El
Partido Comunista de Chile hace rato había hipotecado su único bien
ético y moral que es trabajar junto a los trabajadores para su progreso y
bienestar. Jaime Gajardo y Bárbara Figueroa se vendieron
irresponsablemente ante las presiones de su presidente Guillermo Tellier
que lo único que ha hecho es tapar, a través de sus dirigentes
sindicales infiltrados, los errores de un gobierno pro empresariado, que
insistentemente les da la espalda a los trabajadores abandonándolos a
su suerte. Reformas clave que aún están pendientes como la laboral,
educacional y docente, junto al fracaso en el reajuste en el sector
público se transformaron en “las gotas que rebalsaron el vaso”, sacando
de quicio e indignando a las bases de los diferentes gremios en Chile.
Los trabajadores son inteligentes y ante
los movimientos políticos partidistas de sus dirigentes vendidos están
reaccionando en todos los sectores, deshaciéndose de ellos y abandonando
ideologías y dobles discursos populistas creados para los medios de
comunicación, que al final terminan por estancar las pretensiones de a
los trabajadores y sus familias.
Saludamos al nuevo presidente del Colegio de Profesores Mario Aguilar.
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