24 de abril de 2014
El hábil juego de piernas del ministro empieza a caldear los ánimos
El titular de Educación camina
por una cornisa donde hay múltiples intereses en juego. Hasta el
momento, se ha dedicado a calmar los temores de la elite –aclarando, por
ejemplo, que el Estado seguirá financiando proyectos confesionales–,
pero al mismo tiempo ha encendido las alarmas de la calle, la que
considera que la mantención del sistema de vouchers perpetuará un
sistema de mercado en la educación. Los estudiantes ya anunciaron la
primera marcha del movimiento para el próximo 8 de mayo.
Este martes en el Congreso,
en el Encuentro Nacional “Universidad y Desarrollo Regional. El Rol de
los Actores”, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, pronunció
palabras que incluyeron lo que ha comenzado a molestar en las entrañas
al movimiento estudiantil: las contradicciones en su discurso.
Pese a que el programa presidencial señalaba que el gobierno
avanzaría decididamente hacia la gratuidad universal y que
posteriormente se hablara de caminar hacia el 70% en esta
administración, en su exposición en el Congreso, el ministro Eyzaguirre
definitivamente entregó otra proyección: “Tal como lo dice el programa
de la Presidenta Bachelet, vamos a avanzar en gratuidad hasta cubrir al
70 por ciento más pobre de la población”, sin mencionar la universalidad
de esta demanda que se levantó como la principal bandera en la calle
durante 2011.
“Es absurdo que en menos de seis días haya pasado de decirle a la
Confech que se desmantelaría la educación de mercado a decirle al Senado
que la gratuidad no sería más que vouchers para todos”, lanza
como crítica el ex presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, quien además
señala que el movimiento estudiantil tiene razón para estar enojado,
porque Eyzaguirre invita a reuniones “para supuestamente discutir la
reforma, para luego hacer anuncios grandes. Y por otro lado, porque
tales grandes anuncios no terminan con el mercado en la educación,
solamente lo hacen menos endeudante”.
Para Fielbaum, más que hitos, lo que molesta a los estudiantes “es la
acumulación de propuestas contradictorias en las reuniones privadas que
ha sostenido, y propuestas que derechamente, en sus apariciones
públicas, conservan el mercado. Hay poquísimas declaraciones públicas
del ministro, pero ellas son tremendamente decepcionantes, como la
propuesta de becas para todos que hizo en el Senado. Hay declaraciones
de querer participación que no se condicen con que ya esté tomando
definiciones y anunciando proyectos de ley. Todos esos elementos van
construyendo un escenario que indigna”, dice Fielbaum.
Durante su intervención en Valparaíso, Eyzaguirre también se refirió
al tema del financiamiento a las universidades. Ante la mirada atenta de
los rectores de los planteles regionales, señaló que la idea de
mantener el financiamiento a la demanda –que le otorga un voucher
a la matrícula del estudiante– es que las universidades busquen una
mayor calidad. “Sólo una porción menor del aporte público estará
asociada a la matrícula de las universidades, con el fin de cubrir de
manera adecuada los costos variables de la docencia. Pero también, se
los digo sin ningún problema, como una forma de incentivar en las
universidades la capacidad de buscar siempre una mayor calidad y una
mejor conexión con los requerimientos de su entorno”. A juicio de los
estudiantes, eso apunta a mantener un sistema competitivo en la
educación superior.
Las cosas han cambiado en el escenario y el ministro, que como rockstar ofreciendo el mejor concierto dejaba contentas a la derecha e izquierda y descolocaba a los estudiantes a puertas cerradas, ha comenzado a caminar por una cuerda floja. No se puede dejar a todos contentos y mientras el calendario descuenta los días para el 21 de mayo –el deadline que se ha puesto el gobierno para enviar los proyectos de fin del lucro, del copago y de la selección– todos se hacen una pregunta: quién dejará de sonreír cuando las conversaciones de todas las reuniones se vuelvan carne.
