La
Educación Especial merece justicia plena
Darío
Vásquez Salazar
Secretario
General
Colegio
de Profesores
Los
profesores y profesoras Diferenciales sufren una discriminación
inexplicable: no se les paga mención definida en la ley N°20.158,
que permite a los docentes percibir un monto mensual por concepto de
título y un complemento por concepto de mención, que se deberá
pagar proporcionalmente a las horas de contrato, con un tope de 30
horas.
Como
se sabe, la Mención es la particular especialización del
profesional de la educación en un determinado subsector de
aprendizaje o en un determinado nivel educativo, que puede ser
reconocida como una formación profesional especial o adicional.
Y
pocas especialidades pedagógicas tienen un mayor nivel de
especialización que las educadoras y educadores Diferenciales,
quienes trabajan desarrollando conceptos de un alto grado de
especialización, tales como Inclusión, Diversidad, Integración,
Dificultades y Trastornos del aprendizaje entre otros.
Sin
embargo, no se les considera como mención las especialidades en las
que hacen esfuerzos por asimilar en duros semestres universitarios.
Como
es evidente, los profesores y profesoras de esta especialidad
pedagógica, son discriminados de manera arbitraria, afectando no
solo su carácter de profesional de la educación, sino en sus
ingresos al privárseles de las bonificaciones que determina la ley
para los demás educadores.
No
resulta comprensible que la autoridad se haya negado sistemáticamente
a resolver lo que en justicia merecen las educadoras y educadores
diferenciales.
El
Estado se muestra carente de todo sentido de la justicia al no
reconocer las especialidades de las Educadoras y Educadores
especiales, sobre todo por la importancia que este tipo de educación
tiene en nuestra sociedad que por lo menos a nivel discursivo, dice
luchar por la integración de los niños y niñas con algún tipo de
alteración en sus capacidades de aprendizaje.
Los
sucesivos gobiernos que no han querido ver esta falta de sensibilidad
mínima para tan importante sector de educadoras y educadores, han
puesto más énfasis en las cuestiones relacionadas con la economía,
que en lo que realmente importa: que las niñas y niños con
dificultades para enfrentar el proceso de enseñanza aprendizaje sean
tratados por profesionales respetados y debidamente retribuidos.
Lamentamos
también que nuestro gremio no haya entendido su rol respecto de la
defensa de los Colegas de la Educación Especial. Y que no haya
estado a la altura de la obligación debida en la defensa de los
derechos de nuestras colegas.
Cualquier
reforma que se plantee para mejorar el sistema educativo, que está
en franca crisis, deberá considerar la justicia debida a las
profesoras y profesores de la Educación Especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario