¿Y si la CUT no pasa agosto?
El cuadro es desolador: grandes organizaciones sindicales fuera de las elecciones, muchos sindicatos sin reconocerse en la central y un grupo de dirigentes y agentes partidarios que controlan el padrón electoral y por tanto los resultados electorales. En este cuadro muchos optaremos por nuevos rumbos.
En el mes de agosto se
realizan las elecciones de la CUT y se eligen, entre otros cuerpos
directivos, el consejo directivo nacional de la Central, constituido
por 60 dirigentes. Serán ellos los que deberán elegir al nuevo
presidente de la Central.
En la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de la
Salud- Fenpruss, que afilia doce mil trabajadores, se tomó la decisión
–en su asamblea nacional como máximo órgano resolutivo- de marginarse de
este proceso electoral. Lo anterior, fundamentado en un voto político
que comprende congelar el pago de cuotas y revisar la permanencia en la
central en los próximos meses. Dicha medida no sólo se debe a los
problemas de transparencia financiera vividos por la CUT, a la ausencia
de padrones públicos y a su escasa representación sino que,
principalmente, a su nulo posicionamiento en el proceso de cambios
sociales y estructurales en conjunto con los diversos movimientos
sociales emergentes en un Chile que está cambiando. Ni qué hablar de
conducir esos cambios, como ocurrió en la mayor parte de la historia de
Chile.
Fuimos gestores de la denominada Carta de los Siete, junto la
Confusam, Conutt, Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio
(en la que participaban las tres federaciones originales), y CTC. En ese
documento hicimos y mantenemos una dura crítica a la conducción de la
central. La expusimos públicamente y participamos de las instancias
internas donde se dio la discusión en los consejos directivos y en el
congreso de la CUT. La crítica también se hizo en el ámbito interno, lo
que fue rechazado por una mayoría construida de facto por la actual
directiva de la CUT.
Tomamos la decisión de marginarnos de las elecciones de la central,
no sólo como una señal ante el nulo cambio en la conducta política de
sus dirigentes, sino como una alerta a nuestros compañeros/as de otras
organizaciones sindicales que han manifestado también profundas
discrepancias con el actual estado de cosas en la CUT.
Nos acercamos a un nuevo proceso electoral, en el cual uno de los
partidos con una tradicional presencia en el mundo sindical, como es el
Partido Comunista, debate internamente entre el grupo liderado por
Guillermo Salinas, actual subsecretario general de la CUT (cargo que por
lo demás no está en los estatutos de la central), y quienes optan por
un cambio drástico con Cristian Cuevas a la cabeza. Las noticias
del fin de semana indican que se mantiene la situación de status quo
en el PC y se efectúa un arreglo cosmético en que se da la sensación de
cambio sin alterar a los protagonistas. Es decir, se avanza por
un lado con una dirigenta, que sería nueva en la disputa, encabezando
la lista y, con sus dos candidatos más fuertes Cuevas y Gajardo como
segundo y tercero respectivamente, más la presencia de uno de los
dirigentes más criticados por las organizaciones sindicales disidentes y
al interior del propio partido Comunista, el Sr. Guillermo Salinas,
entre los 40 candidatos que lleva el PC. Debe recordarse que cuando se
habla del duopolio Martínez-Salinas se quiere significar una forma de
hacer sindicalismo que tiene doble responsabilidad.
Por el lado del otro actor relevante en la CUT, el Partido Socialista
(con una alta tasa de militantes dirigentes/as sindicales), las
noticias que llegan son poco alentadoras respecto de su propia
discusión. Se intentó reactivar la comisión sindical como un medio de
autonomizarse del martinismo pero ello fue visto por la actual
conducción de la CUT como una maniobra para levantar una lista distinta a
la que encabezará el actual Presidente de la CUT. A nivel de rumor
subsiste que algunos dirigentes socialistas levantarían otra lista, sin
Martínez.
Paralelo a ello se han producido una serie de situaciones que al
menos hacen dudar de lo transparente del proceso electoral. Es
inexplicable que, por un lado, se pida que todas las Federaciones y
Confederaciones estén al día en sus cuotas, y por el otro, se acepte que
las organizaciones bases de estas organizaciones ingresen sólo con el
pago de las cuotas correspondientes a los tres meses previos a las
elecciones. Al aceptar dichas nuevas incorporaciones no sólo aumentan
las dudas acerca del proceso ¿dobles cotizaciones, dobles contabilidades
de afiliados? sino que generan climas de guerrillas internos en las
respetivas organizaciones. Se están sembrando vientos y se cosecharán
tempestades.
Por otra parte, se ha solicitado formalmente el padrón electoral de
la CUT, vía Dirección del Trabajo (con la Ley de Transparencia).
Lamentablemente aún no está disponible pero entendemos que quienes lo
solicitaron están dispuestos a ir a la Justicia y a los Tribunales si es
necesario. La pregunta que nos hacemos es ¿por qué insistir en
continuar con estas elecciones del Consejo Directivo Nacional de la CUT,
sin enfrentar los problemas existentes? Problemas que, resueltos,
pueden dar origen a una central protagonista de los cambios sociales que
el país necesita. La única respuesta posible es que los llamados
“partidos obreros” están prisioneros de sus propios errores históricos.
A estas alturas del camino, no sabemos si la actual directiva de la
CUT pasa o no agosto, con las elecciones de por medio. Para muchos el
dictamen del tribunal electoral de la ANEF, marca un antes y un después
en el escenario sindical. Sería un desastroso panorama para el
movimiento sindical presentar impugnaciones al proceso electoral de la
central y que, de conformidad a lo que esté ocurriendo, se invalide esta
elección.
El cuadro es desolador, grandes organizaciones sindicales fuera de
las elecciones, muchos sindicatos sin reconocerse en la central y un
grupo de dirigentes y agentes partidarios que controlan el padrón
electoral y por tanto los resultados electorales. En este cuadro muchos
optaremos por nuevos rumbos. Eso lo que está en juego hoy y que al
parecer no se entiende.
* Claudio González Jara, dirigente Nacional Fenpruss. Consejero Nacional CUT 2008-2012