por Juventud Guevarista Usach (Notas) el Sábado, 1 de junio de 2013 a la(s) 19:43

USACH EN PARO: EDUCACIÓN GRATUITA Y ORGANIZACIÓN.
Juventud Guevarista USACH
Especial USACH
mayo 2013


¿Cuál es el sentido que tiene el paro de la USACH?

                Desde nuestro punto de vista, si estas movilizaciones se convierten en una tarima para levantar tal o cual consigna, la que sea, sin el desarrollo de una planificación que nos permita en la acción ganar lo que decimos que queremos, la consecuencia necesaria será que mañana gran parte de los estudiantes piense que luchar es una pérdida de tiempo y esfuerzos.
                En cambio, si el proceso de movilización estudiantil nos hace madurar, aprender, ganar en organización, ampliar las perspectivas políticas y nos sirve para ir acumulando fuerzas y experiencias, claro que será un aporte para las causas del pueblo. De todos modos, la historia avanza y las coyunturas se enfrentan, y por cierto, la mejor manera de aumentar nuestras fuerzas es luchando y ganando.
                Debemos entender que el paro no tiene un sentido en sí mismo porque no es realmente una medida de presión. Por eso, es fundamental que lo aprovechemos generando espacios de discusión, debate, formación y trabajo, a través de los cuales vamos forjando la organización, fortaleciendo la lucha y construyendo movimiento.

¿Eso quiere decir que construimos solamente "hacia dentro" de la USACH?

                No. Si nosotros como estudiantes de la USACH desarrollamos una buena política, seria, profunda, clasista y con perspectivas de continuidad hacia el mediano y largo plazo, elaboramos una propuesta contundente y, mejor aún, obtenemos ahora alguna victoria concreta, ésa es una noticia diez veces más positiva para los estudiantes de todas las regiones que si solamente declaramos estar en paro por A, B, C o D motivo. Es un energizante diez veces más potente para el movimiento estudiantil en su carácter nacional, porque más que "proclamas" la política son pasos concretos a seguir, es decir, una táctica posible de replicar en otros lugares de Chile y con eso ganar.

¿Por qué está luchando el estudiante de la USACH y el movimiento estudiantil?, ¿por unas míseras becas?, ¿por una política de subsidio?

                Efectivamente, el detonante decisivo de estas movilizaciones fue la política abusiva del gobierno, con la venia de parlamentarios y autoridades universitarias, de quitarle a miles de estudiantes en todo Chile los escasos beneficios que se contemplan dentro del modelo de educación de mercado.
                “¿Pero y cómo es posible -algunos se preguntarán- que si el año 2011 estábamos peleando por educación gratuita para todos y todas, ahora estemos peleando pa’ que no nos quiten las becas y créditos?”
                La respuesta está frente a nuestros ojos: si hoy día el gobierno puede darse el lujo, incluso siendo un año electoral, de quitarnos los beneficios que entrega esta educación selectiva, es porque el 2011 y 2012 el movimiento estudiantil no logró constituirse como una fuerza tal que obligara al poder político a resguardarse, o que al menos le impidiera avanzar.
                Junto con la lucha reivindicativa las fuerzas se construyen y se organizan, de otra forma no somos una amenaza. La tarea hoy día es ordenarnos, recuperar de inmediato los beneficios que nos quitaron y dar al mismo tiempo la lucha por el conjunto de nuestras demandas como educación gratuita y  democratización, considerando que éstas sólo son conquistas efectivas si nos permiten acumular fuerza popular independiente, sentando bases firmes para nuevos enfrentamientos.

¿Y vamos a luchar por la educación gratuita?, ¿podemos ganarla?, ¿cómo?

                Claro que sí, es una lucha que hay que dar. El movimiento estudiantil ya la ha instalado como demanda central -con justa razón-, y ninguna organización puede ubicarse "por detrás" de las demandas del pueblo. Sin embargo, consideramos que se trata de una lucha que es preciso y urgente problematizar, reflexionar y estudiar a nivel de sus implicancias políticas.
                En este sentido, desde Juventud Guevarista USACH planteamos que es posible en el corto o mediano plazo hacer al gobierno ceder la educación gratuita. Es más probable que se gane durante un próximo gobierno de la Concertación, por la fuerza que ejercen algunas posiciones socialdemócratas en su seno y por su carácter populista. Pero como sea, el objetivo de la educación gratuita no se gana si no hay un movimiento de masas fuerte exigiéndolo y presionando, esto bajo un gobierno de derecha, socialdemócrata o reformista.
                En el caso de Chile, por cierto, la educación gratuita universal no va a ser conquistada fácilmente; será resultado de la persistencia en la movilización, con una actualización y perfeccionamiento permanente de la táctica de lucha del movimiento estudiantil.

