Estudio del Ciae de la U. de Chile evaluó la tendencia de la deserción de los profesores del país entre los años 2000 y 2009.
Marjory Miranda
01 de julio del 2016 / 19:25 Hrs
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Avanzada en
Educación (Ciae) de la Universidad de Chile, reveló un alto nivel de
deserción laboral entre los profesores recién egresados.
Según datos del Ciae, basados en información del Ministerio de
Educación (Mineduc), en la primera década del 2000 ingresaron al sistema
educacional del país 126 mil profesores nuevos, lo que representó entre
un 7% y 8% de aumento anual, comparado con los decenios anteriores. Sin
embargo, el 40% de estos docentes no estaba ejerciendo al finalizar el
año 2009.
Se trata de una tendencia que, según estos datos, va al alza, pues
entre 2000 y 2004 se registró un promedio de deserción de entre 9% y
12% en profesores con un año de experiencia, mientras que en los dos
años siguientes, 2005 a 2006, la tasa subió 20% (ver infografía).
Esta realidad no estaría determinada por la dependencia
administrativa y/o económica, ya que el 44% de los maestros que ejercían
en el sector municipal y particular subvencionado renunció luego de
trabajar cinco años. En instituciones particular pagadas esa cifra llegó
al 40%. En cuanto a la rotación en los primeros años de docencia, se
determinó que el 14% de estos profesionales se cambió de
establecimiento.
La autora del estudio y Premio Nacional de Educación, Beatrice
Avalos, explicó que las cifras “son parecidas a la de otros países,
sobre todo al resultado que tiene Bélgica, que en cuanto a deserción es
muy similar a Chile. Y aunque hay que aclarar que no estamos en una
situación horrorosa, porque es un tema recurrente en muchos sistemas
educativos, tampoco es bueno que esto ocurra”.
En esa línea, Avalos añadió que “tenemos que preocuparnos para que
estos docentes no abandonen el sistema. Son profesores que han sido
preparados por cinco años, que llegan a ejercer y se hacen cargo de
estudiantes, y los estudiantes a los que ellos llegan tienen que
experimentar muchos cambios debido a la deserción. Esto al final afecta
también al alumno”.
El estudio también buscó ahondar en las razones esgrimidas por estos
profesionales para dejar las aulas. Por ello, explicó Juan Pablo
Valenzuela, investigador de Ciae y coautor de la publicación, se
hicieron encuestas a 157 docentes del país y también seguimiento de
casos de 22 profesores.
“Hay por lo menos cinco razones que se repetían, pero la mayoritaria
era porque no encontraban perspectivas de desarrollo profesional, nuevas
oportunidades, ya sea dentro o fuera del sistema educacional. En
segundo lugar, hablaban de las condiciones de trabajo, salario,
beneficios complementarios para tener un estándar de vida adecuado”,
explicó Valenzuela.
A esto se suman la mala gestión de liderazgo del equipo directivo del
establecimiento, el clima laboral y la autonomía profesional.
“Decían sentirse solos y sin espacio para hacer mejoras o cambios,
que los directivos sólo gestionaban el día a día y no tenían una mirada
de futuro, y tenían temor de transformarse en un profesional poco
desarrollado en el tiempo y asumir esa cultura que estaban observando”,
explicó el investigador.
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