Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

jueves, 15 de enero de 2009

SENADOR ZALDÍVAR APOYANDO AL PROFESORADO.

El señor PROKURICA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.El señor ZALDÍVAR, don Adolfo.- Señor Presidente, dadas la trascendencia e importancia de esta materia, al final de este vía crucis vivido por los profesores, realmente como sociedad no podemos sino que darles una respuesta, ser lo más constructivo posible y no caer en palabras que prácticamente no tienen sentido.A mi juicio, la intervención del Honorable señor Larraín -la primera habida hoy en el Senado- constituye una relación objetiva, seria, ponderada, y es la verdad. Cualquier otra palabra, en un sentido o en otro, agrega muy poco.Aquí se trata de un hecho cierto e indesmentible -nadie puede, a estas alturas, pretender alterarlo-: existe una deuda impaga, una grave falta para la sociedad chilena y no solo para el Estado. Y creemos que debe encontrarse una solución, dentro de lo posible, sin duda, de una vez por todas.Por otro lado, señor Presidente, prácticamente carece de sentido decir cuándo se originó esa deuda con los profesores. Todos lo sabemos. Pero aun cuando haya unanimidad en cuanto al origen y en quien tuvo la culpa, eso no arregla nada. Tampoco lo resuelve señalar que los Gobiernos de la Concertación, durante todo su período, no enfrentaron la situación.Hoy día, lo único importante es que este asunto ha quedado trabado en una instancia en la que, si el Gobierno, o los Gobiernos, no lo asumen en forma responsable, no solo será una vergüenza para quienes eludan el compromiso, sino que el precedente va a ser funesto para la sociedad chilena, y nada menos que en perjuicio de todos los profesores de nuestra patria.Por eso, señor Presidente, quiero señalar, con toda responsabilidad, que en esta Sala ocurrió una situación de enorme importancia con ocasión del estudio de la Ley de Presupuestos para el presente año. En efecto, por primera vez una autoridad de Gobierno, nada menos que el señor Ministro Secretario General de la Presidencia, reconoció mediante palabras precisas y claras la existencia de esta deuda histórica con los profesores y que se debe buscar una fórmula, dentro de lo que sea económicamente razonable, tendiente a resolver ese gravísimo problema. Ahora bien, en esa oportunidad también intervino en esta Sala el señor Ministro de Hacienda, quien dijo que ello era un problema judicial. En este momento, aprovechando que él está presente, le pido que ratifique o rectifique lo anterior.Es decir, por una parte, el señor Ministro Secretario General de la Presidencia reconoce la existencia de la deuda y que hay que buscarle una solución, y por otra, el señor Ministro de Hacienda sostiene que se trata de un problema judicial.Quiero decirle aquí al señor Ministro, cara a cara y ante el país, que esa es una falacia, porque -y él lo sabe mejor que nadie- los hechos relatados por el Honorable señor Larraín y por varios señores Senadores demuestran que aun cuando algunos profesores tuvieron éxito en sus demandas y acciones judiciales, no se dio cumplimiento a esas resoluciones, dado que los Gobiernos -no voy a decir cuál, pues no tiene importancia- no entregaron los fondos para ello. Y si no hay recursos para ese propósito, la solución judicial no existe .
En consecuencia, creo que el señor Ministro de Hacienda debe decir claramente si el Gobierno se abre o no a la solución en los términos expresados por el señor Ministro Secretario General de la Presidencia.
Todo el resto carece de sentido.Al respecto, somos conscientes de que cualquier solución no cubrirá por completo la deuda; los mismos profesores lo tienen así de claro. Y será necesario expresar una voluntad política en tal sentido.
Señor Presidente, por respeto a las instituciones; por respeto al Senado y al Parlamento en general; por respeto al Gobierno, pero, sobre todo, porque clama a Dios una salida al problema, aquí debe darse una respuesta clara y precisa. En definitiva, se trata de dar una respuesta y de manifestar una voluntad. Cualquier cosa en otra dirección constituirá una vergüenza para todos nosotros por no haber encontrado la forma de otorgar una solución a gente honesta que ha entregado su vida a educar y que merece todo el respeto de la sociedad chilena, el que en los hechos no se ha expresado. He dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario