Un total 24 universidades y 35
liceos se encuentran movilizados hoy en este país, a 48 horas de una
nueva marcha nacional por una transformación de fondo del sistema
educacional.
El creciente número de establecimientos
en toma, paro o jornadas reflexivas en asambleas, responde al llamado de
los dirigentes por una educación pública, gratuita y de calidad, en la
que no han logrado grandes avances, estiman analistas.
Según el presidente de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Andrés Fielbaum, los
anuncios hechos por el presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21
de mayo no fueron suficientes para mejorar la educación en Chile.
Las palabras de Piñera sólo “reafirman que para ellos la educación es concebida como un negocio y no como un derecho”, apuntó.
En tal sentido sostuvo que el único
camino que les queda a los jóvenes es seguir fortaleciendo su
organización y, para ello, anunció la intensificación de las
movilizaciones.
Fielbaum afirmó que los políticos no
deben olvidar que éste es un año electoral, en alusión a las elecciones
presidenciales y parlamentarias, y que “los estudiantes seguiremos
siendo un actor ineludible a la hora de discutir el proyecto país”.
Sobre la propuesta de reforma
educacional que hizo la candidata presidencial Michelle Bachelet de
ganar las elecciones, dijo que “es muy fácil hacer promesas en un año
electoral”.
En la práctica la Concertación estuvo a
favor del lucro en los años 2010, 2011 y 2012 con el hito más importante
cuando no votaron a favor de un informe que denunciaba el lucro en la
educación, recordó.
Según el llamado de la FECh, “sólo nos
queda fortalecer nuestra organización y desarrollar los mecanismos para
hacernos directamente parte de las soluciones que la educación chilena
necesita y merece”.
“Este 13 de junio salimos a la calle
nuevamente, por nuestros derechos y nuestros sueños, por los de la
mayoría de Chile que exige educación pública, gratuita y de calidad para
todos”, dijo.
Las protestas en esta nación
suramericana comenzaron en 2011, cuando los alumnos empezaron a pedir
cambios al sistema impuesto en 1981, durante la dictadura de Augusto
Pinochet (1973-1990), que redujo el aporte del Estado y abrió la
educación al mercado.
PrensaLatina