que se co-legisle con los movimientos sociales.


Entre renuncias de autoridades recientemente designadas por la presidenta electa para conformar su futuro gabinete. Entre conflictos de intereses evidentes, giro doloso de cheques, agarrones en el metro y otras peculiaridades de la elite política chilena. Es decir, entre escándalos, explicaciones y cuestionamientos, se nos aparece marzo.
Ahora bien, debido a las revueltas sociales que se inician el 2011 y que tienen como protagonista principal al movimiento estudiantil pero que sin embargo se ensanchan por luchas de diverso signo, nos muestran que el malestar social que recorre las calles ha modificado el escenario de gobernabilidad de los poderosos y la defensa de los intereses de la élite, la Iglesia y el empresariado, poniendo sobre el tapete la agenda social que no solo marcó los debates presidenciales sino que además tensiona el programa del futuro gobierno.
Esto parece indicar que la reducción de la democracia a la mera acción de ir a votar por el ofertón electoral ya no parece suficiente para asegurar la estabilidad y legitimidad de la clase política de la transición, sino que además ya no da el ancho frente a movimientos que buscan ser protagonistas en los cambios sociales y culturales de Chile; claro ejemplo de ello: los legítimos cuestionamientos desde lo social a las designaciones de las subsecretarías y sus correlativas renuncias.
Y así es como se aparece marzo; por un lado con shows mediáticos por parte de la clase política que muestra su desorden y pone en cuestionamiento la supuesta cohesión al acuerdo programático de la Nueva Mayoría y por otro lado movimientos sociales y políticos que ya no entregan cheques en blanco a las autoridades electas.
En este orden de ideas, no puedo dejar de mencionar la preocupación que como MILES tenemos respecto a la designación de Jaime Burrows, nuevo Subsecretario de Salud -militante DC y opositor fundamentalista a la despenalización de aborto- debido a que su  designación rema absolutamente en contra de las promesas electorales referidas a promover políticas públicas destinadas a reforzar la autonomía de las mujeres, entre ellas a despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en caso de peligro de la vida de la madre, violación o inviabilidad del feto, contenidas en el programa de la Nueva Mayoría -que según sus propios personeros recoge las demandas sociales-. Por lo mismo, consideramos que el nuevo Subsecretario de Salud no es interlocutor válido y menos idóneo para promover que se legisle a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, puesto que su permanencia en el cargo solo contribuye a esclarecer un ofertón electoral, al existir una voluntad ficticia, en principio, por parte del futuro oficialismo en querer avanzar en dichas demandas con los movimientos sociales.
Situaciones como esta, nos llaman a no entregar marchas blancas a la futura administración como también a no da lugar a pequeñeces, divisionismos ni agendas paralelas. Por ello, este 22 de marzo convocamos en conjunto con muchas organizaciones a marchar teniendo como punto de partida la lucha por los derechos de todas y todos, porque la unidad de los sectores en una misma movilización contribuye a profundizar la necesaria politización de nuestra sociedad, mostrarle a los poderosos cómo vive la mayoría de Chile y  avanzar desde la autonomía de los movimientos sociales en las reformas que desde la calle hoy constituyen la agenda social; -educación, AVP,  matrimonio igualitario, aborto terapéutico, entre otras-
Dicho esto, a días de que comience marzo y entendiendo que en la actualidad siguen existiendo innumerables desigualdades por las que hay que seguir luchando en su conjunto y no en su particularidad, debemos partir apropiándonos de la política y de la  democracia, tomando decisiones que consistan en no permitir el gatopardismo, sino que al contrario, buscar avanzar en que se co-legisle con los movimientos sociales, desde esas mayorías excluidas por la política imperante y no desde meros pactos electorales sin proyectos políticos, exclusivamente funcionales a intereses mezquinos.

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