Según
los datos entregados por el Censo de 2017, la comuna de Colina posee
146.207 habitantes, cifra que se duplicó desde el catastro de 2002. La
cantidad de campamentos en esta comuna ha crecido exponencialmente, tal como lo ha evidenciado INTERFERENCIA. Los colegios de la comuna son el reflejo de la realidad social de este sector de la Región Metropolitana.
“De
marzo a junio no hubo clases para los niños en mi colegio, solo nos
dedicamos a contactar a las familias, encuestarlas y saber en qué
condiciones se encontraban. La mayoría de los apoderados estaba sin
trabajo, lo que complejizó mucho la situación. Por otra parte, de los 40
alumnos de mi curso, solo el 50% tiene computador, por lo que cualquier
estrategia online no funcionaría”, relata una profesora de Colina que
prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias de
parte de la Corporación de Educación que hoy es el sostenedor de este
establecimiento.
El ministro de Educación Raúl Figueroa,
advirtió que “los esfuerzos del Ministerio han estado enfocados en
mitigar al máximo los efectos negativos que tiene la suspensión
prolongada de clases presenciales, entregando apoyos y recursos
educativos a las comunidades para reforzar las clases a distancia. Sin
embargo, y a pesar de esos esfuerzos, este año hemos podido constatar
con mayor claridad que las clases presenciales son irremplazables y
aunque sabemos que el próximo año también será desafiante y nuevamente
pondrá a prueba el liderazgo y el trabajo de las comunidades escolares,
debemos planificar con tiempo para poder recibir a nuestros estudiantes
el 1° de marzo”.
Sin embargo, el plan actual para volver a clases
no mitiga los problemas creados por la pandemia, pues plantea soluciones
semi-presenciales, lo que implica que los recursos online deben seguir
funcionando.
Según la profesora de Colina, el plan que les
informaron antes de salir de vacaciones incluye que la mitad de curso
asistirá de forma presencial, mientras que la otra estará oyendo la
clase vía web, así se irá rotando durante la semana. “A mí me parece
imposible esta estrategia con las condiciones que tenemos, buena parte
de nuestros apoderados no fue capaz de conectarse ni siquiera una vez a
la semana y esto sería un despropósito para todos los que no tiene las
condiciones mínimas”.
Tanto la conectividad con que contaban los
estudiantes, así como el nivel educacional de los padres, fueron las
barreras que debieron sortear los profesores en sus diseños
metodológicos. Nada de eso ha cambiado como para enfrentar 2021.
Así
lo detalló una fonoaudióloga del programa de integración de esta misma
comuna, quien al igual que la educadora, teme dar su nombre por temor a
ser perseguida por sus declaraciones. “En mi trabajo no conté con
ninguna herramienta de apoyo por parte de la corporación. Por el
contrario, debí invertir en un nuevo computador y aprender a grabar
videos con mi hermano que es cineasta, de lo contrario, no podría haber
atendido de buena forma a los niños”, dice.
El trabajo de la
fonoaudióloga es, en palabras simples, enseñar a hablar a los niños de
pre kinder, kinder y primero básico que tienen problemas. Según relató
la profesional, el principal desafío fue darse a entender con los
padres. “En principio les enviaba las instrucciones de forma escrita a
los apoderados, pero no tenía respuesta, era como hablar sola en muchos
momentos. Hasta que me di cuenta que el problema era que no entendían lo
que les estaba pidiendo”.
“Así fue como empecé a grabar videos
con los que podía llevar adelante el taller que realizo en los cursos y
las terapias que imparto a un grupo de estudiantes con mayores problemas
de habla. El problema que surgió fue que para enviarles la información
no bastaba con hacer el video, sino que debía poder enviarlo por
whatsapp, ya que de lo contrario los padres no podían descargarlo de
otra plataforma, porque esto significaba que se les terminaban los datos
móviles con que contaban y cualquier otra comunicación se hacía
imposible”, describe la fonoaudióloga.
Con la
semi-presencialidad, la solución sería solo a medias, a menos que haya
algún protocolo que implique que haya escolares que tengan un régimen
especial, totalmente presencial.
