Publicado: 02.10.2012
Para
el plan estrella de combate al narcotráfico, el gobierno adquirió
densímetros y fibroscopios para detectar drogas, por un total de $ 1.834
millones. Por cada densímetro canceló $ 23,4 millones a un
intermediario, aunque su fabricante los vende en Estados Unidos en $ 4,3
millones. Las adquisiciones son parte del Plan Frontera Norte, que
dirige el ex fiscal Alejandro Peña, y se suman a otras dos compras
polémicas: hornos para incinerar drogas y furgones equipados con escáner
que no funcionan como estaba previsto. El monto global involucrado en
estas adquisiciones se eleva a $ 4.104 millones.
El combate contra el
narcotráfico en que está empeñado el Ministerio del Interior ha
significado en los últimos años una millonaria partida presupuestaria
para su proyecto estrella: el Plan Frontera Norte cuenta para 2012 con
$10 mil millones. Su última adquisición tecnológica fueron 52
densímetros, un escáner portátil, instrumento clave para la detección de
droga. La licitación involucró un gasto de $1.218.540.960. CIPER
investigó el proceso de compra descubriendo que el pago a un
intermediario –Tecnodata, de propiedad de Alfredo Giacoman- significó un
sobreprecio de 400 por ciento.
CIPER rastreó la ruta de los densímetros, hasta llegar a su fabricante en Estados Unidos: SAS R&D Services Inc, y constató que esa empresa vende cada unidad en US$ 9 mil (unos $ 4,3 millones)
en su mercado local. Evidentemente, el costo del transporte a Chile e
internación, además de la garantía y servicio técnico, aumentan el
precio. Los proveedores del rubro indicaron a CIPER que esos costos
extras bordean el 10% del precio original. Pero en este caso, el
incremento fue claramente desproporcionado. El Ministerio del Interior pagó a Tecnodata $23,4 millones por cada equipo.
La licitación de los densímetros fue acompañada de otra adquisición
tecnológica para el combate contra el narcotráfico: 52 fibroscopios,
equipos flexibles que permiten revisar ductos y compartimentos de
difícil acceso, como los estanques de combustible de los vehículos. El
Ministerio del Interior compró cada unidad a un precio de $11,8
millones, en circunstancias que en el mercado chileno hay una empresa
–SID Solution- que vende equipos similares un 30% más baratos. La compra significó un gasto total de $615.706.000.
Ambas adquisiciones se suman a otras dos polémicas compras para el
mismo Plan Frontera Norte, ejecutadas en 2011. Se trata de tres hornos
incineradores de droga y tres furgones provistos de escáner de Rayos X.
Ambos sofisticados equipos no han logrado, hasta la fecha, ser
habilitados para su funcionamiento normal. Los hornos y los furgones
escáner ya en febrero pasado presentaron fallas técnicas e
incumplimiento de normas medioambientales, tal como lo informó un reportaje de CIPER publicado en marzo.
Los tres hornos incineradores costaron $253.361.400.
Se adquirieron luego de que se descubriera que 100 kilos de marihuana
incautados no fueron destruidos en el crematorio del Cementerio General y
volvieron al mercado ilícito. Un problema que persiste a pesar de esta
alta inversión, como quedó en evidencia la semana pasada con el arresto
del sargento segundo del OS-7, Luis Contreras González , cuando
intentaba vender 735 gramos de marihuana a un narcotraficante de La
Legua Emergencia. La droga le fue proporcionada por Viviana Vega,
funcionaria de la Unidad de Decomiso de Drogas del Servicio de Salud,
encargada de la destrucción de los narcóticos incautados por la policía.
Fuentes policiales y del Ministerio de Salud indicaron a CIPER que
los hornos todavía no cuentan con autorización sanitaria, debido a que
dejan residuos o emiten gases en niveles que pueden afectar la salud de
quienes los operan y de los residentes cercanos a la quema (ver recuadro).
El año pasado también se gastaron $ 2.016.600.000 en los tres
furgones escáner a los que hasta hoy no se les ha podido dar el uso que
estaba previsto: revisar vehículos e inmuebles por sorpresa, con el
escáner desplazándose por calles y carreteras. Las autoridades
sanitarias no permitieron exponer de manera indiscriminada a la
población a la radiación de estos equipos móviles.
Sumando los hornos, los furgones escáner, los densímetros y los fibroscopios, las adquisiciones para el Plan Frontera Norte que presentan problemas técnicos o sobreprecio suman un total de $ 4.104.208.360,
equivalentes a unos US$ 8 millones. A cargo de este ambicioso proyecto
del Ministerio del Interior está el ex fiscal Alejandro Peña, el mismo
que estuvo al frente de la controversial investigación del “caso
bombas”. El coordinador de las compras de dicha unidad de la
Subsecretaría del Interior, es otro ex fiscal: Felipe Baeza.
