Rodrigo Alarcón L.
La Confech se reunió este fin de semana y convocó a una movilización que
estará marcada por la crisis de la institución. Mientras, en la Cámara de
Diputados se prepara una acusación constitucional contra el secretario de Estado
por su actuación en el caso.
El Primer Juzgado Civil de Viña del Mar declaró la quiebra de la Universidad
del Mar, afectada desde el año pasado por una profunda crisis institucional, que
ha obligado a reubicar a miles de estudiantes.
La justicia designó a la síndico María Loreto Ried para que se haga cargo de
todos los aspectos administrativos y económicos de la institución, mientras que
el síndico suplente será Francisco Cuadrado.
La decisión fue valorada por el Mineduc, donde el subsecretario Fernando
Rojas sostuvo que ahora podrán tomarse las decisiones que las actuales
autoridades de la universidad no habían sido capaces de tomar: “Esto no
significa el cierre de las sedes ni el cierre de las carreras, sino que un
cierre ordenado, donde alguien tiene las atribuciones para tomar decisiones.
Hasta hoy, la falta de voluntad o incluso de capacidad de las autoridades de la
Universidad del Mar ha hecho muy difícil, por no decir imposible, continuar con
las posibilidades de reubicación y continuidad de estudios para los
estudiantes”, dijo.
Por su parte, el rector de la Universidad del Mar, Patricio Galleguillos,
dijo que ahora estará a disposición de la síndico y cuestionó la actitud del
ministerio de Educación, el cual debería “hacerse cargo de su indiferencia y
obcecación frente a los hechos que están ocurriendo”.
En la misma línea, el presidente de la Federación de Estudiantes de la
Universidad del Mar, sede Reñaca, Raúl Soto, afirmó que debería ser el
ministerio el que se haga cargo del plantel.
El dirigente participó el sábado de la reunión de la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech), que llamó a una movilización nacional para el
próximo 11 de abril, la cual estará marcada por el caso de la cuestionada
institución.
Así lo señaló también el presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, quien
consideró “la presencia del síndico es un simbolismo muy fuerte en cuanto cómo
para nuestro Gobierno las universidades son empresas más que centros de
estudios. En general, que menos de tres mil alumnos hayan sido reubicados según
el mismo subsecretario y las dos ausencias del ministro Beyer, cuando ha tenido
que dar explicaciones, demuestran que el famoso plan de reubicación nunca
existió, que el ministro quiso dar un golpe de efecto para hacer como que estaba
haciendo algo. Lamentablemente, con eso se convierte en cómplice de la carencia
de futuro que están teniendo nuestros compañeros”, explicó.
El dirigente afirmó que la crisis de la Universidad del Mar “es el fiel
reflejo de lo que hemos venido develando y es la punta de un iceberg mucho más
grande, que involucra a todo el sistema de educación chileno”.
La quiebra de la institución se produce además mientras en la Cámara de
Diputados se prepara una acusación constitucional contra el ministro Harald
Beyer por su actuación en el caso.
El diputado PPD Rodrigo González, uno de los impulsores de la acción, señaló
que la situación se debe a la complicidad del secretario de Estado: “Estamos en
el peor de los mundos, porque jamás había ocurrido que una universidad fuera
administrada por un síndico de quiebras. Eso es una demostración de la profunda
crisis del sistema educacional, como resultado de que el ministro no ha querido
controlar el lucro en las universidades. El ministro se ha convertido en un
verdadero cómplice, la peor solución que se ha dado a la Universidad del Mar la
dio él, que debió haber intervenido la universidad”, afirmó.
El parlamentario adelantó que las bancadas opositoras se encuentran
estudiando la acusación constitucional, que sería presentada esta semana en el
Congreso.