Esta profesional no recibió
ningún bono de incentivo, ya que en la comuna de Colina solo reciben
estos bonos los profesores, mientras que los fonoaudiólogos, educadores
diferenciales, psicólogos, terapeutas ocupacionales y psicopedagogos, el
equipo de integración educativa PIE, son considerados externos a la
labor docente. "Incluso nosotros, como terapeutas, no teníamos acceso a
la plataforma Zoom con que los profesores hicieron sus clases”, explica
la terapeuta.
En Colina son cerca de 110 los profesionales que se
encuentran en esta misma situación y en la escuela de nuestra
entrevistada son once los profesionales que debieron ocupar sus propios
recursos en elaborar estrategias que permitieran conectarse con los
niños con algún déficit en el desarrollo del habla, psicológico,
emocional, afectivo, entre otros. Respecto de 2021, tampoco se observan
mejoras.
En esta comuna, por colegio, existe una dupla psicosocial
que está encargada de comprender la realidad en la que se encuentran
los estudiantes y sus familias. “Nosotros no pudimos hacer terreno, lo
que es fundamental para un trabajador social. Recién desde junio hasta
fin de año pudimos estar en contacto directo con las familias, para esto
yo me tuve que proporcionar los implementos de seguridad sanitaria, ya
que la corporación lo único que me entregó fue una mascarilla y un par
de guantes para todos esos meses de trabajo”, relata una trabajadora
social que atiende dos escuelas de la comuna.
“Algo que me costó
explicar a los directivos es que los padres preferían comprar un kilo de
pan que una tarjeta para recargar su celular para conectarse a la
clase”. Según relata la trabajadora social, al darse cuenta que el
estado no entregaría ninguna solución, comenzaron a buscar apoyo
filantrópico en otros colegios que se dispusieron a apadrinar a los
niños con más carencias, pero todo dependía de la caridad de quienes
tiene más dinero en la comuna, en razón de la ausencia del Estado y la
corporación”.
“Además de todas las dificultades para reconocer
las particularidades de las familias que conforman nuestro sistema
educativo comunal, los trabajadores sociales levantamos cada uno sus
datos y en un momento del semestre nos llamaron a una capacitación sobre
estrategias para enfrentar la pandemia. Yo estaba emocionada con la
idea, porque obtendría una directriz para seguir trabajando, pero
resultó ser, como la mayoría de nuestras capacitaciones, una OTEC sin
ningún prestigio que puso a un facilitador a preguntarnos qué hacíamos
nosotros y qué protocolos teníamos para reconocer a las familias de
nuestra comuna. De esta forma y con ese insumo que nosotros construimos,
esta empresa entregó de regreso un protocolo que solo maquilló nuestros
aportes. Una vergüenza y una decepción para todos los que buscábamos
una guía para este proceso”, cuenta la trabajadora social.
A todo
lo anterior, las comunidades escolares deberán sumar las dificultades
propias de abrir los establecimientos, implementando protocolos y normas
sanitarias nuevas, que harán más difícil la gestión.
Colegio de Profesores
El
Colegio de Profesores ha advertido en diferentes momentos del año que
las condiciones en las que el magisterio está funcionando en los
diferentes establecimientos educacionales no son las más optimas, así
como también se han opuesto constantemente al regreso presencial de los
profesores a las clases.
El presidente del Colegio de Profesores,
Carlos Díaz, advierte que “la pandemia vino a demostrar la desigualdad
que existe en Chile, donde los estudiantes y sus familias no tienen la
posibilidad de acceder a los elementos esenciales como la conexión a
internet y computador y eso va en desmedro de los niños que están
estudiando”.
Asimismo, el representante de los profesores dijo que
aunque “hemos pedido los indicadores del 2020 al Mineduc, pero no nos
los han entregado, sin embargo, las conversaciones que hemos tenido con
los colegas, cerca del 50% de los niños no tuvo cobertura y fueron los
profesores los que en esos casos llegaron de diferentes formas para
suplir sus carencias”.
