Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

sábado, 9 de marzo de 2013

Libros escandinavos para entretener a los niños chilenos




Página de un cuento
En la ciudad de Valparaíso, en la costa de Chile, una pequeña biblioteca está tratando de acercar a los niños a un mundo de libros nuevos.
La biblioteca se llama "Libro alegre" y el lugar, de hecho, lo es: está repleto de muñecos de peluche, piezas de lego y una cocina de juguete con comida de plástico.
Pero, más que nada, es un sala repleta de historias.
Imogen Mark, voluntaria de "Libro alegre", dice que la colección es única.
Mark es británica, pero vive en Chile desde hace años.
La mayoría de los libros que recibe proviene de donaciones de los países escandinavos. En Chile los traducen al español, y luego los textos traducidos se imprimen, se recortan y se pegan sobre los originales en danés, sueco o inglés.
"Son libros reciclados que no existen en ningún otro lugar del país", dice.

Una en la costa, otra en la montaña

Contenedores
Los contenedores llegaron en abril cargados de libros.
La biblioteca se encuentra en dos lugares: la mayoría de los libros está en el edificio principal, en la zona turística de Valparaíso, cerca del puerto. El resto del material, en la parte más alta de la ciudad, en un barrio pobre llamado Montedónico.
Para llegar hasta allí hay que tomar un autobús que sube por una calle empinada. Es un área que, al pasar, puede parecer un poco triste.
Las nubes se quedan estacionadas allí, como si no tuviesen más energía para subir hasta el cielo.
Pero en el patio de un pequeño centro médico hay tres contenedores rojos y, en su interior, una sucursal local de "Libro alegre".

Aunque la mayoría de los personajes son rubios y de ojos azules, los niños chilenos se reconocen en las historias.
Los contenedores llegaron de Dinamarca en abril, llenos de libros.
Tienen estantes como cualquier biblioteca y un lugar para que los niños se sienten y disfruten de la lectura.
Evelyn Badilla, bibliotecaria encargada de las instalaciones en Montedónico, dice que los niños se ven reflejados en estos libros.
"Se sorprenden cuando se reconocen a ellos mismos".

Lectura a la antigua

El proyecto fue diseñado por Anna Hansen, una maestra danesa jubilada que vivía y trabajaba en Chile. Cuando regresó a Dinamarca, a mediados de los 90, se le ocurrió la idea.
"Había una brecha enorme", recuerda, "y se me ocurrió crear una biblioteca para ver qué pasaba".
Anna Hansen
A Hansen se lo ocurrió la idea de regreso en Dinamarca, después de haber vivido y trabajado como maestra en Chile.
Durante su tiempo en Valparaíso, Hansen notó que había muy pocos libros disponibles para los niños. Y le pareció una pena que esto les impidiera compartir historias.
Según Imogen Mark, los libros que trajo Hansen también sirvieron para introducir en esta parte del mundo, un nuevo tipo de historias.
Muchos libros para niños en Chile, explica Mark, se quedaron pegados a la década del 50. Tienen como misión mejorar la lectura de los más pequeños y tratan de enseñarles algo. Por lo general, esconden una lección moral, añade.
Son pocos los que sencillamente cuentan una historia desde el punto de vista de un niño, como lo hace por ejemplo "Donde viven los monstruos" de Maurice Sendak, uno de los muchos libros de autores estadounidenses que tiene la biblioteca.
"Libro alegre" comenzó con una colección de 50 libros. En la última década, el equipo tradujo cerca de 1.500. Imogen Mark sabe que, en la mayoría de los casos, los niños que aparecen en los cuentos son rubios y de ojos azules y que las casas que muestran son las típicas de Estados Unidos y Europa.
Biblioteca

La biblioteca empezó con 50 libros, hoy tiene más de 1.500.
"Eso a veces es un poco problemático", señala.
Pero los temas son universales: ¿qué pasa cuando se muere tu abuelo? o ¿cómo te sientes cuando vas a la escuela y nadie quiere ser tu amigo?
El libro más popular de todos, cuenta Mark, es uno protagonizado por el perro Spot. Aunque hay otro de Alemania que los niños adoran.
"Se llama 'El topo que quiere saber quién le hizo caca en la cabeza'".
Los niños que acuden a "Libro alegre" son como los niños de todo el mundo. Les fascina este libro por que cuando lo leen, pueden decir caca todas las veces que quieran.