Diana Porras
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Domingo 24 de abril 2016 16:37 hrs.
La profesora y Premio Nacional de
Educación 1991 representa un referente no sólo por su talante
intelectual y creativo, sino, especialmente, por la pasión que dirigía
sus ideas y sus acciones en la tarea de educar.
“Yo viví en la época de la visibilidad (y reconocimiento) de
los profesores y hoy, por el contrario, reciben solo criticas, puesto
que se responsabiliza en general que todo lo malo de la educación se
debe a ellos”, asegura la académica Viola Soto en su autobiografía
denominada Toda mi vida dedicada a la educación chilena y Latinoamericana.
El lanzamiento de este libro de la Editorial Universitaria se
realizó en el Liceo Experimental Manuel de Salas (LMS). Y el lugar es un
actor importante de la obra porque en él se recorren distintos pasajes
de su modelo educativo y el compromiso de su comunidad.
Viola Soto estudió pedagogía en historia, geografía y educación
cívica en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Mientras
fue profesora (1947) y coordinadora académica del Liceo Experimental
Manuel de Salas también ejercía como académica de la Pontificia
Universidad Católica y en el Instituto Pedagógico de la Casa de Bello.
En 1990 asumió como Vicerrectora Académica de la Universidad
Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). También estuvo a cargo
del Programa de Postgrado y Postítulo de esta instituciópn entre 1995 y
1999. Allí además recibió la distinción de Profesora Emérita (1997) de
la UMCE y el Doctorado Honoris Causa (2006).
Su vasta experiencia y reflexiones se reconocen en cada una de las
líneas. El libro recoge su vida relacionada con la educación, pero
también accedemos a un documento histórico, político y social de Chile.
Marcia Ravelo, editora del libro, explicó que surgió la idea del
texto porque su figura fue destacada en el LMS, a nivel nacional y luego
latinoamericano. “Es un reconocimiento que el colegio hace a los
profesores considerando una época de desarrollo del establecimiento en
los años 40, 50 y 60”, dijo la actual académica del Departamento de
Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile.
Una “estrella” en la innovación pedagógica
Durante un homenaje en abril de 2013, Marcia Ravelo reconocía que
esta hija de profesores representa para la educación chilena un
referente ineludible en el desarrollo de la innovación.
“Todos somos importantes y todos somos diferentes” dice Viola Soto,
por tanto, “es imprescindible que aquello se constituya en un mandato
irrenunciable en medio de los estándares del SIMCE y PSU”, destacaba
Ravelo, quién en ese momento se desempeñaba como docente de filosofía
del Liceo Experimental Manuel de Salas.
Luego del lanzamiento del libro el pasado 7 de abril, Marcia Ravelo
en entrevista con Radio Universidad de Chile agrega que “al dar cuenta
de su testimonio, Viola Soto destaca el trabajo colectivo de un grupo
de profesores que ella menciona en el texto”. Se citan, entre otros, al
destacado educador Juan Gómez Millas, Irma Salas, Amanda Labarca
Huberston y Olga Poblete.
Viola Soto tuvo una amplia trayectoria en formación docente y
asesorías en educación fuera de Chile. Por su cercanía y dedicación, la
apodaron “Estrella” mientras dictaba cursos en Honduras (1950).
“Mercado educativo”
Durante su estadía en Venezuela, ella cuenta que la educación en Chile había cambiado.
“Bajo la doctrina de la Seguridad Nacional y la negación de la
política, el sistema educacional había sido expurgado de todos aquellos
profesores y profesoras que pudieran ser sospechosos de ideologías de
izquierda. La Constitución de 1980, complementada más tarde por la Ley
Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE, publicada en marzo de 1990),
estableció una estructura diametralmente diversa a la que había operado
desde la Independencia en la etapa de la constitución y configuración
del Estado Nación”, expone Viola Soto en uno de los capítulos del libro.
Marcia Ravelo asegura que este tema es uno de los más importantes
porque “lo pensaron como primer título: marcar la diferencia con el
paso de un Estado Garante a un Estado subsidiario. Chile tuvo una
fractura con la dictadura”.
Mirada actual
Viola Soto bordea los 95 años y con esta publicación busca dar cuenta de los contextos espacio-temporales en que se desenvuelve la educación. En ellos se observa el ayer, pero también el presente.
Recuerda que “investigaciones comprueban la importancia que tienen
para el aprendiz la confianza y altas expectativas del educador en su
capacidad…No obstante, este principio básico hoy en la mayoría de los
colegios no se practica”.
Y apela a otra materia que está hoy en el debate nacional:
regionalización. Asegura que el perfeccionamiento (docente) puede tener
a nivel nacional algunos aspectos comunes, pero la unidad no debe ser
confundida con la diversidad considerando la descentralización.
Esto-concluyó -“en un país con problemas tan diversos a nivel local
y regional, y con culturas tan diferentes de carácter idiosincrático
propio, como la cultura de Chiloé o la que se vive en el altiplano del
norte grande