“Creemos que como están las cifras de
contagio de Covid-19, vamos en una situación similar al año anterior.
Aquí deben generarse las condiciones para que el Ministerio provea los
recursos y garantice que la conectividad esté al alcance de los
estudiantes, cuestión que hoy no ocurre. No se trata solo de impulsar un
regreso a clases, sino que propiciar las condiciones de conectividad
para que puedan desarrollarse estas condiciones telemáticas”, finalizó
el presidente del colegio de profesores.
Exclusión online
Según
un informe solicitado por un asesor educacional del Colegio de
Profesores vía Ley de Trasparencia, en los meses de agosto, septiembre y
octubre los sostenedores que respondieron a la Herramienta de Información de Contactos,
en la que el Mineduc registra el tipo de contacto que se sostuvo con
los estudiantes, contabilizan contactos con solo 800 mil niños, en un
universo de 5 millones que hay en Chile.
Si bien esto no quiere
decir que 4,2 millones de niños hayan quedado sin contactarse con sus
sostenedores, pues es posible que muchos de ellos no hayan respondido la
encuesta, la cifra revela las dificultades de trabajar online.
INTERFERENCIA
tuvo acceso a este informe, solicitado por Álvaro Mardones, del Colegio
de Profesores quien pidió se le informara y particularizara por comuna
los resultados. Dicha herramienta es un registro en el que los
sostenedores debían ingresar el tipo de contacto que habían establecido
con los niños, ya sea este vía whatsapo, zoom, llamada telefónica, entre
otras vías ante la ausencia de clases presenciales.
El informe
muestra que en agosto el contacto fue con 687 mil estudiantes, mientras
que en septiembre esto creció a 813 mil y para octubre se mantuvo en 806
mil.
Un antecedente importante a la hora de pensar en modelos
semi-presenciales, los que de todos modos requieren infraestructura
digital y otros recursos de acceso.
Algo que no es sencillo en el
sector público, el que concentra cerca del 88% de los alumnos del país y
según datos entregados por la OCDE, cerca del 12,5% de la población
chilena no cuenta con conexión a internet.
Otros datos a tener en cuenta
El
Ministerio de Educación, con el fin de conocer las estrategias
utilizadas por los colegios, encuestó a 8 mil establecimientos a nivel
nacional sobre cómo se ha producido la entrega de material, modelos de
clases virtuales y cómo se monitorea el aprendizaje.
Así, el 99%
de los establecimientos aseguró estar entregando material pedagógico a
sus alumnos. El 71% declaró entregar material físico propio del
establecimiento, el 54% utilizar el material de la plataforma Aprendo en
Línea y el 38% una plataforma online propia.
Mientras que la
encuesta #estamosconectados realizada por IPSOS y Educación2020
realizada a 5.660 actores de 937 establecimientos educativos, arrojó
que: El 42% de los estudiantes piensa que no ha aprendido nada o casi
nada durante el último tiempo; mientras que un 64% piensa que en este
período ha aprendido menos que antes.
Según la medición, para los
equipos directivos, las preocupaciones más preponderantes frente al
retorno son el resguardo del distanciamiento social (55%) y evitar que
el virus se propague en las comunidades educativas (53%). Sin embargo,
el aprendizaje queda en segundo plano.
Aun cuando un 76% de los
equipos directivos reporta estar pudiendo implementar soluciones, total o
casi totalmente digitales para la educación a distancia. Para los
establecimientos municipales este dato desciende a un 66%, y en los
particulares subvencionados asciende a un 86%.
Por su parte el
Mineduc, a través de sus sondeos, recabó sobre la modalidad de clase
virtual, que el 32% aseguró ocupar este método. Entre ellos, destacan
clases grabadas disponibles en plataforma propia del establecimiento,
Zoom, YouTube y Google Meet. Y en cuanto a cómo están siguiendo el
aprendizaje de los escolares, el 80% de los establecimientos declaró que
mantiene algún sistema de monitoreo, como el correo electrónico (59%),
llamada telefónica (51%) y a través de plataformas (20%).