¿Pero para qué queremos la educación gratuita?

                Es posible que la demanda por educación gratuita sea instrumentalizada funcionalmente por un gobierno burgués de la Concertación o incluso por un próximo gobierno de la derecha. Esta reforma podría contener el impulso del movimiento estudiantil y garantizar cierta tranquilidad social, y hasta podría contribuir en alguna medida con el funcionamiento de la economía capitalista.
                Por eso, esta demanda en sí misma es una mera reforma económica del modelo capitalista –que necesita ir reacomodando sus piezas-, y no es propiamente una conquista popular si no es dotada por el propio movimiento estudiantil de contenido político.
                ¿Y cuál sería el objetivo político en torno a la educación gratuita?
                Que el pueblo pueda entrar en grandes masas a estudiar a la Educación Superior. Si el pueblo en su conjunto adquiere el derecho de educarse en los estudios superiores, esto significaría disputar abiertamente al bloque dominante el control de un campo predilecto de reproducción de la ideología burguesa: la Educación.
                Pero para que esto se cumpla, la gratuidad tiene que ser acompañada necesariamente por un proceso importante de democratización, co-gobierno y participación inclusiva, donde se abra espacio para la disputa del modelo educativo en el sentido de la introducción del pensamiento socialista y revolucionario. De esta manera, creemos, se abrirían condiciones favorables para el posible desarrollo de una conciencia de clase a gran escala de la clase trabajadora.
                Para el bloque dominante la principal preocupación en esta materia no es el mecanismo de financiamiento de la Educación (si privado, público, subvencionado, etc), sino el conservar el dominio monopólico de la Educación en cuanto uno de los principales aparatos ideológicos del Estado, de reproducción de la ideología burguesa y las relaciones sociales de producción capitalista.
                Se desprende, entonces, que no hay en rigor una Reforma Educativa si nada más demandamos la transformación del mecanismo económico (de financiamiento), y no nos hacemos cargo sobre todo de las orientaciones ideológicas y culturales que deben guiar la conformación de un nuevo bloque contra-hegemónico de los trabajadores y el pueblo.            

¿Y qué proponen los guevaristas hacia el paro?

                Como Juventud Guevarista USACH sostenemos que ésta es una coyuntura adecuada para dar pasos adelante en la coherencia y profundidad del contenido político de las luchas del movimiento estudiantil, así como en la calidad de las propuestas. Ocupemos el paro para consolidar la organización, trabajar en programas y planificaciones, armarnos de argumentos, fundamentos y herramientas técnicas. Poner las manos en la acción, pero no hacer “activismo”. Realizar agitación entre los estudiantes y el pueblo, pero que sea rica en contenido político y no “agitacionismo”. Lanzarnos a la lucha toda vez que sea necesario, pero de acuerdo con un plan serio de acumulación de fuerzas.
                Debe servir el paro también para avanzar en la conformación de alianzas sociales: con diversos gremios de trabajadores, sindicatos, docentes, estudiantes, agrupaciones político-culturales, etc. Necesitamos comenzar a trabajar en el sentido de una alianza estratégica entre la clase trabajadora y el movimiento estudiantil: levantando las demandas contra la subcontratación, por el co-gobierno educativo y la renacionalización del cobre y otros recursos naturales, por ejemplo.
                La tarea de esta fase es fortalecer el movimiento estudiantil, rearticular el movimiento popular y sentar las bases para el rearme del movimiento obrero. Los estudiantes debemos luchar por obtener conquistas educativas ahora y generar las condiciones ideológicas, teóricas, organizativas y técnicas al interior del movimiento estudiantil para el desarrollo de una política orientada hacia la reconstrucción del movimiento obrero y popular.


¡Que la movilización fortalezca nuestra organización!

A trabajar por construir, fortalecer y multiplicar el Poder Popular.


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