Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

viernes, 28 de enero de 2011

“CALIDAD DE EDUCACIÓN”


Reflexionemos un poco sobre el asunto. ¿Cómo definimos este concepto? ¿Será obtener mayor puntaje en el SIMCE? ¿Sacar más puntos en la PSU? ¿Basta que los estudiantes saquen permanentemente notas 6 o 7, en cada materia? ¿Reprobar a más profesores en la famosa “evaluación Docente”? ¿Que los niños lean a la velocidad de la Luz? ¿Lograr obtener un aumento en los puntajes de las pruebas internacionales? ¿Conseguir que los estudiantes se queden quietos y en silencio durante toda la clase? ¿Qué no existan problemas de aprendizaje? ¿Enseñar más y más matemáticas y lenguaje? ¿Qué sea más fácil despedir a los profesores? ¿Quitar los colegios a las Municipalidades? ¿Dar más y más, y más dinero a la educación? ¿Pagar mejor a los Profesores? ¿Escoger a los administradores educacionales mediante concurso público? ¿Concentrarnos en la Gestión? ¿Modificar una y otra vez las leyes, como obedeciendo a una obsesión compulsiva? ¿Dando los estudios docentes gratuitos? Si la condición es estar muy mal, gran parte de la salud en Chile se encuentra como el ajo podrido. También podrían ofrecer Medicina gratis. Pero, ¿qué es realmente “Calidad de Educación”? ¿Cómo definimos la base fundamental que permita sobreedificar un “Edificio Seguro”? Algo contra los grandes terremotos y toda clase de desastres que las naciones deben enfrentar a lo largo de sus existencias.
            Nadie parece atreverse a dar el primer golpe, los pasos iniciales, comenzar el juego. Es como si para muchos las cosas estuvieran claras, pero el solo hecho de querer avanzar implica arriesgar todo lo que se posee. Una y otra vez se proponen soluciones, correcciones, mejorales, parches y más parches. Bomberos corriendo desaforados a apagar incendios. ¿Qué pasa con los chilenos, que en lugar de sentarse a comer una buena comida, tranquilos, con tiempo, como corresponde, solo salen a “picar”, aquí y allá, atiborrándose únicamente de dulces, mientras corren sin sentido, ni propósito alguno? ¿No es eso lo que han hecho con la educación hasta hoy? Un poco aquí, unas migajas por allá, y listo. Se parchó el agujero. Jamás a sentarnos todos juntos, para crear algo realmente bueno. Apenas nos miramos las caras nacen solo sospechas, mala actitud, manipulación, buscar “ganar” a toda costa, imposiciones brutales, tratando de que solo los intereses particulares sean servidos. De esa manera, ¿cómo se podría definir lo que sea, con verdadero éxito? Y si algo no es aclarado de un modo concreto y preciso, ¿qué se podría buscar, o encontrar? ¿Tras de qué se podría ir? Si no determinamos claramente qué es lo que deseamos alcanzar, de llegar a lograrlo, ¿cómo lo sabríamos? ¿Acaso nos enteraríamos por instinto de que dimos en el blanco?

¿Se comprende? Primero necesitamos saber hacia dónde vamos. ¿Por qué no trabajar dilucidando aquello? ¿O es que el famoso refrán “a río revuelto, ganancia de pescadores”, se ha hecho carne en Chile, más allá de lo imaginable? Mantener todo bajo una profunda confusión es lo contrario a definir, precisar, ordenar, poner límites claros y cabales. Quien regala el pescado, al principio parece generoso, amable, y que busca nuestro bien. Pero a poco andar, comenzamos a entender que con esa actitud solo busca hacernos dependientes de él. Y que a la larga, nos terminará dando o permitiendo únicamente lo que a él le dé la gana. Los ideólogos Fascistas y Comunistas son expertos en este arte.
Pero otra cosa es quien se dedica a enseñarnos a pescar. Algo muchísimo más difícil, que requiere duro trabajo, constancia y disciplina. También gran generosidad, propósito y la intención de que “aprendamos” a obtener nuestro propio alimento, a nuestra manera, cuando queramos, y en la cantidad que deseemos. Eso es ayudarnos a ser libres.

Cuando algo realmente es “Definido”, nos es posible usar todas nuestras fuerzas para obtenerlo, sin desviarnos, ni equivocarnos. Las probabilidades de que lo encontremos, así como de que gastemos lo necesario, y debido,  mejoran ostensiblemente. Somos libres para decidir si lo queremos o no. Si nos satisface o no. Si vale la pena pagar el precio. Y por sobre todas las cosas, nos damos perfecta cuenta (al ser diligentes) si aquello que nos están ofreciendo, o supuestamente dando, encaja en la definición establecida, o si solo es algo con mera imagen Que parece ser, sin serlo. Una estafa, hermosamente arreglada y adornada, pero estafa al fin.
Definir con precisión nos posibilita el saber la verdad. Y saber la verdad, nos abre la puerta para ser libres. Entonces, ¿qué es “Educación de Calidad”? O mejor aún, ¿Cómo se “define” con exactitud “Educación de Alta Calidad”?

Entre tanto no sea efectuado el trabajo, se podrá recibir “lodo”, recubierto de helado y chocolate, sin que podamos hacer ningún comentario al respecto, pues no existirá nada contra qué comparar seriamente. No importando si a algunos se les da barro bien sazonado y revestido, en tanto que a otros solo con un simple vaso de agua, el hecho que no cambiará es que el ingrediente principal, siempre será barro. 

CCC
PSICOPEDAGOGO

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