por Alejandra Carmona 13 junio 2016
El 31 de julio
del año 2012, Elena Maldonado (63) le envió una carta al alcalde de
Cerro Navia, Luis Plaza. En ella pedía acogerse a la bonificación por
retiro voluntario vía ley. Profesora de educación general básica por 42
años, Elena ya estaba cansada. Este era un bono que se sumaría a la
jubilación que –entonces– ella proyectaba en alrededor de 300 mil pesos.
Los $18 millones que debían entregarle en la Municipalidad, venían a
paliar en algo la exigua pensión.
En ese momento, eran 26 los profesores que pedían el mismo bono,
vinculado al retiro voluntario. Pensando en todos ellos, es que el año
2013 el Ministerio de Educación transfirió a la Corporación Municipal de
Cerro Navia un total de $457.001.149, “destinados exclusivamente al
pago de una bonificación por retiro voluntario de la Ley Nº 20.501”,
señalan desde esa cartera.
A pesar de la urgencia de la transferencia, los dineros se
extraviaron en el camino y solo un par de profesores lograron conseguir
el bono. “Ya no quiero ir a trabajar, no me quiero levantar en la
mañana, me sube la presión arterial... Pienso que después de haber
trabajado 42 años en aula, de haber entregado mucho por la educación de
nuestro país y por nuestros niños, no merezco que me sigan tramitando de
esta manera. Solo quiero descansar”, manifiesta Elena.
Platas desviadas
Hasta el momento, de los 26 profesores que pidieron acogerse a
retiro, con más de 40 años de trabajo, solo 4 de ellos recibieron el
dinero –entre 18 y 20 millones de pesos cada uno–; el resto aún espera a
que el municipio responda. Sin embargo, la minicipalidad no ha tenido
el dinero para hacer devolución de la plata que, luego de ser recibida
por el secretario general de la Corporación, Francisco Romero, fue
destinada a pagar la planilla de sueldos de dicha Corporación.
En la municipalidad insisten en responsabilizar a Romero por las
maniobras. De hecho, el alcalde realizó una autodenuncia donde se señala
que “el imputado desvió arbitrariamente los referidos fondos al pago de
remuneraciones en general”. Esto, aunque el mismo alcalde Luis Plaza es
presidente de la Corporación Municipal.
Juan Buzeta, encargado jurídico de la Corporación, lo explica así:
“Con una parte de esos fondos que entregó el Mineduc, que eran más o
menos 300 millones de pesos, Francisco pagó la planilla de sueldos,
pensando en que en febrero iba a tener dinero para jubilar a esos
profesores. En ese contexto se da este tema”.
-¿Por qué el municipio, abiertamente, ocupa plata para jubilación de los profesores en otra cosa?
-Siempre ha existido un déficit respecto a los recursos que se reciben por parte del ministerio. Siempre ha habido un déficit a la hora de pagar la planilla de sueldos –responde Buzeta–.
-Siempre ha existido un déficit respecto a los recursos que se reciben por parte del ministerio. Siempre ha habido un déficit a la hora de pagar la planilla de sueldos –responde Buzeta–.
La bicicleta a la que están expuestos los trabajadores de
los colegios municipales en Cerro Navia es un secreto a voces. Solo para
sustentar los pagos básicos en educación, el municipio debiera invertir
cada año cerca de $12 mil millones; y en subvención recibe $5 mil
millones. Es decir, el municipio tendría que transferir $7 mil millones a
educación y el presupuesto total no es mas de $9 mil 500 millones.
Nunca alcanza para pagarles a los profesores que educan a los 6 mil
niños en la comuna.
Por esta razón es que el Municipio comenzó una nueva ofensiva, esta
vez para que los docentes puedan acogerse a otra ley –la 20.822– de
retiro voluntario. Sin embargo, el ministerio no accederá a esa petición
mientras la deuda se mantenga impaga. “Nosotros hemos pedido pagarla en
cuotas porque es el profesor el que se ve perjudicado. Una cosa es la
deuda y otra es que el profesor pague por ellos”, señala Buzeta.
Profesores por obligación
A comienzos de 2014, el Mineduc envió a Cerro Navia un oficio
preguntando por los dineros extraviados. La Contraloría también levantó
una investigación. Entonces, el destino de todos los profesores que
esperaban jubilar, empeoró: debieron seguir prestando servicios para
poder recibir un sueldo mensual hasta que les entreguen el bono de
jubilación. A regañadientes, a veces en funciones que ya no quieren
tener. Muchos de ellos se sienten humillados.
“Todo esto ha significado un menoscabo, ya que hemos sido y somos
criticados por nuestros propios colegas de estar recibiendo un sueldo
sin asumir verdaderamente nuestras funciones”, cuenta Elena. Eso, sin
contar que la elección de jubilar, sin éxito, ha impactado profundamente
su vida, hasta en lo más cotidiano. “Me ha afectado mucho en mi vida
familiar, ya que estoy a cargo de mi madre de 90 años que ha sufrido las
enfermedades propias de la edad y muchas veces ha tenido que quedar
sola porque la persona que la cuida no asistió y yo estoy en la escuela
donde debo permanecer. Todo esto me ha producido un gran estrés y
angustia”, dice Elena.
La bicicleta a la que están expuestos los trabajadores de los colegios municipales en Cerro Navia es un secreto a voces. Solo para sustentar los pagos básicos en educación, el municipio debiera invertir cada año cerca de $12 mil millones; y en subvención recibe $5 mil millones. Es decir, el municipio tendría que transferir $7 mil millones a educación y el presupuesto total no es mas de $9 mil 500 millones. Nunca alcanza para pagarles a los profesores que educan a los 6 mil niños en la comuna.
La profesora Aurora García, también afectada por la Municipalidad de
Cerro Navia, señala que ya está cansada. Este es el cuarto año en el que
persigue su bono por jubilación.
“Sin embargo, no tengo ninguna esperanza de que esto ocurra”, dice
resignada. “Me tiene bastante complicada tener que seguir postergando
mis proyectos, además con la incertidumbre de que algún día pueda
realizarlos, ya que la salud y las energías ya no son las mismas que
cuatro años atrás”, comenta Aurora, quien también ha tenido que batallar
judicialmente por su derecho, sin éxito. “Durante todo el periodo de
espera, que no ha sido poco, he tenido que pasar por situaciones
bastante humillantes, como tener que acudir a la PDI a declarar por el
mal uso de los dineros. En dos oportunidades he concurrido a los
tribunales a la formalización del señor Francisco Romero que, por
supuesto, no se ha presentado. Creo que ya es hora de que se hagan cargo
de la situación por la que estamos pasando el grupo de profesores
afectados, algunos de ellos con problemas de salud bastante críticos o
de situaciones familiares complicadas”.
Samuel Toledo, secretario del Colegio de Profesores de la comuna,
señala que esta es una situación “inaudita”. “Yo creo que esos dineros
los gastaron con la esperanza de que alguien los iban a reponer y
después no hubo cómo reponerla. El alcalde, como presidente de la
Corporación, también tiene algo que decir. Y el ministerio nunca
fiscalizó... porque tenían un mes de plazo para rendir cuentas y un mes
para exigir rendición de cuenta. Eso nunca ocurrió y el ministerio hizo
vista gorda del tema”.
En el Mineduc señalan que, como a la fecha la situación aún se
encuentra pendiente, “el Ministerio ha presentado una solicitud de
pronunciamiento a la Contraloría General de la República para dar
solución a este tema”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario