La investigación de la U. de Chile midió la trayectoria
académica de 144 mil alumnos.
por Paulina Salazar
Si un alumno tiene un bajo desempeño en cuarto básico, lo más probable es que
la escuela no logre hacerlo avanzar cuando llegue a la enseñanza media. La misma
suerte corre para los mejores del curso, quienes mantendrán el nivel y no
progresarán más. Esta fue la conclusión de un estudio realizado por los
economistas de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela y Claudio
Allende.
El estudio analizó el rendimiento de más de 140 mil estudiantes de cuarto
básico que rindieron el Simce en 2002 y lo comparó con el desmpeño del mismo
grupo en la prueba de segundo medio. Además, para hacer comparables los
resultados de los dos Simce, los autores adecuaron los niveles de desempeño de
básica y media.
El resultado: el 60% de los alumnos ubicados en el tercio inferior de
desempeño en cuarto básico, tuvo el mismo rendimiento en segundo medio. Es
decir, la escuela no logró que avanzaran. Y sólo un tercio progresó hacia el
nivel intermedio. Sólo uno de cada 30 avanzó hacia el grupo de mejor
desempeño.
Una realidad similar ocurrió con los estudiantes que en cuarto básico estaban
entre el tercio de mejor resultado. Dos tercios se mantuvieron en el mismo
rendimiento y uno de cada cinco empeoró, llegando al grupo de los de más bajos
resultados.
¿La conclusión? Existe poca movilidad y las escuelas serían incapaces de
lograr que sus alumnos avancen. “En un alto porcentaje, la historia académica de
los niños está definida en los primeros años. Esto se puede frenar con políticas
que pongan el foco en altos estándares de calidad en los primeros años, frenando
la repitencia y no seleccionando a alumnos”, explica el investigador del Ciae,
Juan Pablo Valenzuela.
Sin embargo, hay un leve porcentaje de estos alumnos que sí podrán romper los
parámetros y cambiar su trayectoria escolar. Se trata de los que se posicionaron
en el grupo intermedio: el 50% progresó al llegar a segundo medio.
Al separarlos por nivel socioeconómico, la situación se agudiza. Sólo el 15%
de los estudiantes vulnerables está en el grupo de alto desempeño. En cambio, el
50% de los alumnos de nivel socioeconómico acomodado tiene un alto
rendimiento.
“La falta de conocimiento se profundiza si no aprendiste bien en los primeros
años de escolaridad”, dice Claudio Allende. Agrega “que es necesario reforzar
políticas públicas que apuesten por la enseñanza básica”.