Así al menos lo entiende la presidenta de la FECH, Melissa Sepúlveda,
quien endureció su discurso luego de las últimas intervenciones del
ministro. “Es absolutamente contrario a lo que hemos planteado desde el
movimiento estudiantil, que es acabar con la lógica de mercado. Se
pretende mantener el mismo sistema de competencias, y no corresponde a
lo que se ha pedido”, señala.
“Hay una preocupación del sector estudiantil respecto de cuál va a
ser la reforma que se va a impulsar desde el gobierno. Ante eso no nos
queda otra cosa que organizarnos y salir a la calle a defender el
programa que se ha levantado desde hace años por parte del movimiento
estudiantil”, anuncia Sepúlveda. En este contexto, la Asamblea
Coordinadora de Estudiantes Secundarios, ACES, convocó a una
movilización nacional para el próximo 8 de mayo. Fuentes de la Confech
aseguran que lo más probable es que ellos también se sumen a ese
llamado, iniciando la agitación en las calles a pocos días del discurso
presidencial del 21 de mayo en el Congreso.
LA ESTRATEGIA
A juicio de Jaime Retamal, Doctor en Educación de la Universidad de
Santiago, a la estrategia de Eyzaguirre no le queda mucho tiempo de
vida. “El ministro ha demostrado una estrategia maradoniana en
su puesta en escena, que ha sido favorecida por una actitud entre
complaciente y escéptica de los actores más críticos que promueven los
cambios estructurales en educación. Este escepticismo metódico, en todo
caso, tiene fecha de vencimiento y tiene límites de contenido. Una vez
que se conozca realmente lo que propone la Nueva Mayoría, ya no se podrá
seguir jugando a ser monedita de oro”, comenta.
Ante las opciones que tiene el ministro entre manos, Retamal plantea dos: o bien incomodar al establishment con
un cambio profundo que erradique al neoliberalismo de la educación, o
bien apuntar a cambios moderados, enojando a la calle y generando un
enfrentamiento con los sectores que abogan por algo más radical: “Si
incorpora sustantivamente las demandas de los actores más críticos al
sistema neoliberal en educación, entonces más tiempo tendrá para
continuar con esta estrategia de juego de máscaras que ha seguido hasta
el momento, sólo que ahora será sostenido desde el Congreso por la
bancada estudiantil y apoyado desde el gobierno por la muñeca política
de Ximena Rincón. Pero si la reforma es simplemente dejar tranquilos y
satisfechos a los intereses económicos en juego, ignorando las demandas
históricas del movimiento social por la educación, es decir, si de lo
que se trata es de la imposición de la tesis, por ejemplo, de un
Escalona, ese nuevo ‘Portales del socialismo chileno’, entonces no
tendrá ni un minuto más de tiempo, y la calle volverá a ser lo que era,
se espera, apoyada por la bancada estudiantil y el Partido Comunista”,
argumenta.
Las cosas han cambiado en el escenario y el ministro, que como rockstar
ofreciendo el mejor concierto dejaba contentas a la derecha e izquierda
y descolocaba a los estudiantes a puertas cerradas, ha comenzado a
caminar por una cuerda floja. No se puede dejar a todos contentos y
mientras el calendario descuenta los días para el 21 de mayo –el deadline que
se ha puesto el gobierno para enviar los proyectos de fin del lucro,
del copago y de la selección– todos se hacen una pregunta: quién dejará
de sonreír cuando las conversaciones de todas las reuniones se vuelvan
carne.
A Retamal se suma la idea del sociólogo de la Universidad de Santiago
de Chile, Alberto Mayol: “Está en cada reunión enfatizando los puntos
que más agradan y, por cuanto en la siguiente reunión enfatiza otros
puntos, lo más grave es que además revelan inconsistencia. Si tú estás
tratando de dejar contentos a todos, algunos de esos asuntos que estás
tratando de gestionar tienen implicancias técnicas y políticas, que
está dejando a un lado y da la impresión que es un táctica… O sea, una
cuestión momentánea para alivianar el escenario, para adquirir capital
político como ministro y luego, cuando ya tenga una posición ventajosa,
gestionar”.
