Diario Uchile
| Domingo 28 de septiembre 2014
El ex rector de la Universidad de Chile
realizó una fuerte crítica a la forma en que el gobierno está llevando
la iniciativa educacional y cómo la clase política está enfrentando los
cambios en la sociedad chilena, actuando de forma inconsecuente,
relacionando de forma simplista el anarquismo con los actos de violencia
que ha vivido el país.
En entrevista con el director de Radio Universidad de Chile,
Juan Pablo Cárdenas, el ex rector de la Casa de Bello, Luis Riveros
Cornejo, comentó el acontecer político y social chileno, como también
tuvo palabras sobre la integración regional.
Riveros, maestro de la masonería, fue llamado por el ministro de
Educación, Nicolás Eyzaguirre, para presidir la comisión de estudios
atingentes a la instalación de una nueva universidad en la región del
Libertador Bernardo O’Higgins, proyecto que ya se encontraría en camino
para ser revisado por la presidenta Michelle Bachelet.
A pesar de que el informe del ex rector contempla la creación de una
universidad con varios campus, centrada en áreas estratégicas de la zona
y con profesores residentes, la iniciativa parece estar lejana a lo que
la Reforma Educacional plantea. Ya que según Riveros, quién también es
economista, el proyecto del Gobierno es financiero y de gestión, más que
educativo.
“Una reforma educacional, tiene que ver con formación de profesores,
contenidos de la educación y con la gestión de las unidades educativas
de los colegios y eso no lo estamos ni siquiera discutiendo. No se ha
mencionado, no se ha dicho ni una palabra respecto a por qué no estamos
poniendo, más recursos en la educación municipal, que es el grave
problema que tenemos como país. Es una vergüenza”, enfatizó.
Para el economista, hasta ahora, la única que sale ganando con la
reforma, es la educación privada, ya que allí llegarán los estudiantes
de la alicaída educación particular subvencionada.
¿Hemos perdido el rumbo?
La educación particular subvencionada, nunca se debió fortalecer, y
se le alimento con dineros del Estado. La educación pública sale
perdiendo, el país sale perdiendo, pero además en el corto plazo pasa
una cosa insólita, se reemplaza el copago por recursos del Estado o sea
el Estado le incrementa el subsidio a la educación privada, en el
contexto de una reforma donde la educación municipal sigue dando vote.
Cuando escucho las afirmaciones que emanan de la comisión de la
Cámara yo creo que no hay profundidad para ver el problema desde arriba,
en circunstancias de que el Gobierno nos prometió hacer un cambio
importante en calidad y equidad.
¿Son suficientes los recursos?
Yo he sostenido con números, que si en realidad queremos hacer una
gran reforma en la educación media, básica, preescolar y además reforzar
el aporte fiscal directo a las universidades estatales los recursos no
son suficientes.
También se prometió otra cosa, que en mi opinión es bastante poco
viable: “educación gratuita universal”, así se dijo para la educación
universitaria, y eso solamente, cuesta algo más de dos puntos del PIB.
Además, subsidiar a las familias más acomodadas con educación
gratuita no me parece lo más adecuado. No estamos en un escenario donde
se diga que las familias más ricas están pagando impuestos como en
Europa, donde se paga un 50 por ciento en promedio de la base
tributaria, mientras que aquí estamos en 20 y vamos a quedar en un 21
por ciento.
No se ha hecho nada respecto a la formación de los profesores
¿Qué reforma podrá haber con esta situación, donde los profesores no
están capacitados para cumplir bien con su tarea, ni tienen los
incentivos económicos para hacerlo?
Aquí no vemos que haya una revolución en materia educacional,
llevamos muchos años de transición democrática y no abordamos este tema,
para reparar todo aquello que se hizo en la época del 80. Estamos
provocando nuevamente un tremendo desencanto, que se notará a largo
plazo, no mañana. Entonces es más grave todavía…
Anarquismo y violencia
El ex rector explicó que las manifestaciones de violencia que se han
vivido en el país no tienen que ver con una ideología “anarquista” en sí
misma, sino a la poca capacidad de respuesta de la clase política para
detener el desencanto social. Un tema que influye fuerte en el actuar,
sobretodo de los más jóvenes.
¿Se puede asociar el anarquismo con el violentismo?
La gente, muchas veces manifiesta de manera violenta sus
sentimientos, sin haber pensado nunca en ser anarquista, entonces esta
conexión simplista de que “el anarquismo es violentismo” o “todos los
anarquistas son violentistas” me parece incorrecta. Yo creo que existe
un inconformismo, un sentimiento de desaliento, de falta de
oportunidades.
