Como sucede con designaciones al Servel, el Tribunal Constitucional o el CNTV
por Claudia Urquieta Ch. 3 febrero 2017
Un premio a la
lealtad. Así fue interpretado al interior de La Moneda el aterrizaje de
la ex ministra de Justicia, Javiera Blanco, como nuevo miembro del
Consejo de Defensa del Estado (CDE). Un cargo asociado a suculentos
beneficios, con un sueldo que supera los 7 millones de pesos, sin
dedicación exclusiva y que es prácticamente inamovible, ya que se
extiende hasta los 75 años y la única forma de ser removido es con el
acuerdo del Senado.
Un cargo dorado que ha ido convirtiéndose en una suerte de premio
político, lo que se ve refrendado por la polémica llegada de Blanco, que
mantiene una relación de estrecha cercanía con la Mandataria, conocida
por ser parte del bacheletismo duro y pieza clave, como ministra de
Justicia, para mantener un nexo entre Palacio y el Ministerio Público en
los casos de platas de financiamiento ilegal de la política.
La abogada ha sido foco de airadas críticas justamente por esta
cercanía política con la Mandataria, pero también por lo cuestionada que
salió del cargo de ministra y por las inhabilitaciones que deberá
enfrentar en casos como el de la investigación por las jubilaciones en
Gendarmería.
Pero Blanco solo es la guinda de la torta. Lo cierto es que, desde
hace años y paulatinamente, el cargo de consejero del CDE ha ido
adquiriendo un sello de premio para el que se lo adjudica. Marcado
además por la lógica del “cuoteo”, que tiñe
a diversas instituciones ligadas al Estado, como el Consejo Nacional de
Televisión (CNTV), el Tribunal Constitucional (TC) o el Servicio
Electoral (Servel), donde sus miembros, más allá de sus
conocimientos técnicos y trayectoria profesional, están ligados a los
grandes partidos. Es así como la DC, el PS, la UDI y RN tienen cercanos a
sus filas en organismos claves para el país.
De hecho, y varias semanas antes de la designación de la ex
secretaria de Estado –que es independiente pro DC–, un abogado ligado a
la Nueva Mayoría señalaba a este medio que “está pendiente hace más de
un año el nombramiento de un consejero. ¿Por qué? Es el premio para
alguien. El cargo lo designa el Presidente de la República de turno y,
como dura hasta los 75 años, el Presidente renueva su poder de
nombramiento cuando alguno se retira”.
Mientras estuvo en La Moneda, Sebastián Piñera nombró a Juan Antonio
Peribonio como director del Sernac, luego como intendente de Santiago y,
días antes de terminar su mandato, el 6 de marzo de 2014, lo designó en
el CDE. En ese mismo nombramiento, puso en la presidencia del órgano
colegiado al que fuera su subsecretario de Justicia, Juan Ignacio Piña,
quien fue tentado en su momento para militar tanto en RN como en
Amplitud, pero el abogado optó por seguir como independiente de derecha,
según constató revista Qué Pasa.
En marzo, se cumple el plazo para elegir un presidente del Consejo de
Defensa del Estado y la pregunta es: ¿a quién va a nombrar Bachelet? Se
ha hablado mucho de la abogada socialista Paulina Veloso –que está en
el CDE inicialmente como abogada desde el 2005– o de su actual mano
derecha y jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte, según señalan cercanos al
Gobierno. Lo que está claro, es que difícilmente será alguien que no
cuente con una meridiana cercanía con los partidos de la Nueva Mayoría
y, sobre todo, de la Mandataria.
“En el caso del CDE, vemos claramente cómo un organismo técnico se
fue transformando progresivamente en un botín de privilegios”, señalan
las mismas fuentes gubernamemtales.
De hecho, y varias semanas antes de la designación de la ex secretaria de Estado –que es independiente pro DC–, un abogado ligado a la Nueva Mayoría señalaba a este medio que “está pendiente hace más de un año el nombramiento de un consejero. ¿Por qué? Es el premio para alguien. El cargo lo designa el Presidente de la República de turno y, como dura hasta los 75 años, el Presidente renueva su poder de nombramiento cuando alguno se retira”.
Según recuerda un antiguo miembro del CDE, básicamente “antes los
consejeros se elegían por la necesidad de una especialidad. Si faltaba
un civilista, se buscaba un profesor de (Derecho) Civil, si faltaba un
penalista se buscaba un profesor de (Derecho) Penal. Y se trataba
también de que fuera la misma gente del servicio la que pasara a ser
consejero. Cuando venía alguien de afuera era porque necesitaban a una
persona con una especialidad que no estaba dentro del consejo. Ya no es
así”, afirma.
Los actuales consejeros tienen un perfil marcadamente político: 9 de los 12, están vinculados a algún partido o conglomerado.
Los tres consejeros nombrados por el Presidente Ricardo Lagos militan
en partidos de la hoy Nueva Mayoría. Es el caso del abogado socialista Rodrigo Quintana, que es director de comunicación estratégica en el holding Imaginacción, liderada por el poderoso lobbista Enrique Correa. Además, desde 2011 es socio del poderoso bufete Bofill Mir & Álvarez Jana (BMAJ).
Veloso fue subdirectora del Sernam durante el
Gobierno de Eduardo Frei y, luego, ministra de la Segpres en el primer
mandato de Bachelet, para después arribar como consejera del CDE. Ese
mismo año fue nombrado presidente de la instancia el abogado DC Carlos Mackenney, que
fue subsecretario de Guerra de Eduardo de Frei y subsecretario de
Marina de Lagos, quien además goza de una estrecha cercanía con la
Presidenta Bachelet, oficiando en muchas ocasiones como su consejero en
las sombras.