EN ALERTA
La tranquilidad y aceptación con que ha terminado cada uno de los
encuentros que ha tenido Eyzaguirre –con excepción de la ACES, que el
lunes fue el grupo más duro postreunión– encendieron las alarmas entre
los estudiantes.
“Esto ya parece broma. Hasta RN queda contenta después de juntarse con ministro Eyzaguirre”, tuiteó el diputado Gabriel Boric y linkeó
una nota donde se leía la frase del presidente de Renovación Nacional,
Carlos Larraín, después de reunirse con el secretario de Estado: “Aquí
no habrá retroexcavadora”. Sin embargo, no es un tuiteo aislado del
parlamentario autonomista.
“La reforma debe ser de carácter estructural, y por tanto no todos
van a quedar cómodos”, dice Pablo Paredes, coordinador nacional de
Revolución Democrática.
Según Mayol, hasta el momento a Eyzaguirre le ha ido bien dentro de
todo, pero eso no significa que sea suficiente. “Le ha ido bien porque
la Nueva Mayoría ha logrado establecerse como izquierda y la derecha con
sus actos ha logrado posicionar más a la Nueva Mayoría. Eyzaguirre ha
ordenado el tema al interior, pero aun así no es suficiente porque el
proceso que estamos viviendo es tan estructural que no basta con la
gestión política. Yo tengo la impresión de que el programa está bastante
claro y que los espacios de maniobras que la Nueva Mayoría está
dejando, son para dar prioridades, pero no para hacer rediseño. Y gran
parte de las disputas tienen que ver con esas prioridades y por lo tanto
debiera saberse qué va a ocurrir. Cuando eso quede en evidencia, van a
tener dificultades”, dice Mayol.
Uno de los diputados de la UDI en la Comisión de Educación de la
Cámara, Jaime Bellolio, coincide con que Eyzaguirre ha jugado a dejar
contentos a moros y cristianos, pero agrega que la derecha se sintió más
“aliviada” luego de reunirse con el titular de Educación. “Tenemos
expectativas en el sentido que después de las reuniones que hemos
sostenido con él, tenemos más puntos de acuerdo que hace 15 días. Cuando
aparece la ACES y dice que el ministro no es un interlocutor válido, y
al mismo tiempo dice que ellos quieren una supremacía del Estado,
entendemos que el ministro ha sostenido la educación mixta, y eso nos
acerca a él. Estamos más cerca que hace 15 días, pero en otros puntos no
hay claridades”. El diputado agrega que otros temas que los han
“tranquilizado”, han sido los anuncios de que la subvención estatal se
seguirá entregando a los colegios y universidades que tienen proyectos
confesionales –como los de la Iglesia católica–, y que la carrera
docente que se prepara incluye un mecanismo de evaluación a los
profesores.
El martes, en las páginas de El Mercurio apareció publicada
una carta de Fielbaum y el coordinador nacional estudiantil de
Revolución Democrática, Alberto Inzulza. En ella exponían que aquello
que se podía entender como ambigüedad en el programa de la Nueva
mayoría, se transformó derechamente en contradicciones. “Pareciera que
la reforma que explica el ministro en cada reunión es distinta
dependiendo de si su interlocutor es la Confech, el Consorcio de
Universidades del Estado de Chile o la Comisión de Educación del
Senado”, señalan en la carta, donde también escriben: “Se relega a la
educación pública a un segundo plano y, en vez de que la educación sea
un derecho, se construye un mejor mercado”. También señalan que miran
con atención que las definiciones que han comenzado a aparecer se han
tomado sin la participación de los actores sociales. Finalmente, le
preguntan por escrito al secretario de Estado: “Se está con que el
mercado sea el eje rector de la educación o se cree en la educación como
derecho”.
Para el diputado Giorgio Jackson es importante que el ministro aclare
la postura del Gobierno en estas materias, con mayor precisión. De lo
contrario, se presta para que todos hagan su interpretación sobre las
reformas planteadas para este primer semestre (fin al lucro, selección y
copago).
Pablo Paredes señala que “es correcto pedir definiciones, pero son
definiciones que piden participación. Como RD creemos que se han dado
señales correctas, como cambiar el sentido común de la educación.
