COLEGIO
DE PROFESORES DE CHILE A.G.
DEPARTAMENTOS
DE EDUCACIÓN SUBVENCIONADA Y EDUCACIÓN ESPECIAL
DIRECTORIO
NACIONAL
DECLARACIÓN
PÚBLICA
Ante
el anuncio del Consejo Nacional de Educación (CNED) que exige a la
Agencia de Calidad iniciar un proceso de marcha blanca para proceder
a la clasificación de colegios de acuerdo con desempeño, expresamos
lo siguiente:
Desde
la Revolución Pingüína, el 2006, son cada vez más las voces que
coinciden en denunciar que nuestro país tiene el triste récord de
contar con uno de los sistemas educativos más segregados del mundo.
Del
mismo modo, el cuestionamiento a las pruebas estandarizadas, como el
SIMCE, cobra cada vez mayor fuerza, no solo desde el mundo social,
sino también desde el académico.
Ello
porque las pruebas estandarizadas:
- No consideran la complejidad ni el contexto en que se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje, por lo cual los establecimientos educacionales deben enfrentar un mismo sistema de medición, como es el SIMCE, en condiciones enormemente dispares e injustas.
- Se ha demostrado que los resultados del SIMCE se relacionan estrechamente con las condiciones socio económica y culturales de los alumnos, siendo aquellos que provienen de sectores de mayor pobreza los que obtienen peores puntajes.
- Son cada vez más las escuelas y liceos que seleccionan a sus estudiantes, rechazando a aquellos que no les aseguren buenos resultados. Esto segmenta aún más nuestro sistema educativo.
- Estigmatiza a los establecimientos municipales que no discriminan ni por notas ni por capacidad de pago, y donde la tarea docente es más difícil y ardua.
La
categorización de establecimientos que ya ha implicado la Ley SEP
está mostrando efectos serios:
- Pérdida del sentido de la educación, al transformar el espacio pedagógico de aprendizaje en uno de adiestramiento para la obtención de buenos resultados SIMCE.
- Desprofesionalización, pues el docente pierde autonomía, ya que como medidas para subir SIMCE se interviene a las escuelas, la planificación es pauteada por asistencias técnicas externas y por cumplimiento de estándares fijados por el Ministerio de Educación, sin considerar los contextos de los establecimientos.
- Mayores niveles de estrés a docentes y estudiantes por la presión de mantener o mejorar los puntajes SIMCE; presión y estrés que no son gratuitos, cuando el fantasma del cierre de establecimientos por no haber alcanzado las metas impuestas en los planes de mejora es una realidad injusta y amenazante.
En
este contexto nos parece inaceptable que el CNED dé curso al proceso
de categorización de los establecimientos educacionales por
resultados en pruebas estandarizadas. Lo único que se conseguirá
con ello será mayor estigmatización de los establecimientos y
aumento de la gravísima segmentación que sufre nuestro sistema.
Esta
categorización de los establecimientos que hoy día es inminente
para todo el sistema educativo quedó consagrada en Ley General de
Educación (LGE), porque es esta la que legaliza estos
procedimientos, bajo la premisa engañosa de mejorar la calidad de la
educación.
Por
ello, cuando estamos cercanos a una definición electoral, nos parece
necesario que estos temas se develen y no “pasen”. Emplazamos a
los candidatos presidenciales a pronunciarse sobre estos asuntos,
particularmente a la Ex - Presidenta de la República, Michelle
Bachelet, ya que la LGE fue promulgada durante su gobierno, en
acuerdo con los sectores de la derecha.
Michelle
Bachelet debe pronunciarse y decir con claridad si bajo su eventual
gobierno terminará con el SIMCE y la Ley General de Educación.
Jorge
Pavez Urrutia
Dirigente
Nacional
Colegio
de Profesores
6
de Octubre 2013