Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

miércoles, 22 de mayo de 2013

La dramática pasividad frente a la calidad de los profesores que se titulan




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En el último resultado de la prueba INICIA, que mide los conocimientos de los egresados de Pedagogía en el país, casi el 50% obtuvo nota insuficiente. Ante ese desolador panorama, Hernán Hochschild, director de Elige Educar, llama la atención sobre el escándalo provocado por el lucro en la Universidad del Mar, sin que nadie pusiera el grito en el cielo cuando “cada año salían de ahí miles de profesores titulados, sin los conocimientos pedagógicos y disciplinarios mínimos, a trabajar en las escuelas del país”. Y se pregunta: “¿Podemos tener educación de calidad para todos si seleccionar, formar y retener a los mejores profesionales para nuestras salas de clases sigue estando en última prioridad?”.
En los últimos resultados de la Prueba INICIA (que mide los conocimientos disciplinarios y pedagógicos de los egresados de carreras de Educación) el 94% de quienes la rindieron como egresados de Pedagogía Básica de la Universidad del Mar, obtuvo insuficiente en conocimientos disciplinarios. Ellos son parte de los 16 mil profesores titulados en Educación cada año, de los cuales se estima que casi el 50% no obtiene un 4.0 en el ítem conocimientos disciplinarios necesarios para educar. Son justamente ellos, así como el resto de esos 16 mil titulados, quienes están encomendados a hacer realidad el discurso que hoy vendemos en Chile: “La educación reducirá las desigualdades; la educación es el camino de las oportunidades”.
Si se sabe que los profesores son determinantes en el aprendizaje de los niños -para bien y para mal- ¿por qué nadie se alarma al constatar que la mitad de los que obtienen un título de profesor cada año, no alcanza un mínimo en sus conocimientos? ¿Por qué les decimos a nuestros niños que su meta debe ser esforzarse por lograr un 7.0, cuando un grupo de profesores titulados pueden salir a hacer clases con menos de un 4.0? ¿Por qué los niños repiten con promedio rojo mientras algunos de sus profesores siguen ejerciendo teniendo un rojo?
Algunos podrán decir que la Prueba INICIA no es un predictor de desempeño en el aula. Y es correcto. Pero es más que razonable suponer que para hacer bien clases y desempeñarse adecuadamente, se necesita saber un mínimo sobre lo que se enseña.
Lo dramático de todo esto es la pasividad del país frente a este panorama, especialmente en momentos en que todos predicamos sobre la mejora de la calidad de la educación. Nos hemos escandalizado con lo ocurrido en la Universidad del Mar, que ha  estado al borde de la quiebra y del cierre por irregularidades varias, pero nadie puso el grito en cielo cuando cada año salían de ahí miles de profesores titulados, sin los conocimientos pedagógicos y disciplinarios mínimos, a trabajar en las escuelas del país.
Aquí se constata la contradicción que vivimos. Todos preocupados por los problemas institucionales de la Universidad del Mar, pero nadie preocupado de la formación que entregó durante años a sus alumnos de Pedagogía, y que tendrá repercusión directa en el aprendizaje de miles de niños en todo el país. Vimos algún reportaje de seguimiento a los médicos de la Universidad del Mar, pero nada respecto a los profesores, y eso que los médicos tienen –o tenían hasta ahora- un examen nacional de habilitación, a diferencia de lo que ocurre con el área de Educación.
Nada de lo que aquí se dice es novedad. Este es un tema archisabido por las autoridades y líderes de opinión de nuestro país. Todos saben que hoy muchas universidades privadas, del Estado e institutos profesionales, basan su oferta educativa para estudiantes de bajo desempeño con carreras de Educación, sin lograr hacer una diferencia positiva en su proceso de formación. En 2012, hubo 8.869 matriculados en carreras de Educación que no utilizaron puntaje PSU para ingresar (lo que representa el 34,6% del total de matriculados en este tipo de carreras). Ello se suma a que el 25% de las instituciones que imparten carreras de Educación no presenta información acerca del puntaje de sus alumnos en esas carreras en particular. Todos saben que la Universidad del Mar no es un caso aislado y que hoy un alto porcentaje de egresados de carreras de Educación no debería estar haciendo clases si de verdad queremos hacer realidad nuestra consigna de “educación de calidad para todos”.
Todos lo saben pero, dramáticamente, nadie toma cartas en el asunto con la urgencia debida.
Frente a este panorama, preguntas obvias: ¿Podemos tener educación de calidad para todos si seleccionar, formar y retener a los mejores profesionales para nuestras salas de clases sigue estando en última prioridad? ¿Podemos aspirar a un cambio de fondo si continuamos indolentes frente a los miles de profesores mal preparados y frente a los miles de niños que luego estarán a su cargo? ¿Podemos atraer más talento a las carreras de Educación con las condiciones laborales actuales? La verdad es que hoy en Chile es mucho más fácil ser un mal profesor que uno de los buenos y eso es grave. Así, a vista y paciencia de todos, seguimos engañándonos. Sabemos que un buen profesor hace la diferencia, pero continuamos indiferentes y calmados frente a la evidencia. Serena continúa la mar.