Durante su primer Gobierno, Bachelet designó a la académica y directora del Centro de Estudios de la Universidad de Chile, María Inés Horvitz (PS), en 2006. Ese año fue designada consejera suplente una antigua funcionaria del CDE, Ana María Hübner, ligada a Chile Vamos, asumiendo como titular en 2007.
En tanto, Eduardo Frei nombró a la ex directora Jurídica de la Universidad de Chile, Clara Szczaranski, independiente ligada a la Nueva Mayoría.
Los otros tres miembros del CDE son María Eugenia Manaud, Jaime Varela y Daniel Martorell.
Cuoteo y conflictos de interés
Uno de los grandes beneficios que tienen los consejeros del CDE, es
que no tienen dedicación exclusiva, lo que les abre la puerta a ejercer
diversos cargos. Libertad que ha sido cuestionada porque varios litigan
en causas privadas, abriendo manifiestos conflictos de interés con su labor en el organismo estatal.
Emblemático es el caso de Rodrigo Quintana, cuyo estudio ha tramitado
causas de empresas en abierto conflicto con el Estado, como SQM. Su
trabajo como lobbista también lo enfrenta a una línea de acción muy delgada entre ambas tareas.
Es por esto que en 2015 los diputados DC Jaime Pilowsky, Sergio
Espejo y Matías Walker, presentaron un proyecto de ley que busca
establecer la dedicación exclusiva de los consejeros del organismo.
Hace dos semanas, Pilowsky se reunió con el ministro de Justicia,
Jaime Campos, para solicitar que el Ejecutivo pusiera urgencia a la
iniciativa, sin resultados. "Defender a la vez intereses privados y
públicos siempre puede poner un manto de duda. Si no hay exclusividad,
se puede jugar en el Colo Colo en la mañana y en la Universidad de Chile
en la tarde, lo que, a mi juicio, es impresentable. Para dar solución a
este punto, presentamos con el diputado Sergio Espejo un proyecto de
ley que espero que en marzo sea analizado por la Comisión de
Constitución de la Cámara de Diputados”, señala el parlamentario.
En todo caso, fuentes de la Nueva Mayoría advierten que al gobierno no le interesa realmente incentivar la propuesta.
Con respecto al cuoteo, Pilowsky señala que “la sociedad es cada vez
más exigente y no ve con buenos ojos que las designaciones de algunos
organismos públicos se hagan de conformidad a determinadas cuotas por
sector. Hoy votas por mi candidato, después yo voto por el tuyo. Casos
paradigmáticos hay varios, como, por ejemplo, el integrante del Tribunal
Constitucional Cristián Letelier”, ligado a la UDI.
El parlamentario señaló que la solución no es fácil, “se debe
responder a una ecuación difícil: dar pluralismo en las sensibilidades,
pero también elegir a los más capaces para ejercer el cargo. A veces la
ecuación no calza y se debe perder en calidad para ganar en pluralismo”.
Para el abogado Fernando Atria (PS), es fundamental una modernización
del organismo: “El CDE tiene una estructura que es más bien anacrónica:
consejeros que tienen unos nombramientos vitalicios, altas
remuneraciones y pueden, además, ejercer la profesión. Si uno lo pensara
hoy, probablemente no tendría estas características, porque habría una
exigencia mayor. Probablemente habría un régimen de incompatibilidades
mucho más acotado. Creo que hay un momento de modernización del CDE que
está todavía pendiente”.
Atria añadió que “la lógica de que sean cargos vitalicios, y creo que
es una lógica que debe respetarse, es que los miembros tienen que ser
independientes, no tienen que mirar a recibir favores. El problema que
hay hoy es que esta idea es vista como que el Consejo, en los hechos,
funciona para pagar favores y deudas. Eso es un problema. En un momento
de modernización, que se hace necesario, deberían buscar formas
institucionales para, por un lado, garantizar que el Consejo va a actuar
de modo independiente en la defensa de los intereses patrimoniales del
fisco, que esa es su función, pero, por otro lado, que las formas de
designación aseguren que lo que va a primar es la capacidad jurídica más
que el pago de favores”.
Al hablar de favores, aclaró Atria, se refiere “a que las condiciones
son tan beneficiosas, que es difícil que la designación al Consejo no
sea vista como una retribución a la persona que es nombrada. La lógica
del Consejo tiene que ser que, quienes están ahí, es para cumplir una
función pública, no porque sus condiciones son tan beneficiosas que se
les está, de alguna manera, retribuyendo. Y yo creo que la necesidad de
una modernización tiene que ver con eso, con asegurar que al Consejo van
a llegar quienes deben llegar, más que quienes conviene que lleguen
para retribuirles algún favor político”.
En todo caso, el abogado dijo que “no estoy acusando nada con eso, ni
que esto haya pasado. Estoy diciendo que tiene que haber condiciones
para que esto no pase. A mí una de las cosas que me ha llamado la
atención, especialmente con esta última designación, y no quiero emitir
un juicio sobre la capacidad de la designada, pero sí sobre el hecho de
que ha sido recibido con escepticismo… Ha sido recibido ciudadanamente
como si fuera el pago de un favor. Y la razón de haber sido percibido
así, además de que se trata de una ex ministra, es que las condiciones
de los consejeros son vistas como extraordinariamente beneficiosas, y
eso conspira contra la necesaria imparcialidad y capacidad técnica que
tiene que tener el consejo”, sostiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario