Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

viernes, 1 de julio de 2016

La Educación Especial merece justicia plena


La Educación Especial merece justicia plena

Darío Vásquez Salazar
Secretario General
Colegio de Profesores


Los profesores y profesoras Diferenciales sufren una discriminación inexplicable: no se les paga mención definida en la ley N°20.158, que permite a los docentes percibir un monto mensual por concepto de título y un complemento por concepto de mención, que se deberá pagar proporcionalmente a las horas de contrato, con un tope de 30 horas.
Como se sabe, la Mención es la particular especialización del profesional de la educación en un determinado subsector de aprendizaje o en un determinado nivel educativo, que puede ser reconocida como una formación profesional especial o adicional.

Y pocas especialidades pedagógicas tienen un mayor nivel de especialización que las educadoras y educadores Diferenciales, quienes trabajan desarrollando conceptos de un alto grado de especialización, tales como Inclusión, Diversidad, Integración, Dificultades y Trastornos del aprendizaje entre otros.

Sin embargo, no se les considera como mención las especialidades en las que hacen esfuerzos por asimilar en duros semestres universitarios.

Como es evidente, los profesores y profesoras de esta especialidad pedagógica, son discriminados de manera arbitraria, afectando no solo su carácter de profesional de la educación, sino en sus ingresos al privárseles de las bonificaciones que determina la ley para los demás educadores.

No resulta comprensible que la autoridad se haya negado sistemáticamente a resolver lo que en justicia merecen las educadoras y educadores diferenciales.

El Estado se muestra carente de todo sentido de la justicia al no reconocer las especialidades de las Educadoras y Educadores especiales, sobre todo por la importancia que este tipo de educación tiene en nuestra sociedad que por lo menos a nivel discursivo, dice luchar por la integración de los niños y niñas con algún tipo de alteración en sus capacidades de aprendizaje.

Los sucesivos gobiernos que no han querido ver esta falta de sensibilidad mínima para tan importante sector de educadoras y educadores, han puesto más énfasis en las cuestiones relacionadas con la economía, que en lo que realmente importa: que las niñas y niños con dificultades para enfrentar el proceso de enseñanza aprendizaje sean tratados por profesionales respetados y debidamente retribuidos.

Lamentamos también que nuestro gremio no haya entendido su rol respecto de la defensa de los Colegas de la Educación Especial. Y que no haya estado a la altura de la obligación debida en la defensa de los derechos de nuestras colegas.

Cualquier reforma que se plantee para mejorar el sistema educativo, que está en franca crisis, deberá considerar la justicia debida a las profesoras y profesores de la Educación Especial.



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