Nuestra juventud sufre frustraciones tremendas. Es un anarquismo que
representa una objeción a nuestra estructura política a nuestro modus
operandi a la esencia del Estado. Si a eso se le suma la forma en la que
estamos haciendo las cosas, ahí tenemos un violentismo, que no
solamente es anarquista.
¿Existe un anarquismo ideológico?
Eso naturalmente ha existido y se ha fortalecido en la misma medida
de que la política se ha ido debilitando, de ahí de porque estos
movimientos más anti sistémicos dominan las universidades, porque hay
inconformismo y por lo tanto este anarquismo no es la enfermedad sino el
síntoma de una enfermedad, que es nuestra política débil e
inconsecuente con su responsabilidad.
¿Y la violencia?
Es cuando a esto se le suma la segregación, que en el fondo resulta
de la desesperación de grupos jóvenes, sobre todo los que encuentran que
esta es una sociedad en la que si uno no está metido en las “redes”, no
tienen ninguna oportunidad. Esos son los que están dispuestos a poner
alguna bomba o están dispuestos a echar abajo lo que venga, porque hay
un sentimiento de rabia y frustración.
No es por una maldad explícita, sino que es porque ellos sienten que
esa es la manera de hacer presente su frustración, su rabia, este
sentimiento de vivir en un Apartheid, muchos jóvenes viven en
situaciones de pobreza, desmedradas y sin oportunidades. Estudiaron en
una universidad y nunca van a tener empleo en lo que estudiaron.
Nosotros vivimos en estas situaciones de anarquismo hace un siglo
atrás, entre 1910 y 1920, en gran medida el nacimiento de la Fech se
debió a este sentimiento de insatisfacción que prevalecía en el país.
Pero se diluyó, porque hubo la capacidad de encausar estos
sentimientos inconformistas en la política, y eso en gran medida tuvo
que ver con la Alianza Liberal, con Arturo Alessandri, con la reforma a
la Constitución, con la creación del Código del Trabajo, cosas que se
enfrentaron, que estaban pendientes. Creo que esa es una gran lección de
nuestra historia para los días de hoy.
¿Cómo atacar esta enfermedad, cuál es la solución para
enfrentar, estos problemas? ¿Con firmeza desde el Estado, o más bien
tendiendo a corregir este desencanto juvenil?
Los jóvenes desalentados no son de izquierda ni de derecha, están en
contra de todo y eso favorece a las posiciones de algunos. Muy pocos
jóvenes que se sienten animados a militar en algún partido político
producto del desvanecimiento de la inspiración que producían los
principios que emanaban de las tiendas y de la misma acción pública de
los líderes de antaño.
Esto no se corrige con más policías y más represión, si bien el
Estado debe tener sus métodos y sus mecanismos, lo que hay que corregir
son los males de fondo. Es ahí donde está la gran debilidad de nuestros
políticos, cuyos diagnósticos son ineficaces, por lo tanto creo que hay
que recuperar esa parte.
Hoy uno escucha a los políticos con frases sueltas, diagnósticos
superficiales, cuestiones “para el bronce” y que en definitiva no ataca
los problemas de fondo y tampoco son consecuentes, porque en la misma
tarde reciben el cheque con el cual financian sus propias actividades
políticas, privadamente, a mí me parece que si no corregimos eso estamos
entregando el país a un desorden.
Triángulo de la paz
Entre otros temas, Juan Pablo Cárdenas y Luis Riveros, conversaron
sobre el conflicto que atraviesa a Chile y Perú, por la disputa del
triángulo terrestre en la frontera con el país vecino. Donde el rector,
en su papel de integrante de la masonería, comentó la iniciativa a sus
pares peruanos, de propone hacer de ese espacio de territorio un área de
paz y binacional.
“Hay gente que en el ministerio de Relaciones Exteriores recoge esto
con mucho interés. Espero que desde el Perú se acoja también, porque es
una salida muy civilizada, muy inteligente. Se lo hemos propuesto a la
masonería peruana, espero que puedan difundirla por allá”, explicó.
Para el ex rector, la discusión es absurda, cuya única utilidad sería
“dar ínfulas a algunos políticos que hacen de esto una lucha por la
nacionalidad y el territorio”. Una pelea de vecindario.
Según Riveros una visión de estadista debería llamar a esto una señal
de encuentro, de internacionalización, que sea una muestra concreta de
verdadera integración.
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