Existe preocupación en el país con respecto a la educación que vamos a
tener. Con respecto a esa carta, me quedo con la pregunta final que
hace, que apunta al sentido futuro de la reforma. Entiendo la
preocupación del movimiento estudiantil”.
EL JUEGO DEL MINISTERIO
Desde el interior del Ministerio de Educación aclaran que en ningún
caso existe una estrategia para “tenerlos a todos contentos”. Más bien,
señalan, durante las cerca de 30 reuniones que ha sostenido Eyzaguirre
con diferentes actores, este se ha preocupado de “espantar los cucos”
levantados por la derecha en torno a la Reforma Educacional. “El
ministro se dedicó a aclarar la reforma. A desmentir esta campaña del
terror que se hizo contra la reforma”.
Por ejemplo, cuando los representantes de los colegios particulares
subvencionados llegaron pensando que se iba a acabar el sistema de
educación mixto en Chile, Eyzaguirre les aseguró que eso no era cierto, y
que sólo se iba a acabar con el lucro en la educación que recibía
fondos del Estado.
Lo mismo en el caso de los representantes de la Iglesia católica.
“Llegó la Iglesia pensando que les íbamos a prohibir tener proyectos
propios”, señalan en la cartera, donde agregan que de inmediato les
aclararon que eso nunca estuvo contemplado, y que no habría problemas en
entregarles recursos, siempre y cuando ese dinero se invirtiera en su
proyecto educativo, y no se usara para lucrar con la educación.
En el grupo de trabajo que rodea a Eyzaguirre tienen claro que cuando
se conozca el detalle de los numerosos proyectos que se incluirán bajo
el alero de la reforma, algunos actores quedarán llorando. Y los tienen
identificados. “Los lucradores”, dicen, haciendo referencia a quienes
sostienen Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales –que
hoy lucran legalmente–, además de universidades que se amparan en
resquicios para retirar excedentes.
Lo más complicado eso sí, aseguran, será la reacción de los
sostenedores de los colegios particulares subvencionados que declaran
fines de lucro –un 78% del total, según un reciente estudio de la
Universidad Diego Portales–, debido a que son muchos y a que prestan
servicios en zonas donde no siempre existe cobertura de educación
pública. “Es una tarea titánica”, agregan en el Mineduc.
Aunque en el equipo de Eyzaguirre reconocen que han existido algunas confusiones –como la performance del secretario de Estado en el programas de TVN ‘El
Informante’, donde aseguró que los planteles estatales tendrían
preferencia sobre los privados –desatando una dura reacción de las
universidades privadas del Cruch–, dicen que estas se han ido aclarando,
y que el ministro no ha caído en contradicciones. Es más. Plantean que,
como nunca, Eyzaguirre se ha mostrado paciente y que ni siquiera cuando
la vocera de la ACES lo increpó por su rol en la creación del CAE este
levantó la voz.
Sin embargo, en este tiempo de indefiniciones y donde la letra chica
aún no se escribe, hay quienes piensan –entre los actores en escena– que
la Confech no ha tenido el mejor desempeño.
Según Mayol, los estudiantes no establecieron una estrategia para
este momento y añade que hay claras diferencias entre enfrentarse a
Piñera que a Eyzaguirre. “Este es un rival distinto, que tiene más
habilidades. Cuenta con un capital político distinto, por lo tanto,
saber manejarse en este escenario”, dice Mayol sobre un escenario que, a
pesar de las fallas de los estudiantes, no favorece especialmente al
secretario de Estado: “Para Eyzaguirre es un guión que no se sostiene en
la política pública”.
Frente a estas críticas, la presidenta de la FECH dice que aún no
despliegan frente a la opinión pública todas sus cartas: “Hay muchísimo
trabajo que todavía no ha salido a la luz pública, las distintas
alianzas que estamos estableciendo con los distintos sectores, porque
hasta ahora solo habíamos logrado salir a marchar juntos. Esperamos de
una vez por todas poder tener un mismo programa para poder avanzar en
los cambios en la educación que Chile requiere”, aclara.
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