DENSIMETROS BAJO LA LUPA
Los densímetros y fibroscopios fueron vendidos al Ministerio del Interior por Tecnodata,
la única empresa que pudo cumplir los requerimientos de las dos
licitaciones que fueron abiertas por esa cartera el pasado 18 de mayo.
El proceso se cerró tres semanas después: el 7 de junio.
Representantes de otras dos firmas del rubro -Sectrade y SID Solutions-,
dijeron a CIPER que el tiempo que estuvo abierta la licitación, sólo
tres semanas, fue insuficiente para conseguir los montos que el
ministerio pidió como garantía del “fiel cumplimiento del contrato”, un
20% del negocio total, lo que para Tecnodata significó acreditar más de
$366 millones. La ejecutiva de SID Solutions, Rocío Martínez, explicó
que en licitaciones anteriores para equipos similares, abiertas por
otras entidades públicas, esa garantía oscila entre el 5% y el 10% del
valor total de la oferta.
El proveedor beneficiado en estas licitaciones de densímetros y
fibroscopios, Alfredo Giacoman, gerente general de Tecnodata, explicó a
CIPER que él quiso comprar los equipos directamente a su fabricante en
Estados Unidos, la empresa SAS R&D Services Inc.,
pero que le respondieron que no podían venderle ni darle una cotización
de precios porque tenían un representante exclusivo en Chile: Asesorías e Inversiones Santa Victoria Limitada. Una empresa gastronómica dedicada a la importación de productos gourmet, de propiedad de Daniel Weinberger.
Giacoman
asegura que, por esa razón, debió entenderse con Santa Victoria,
empresa que le vendió cada densímetro en US$ 24.564 (unos $ 11,6
millones) y cada fibroscopio en US$14.125 (cerca de $ 6,7 millones). El
total de la compra habría sido de US$ 2.011.867 (alrededor de $955
millones). Para probar que ese fue el precio que pagó por los productos
exhibe una factura proforma extendida por Santa Victoria
con esos valores. Lo curioso es que ese documento mercantil está
fechado el 6 de julio de 2012, el mismo día en que su empresa
–Tecnodata- se adjudicó la licitación.
Si efectivamente Giacoman canceló a Santa Victoria $ 955 millones por
los densímetros y fibroscopios, aún así obtuvo un generoso margen de
utilidades al venderlos al Ministerio del Interior, pues cobró en total
$1.834 millones, lo que da una diferencia de $ 879 millones.
CIPER contactó por correo electrónico a Ted Sas, propietario de la
firma norteamericana SAS R&D Services Inc. y le consultó por el
precio al que comercializa en Estados Unidos su densímetro K910B, que es
el modelo que Tecnodata vendió al Ministerio del Interior. Para evitar
que Ted Sas respondiera que debíamos contactar a su representante en
Chile, la consulta se formuló indicando que los equipos eran requeridos
para el servicio de aduanas de Uruguay, país donde SAS R&D Services
no tiene representación. La respuesta de Ted Sas está fechada el 4 de septiembre pasado y en ella indica que el precio del equipo K910B es de US$ 9 mil (unos $4,3 millones).
Asimismo, CIPER solicitó a Procomex -empresa especializada en compras
por encargo y transporte hacia Chile de productos fabricados en el
exterior-, que cotizara en la casa matriz de SAS R&D Services el
precio del densímetro K910B. Ted Sas respondió a Procomex que si el equipo era para Chile, debía entenderse con su representante en nuestro país.
Si el ministerio hubiese comprado directamente a la firma de Ted Sas,
los 52 densímetros le habrían costado US$ 468 mil, equivalentes a unos $
222,3 millones. Es decir, cerca de $990 millones menos de lo que pagó a
Tecnodata.
Una fuente de la PDI que ha participado en la compra de equipos
similares para la policía civil, dijo a CIPER que los fabricantes se
niegan a vender directamente y obligan a las instituciones públicas
interesadas en estos productos a entenderse con sus representantes en
Chile, los que ponen sobreprecios altísimos.
EL MERCADO DEL SOBREPRECIO
Según relataron a CIPER usuarios y proveedores de estos productos, el
mercado en Chile estaba repartido entre tres empresas representantes de
los fabricantes: Tecnodata, Asesorías e Inversiones Santa Victoria Limitada y Sectrade. A ellas se sumó desde 2009 una cuarta empresa: Seguridad Geo.
Tecnodata, cuyo dueño es Alfredo Giacoman, le vende principalmente a Carabineros. Lo mismo ocurre con Sectrade,
de propiedad de Fernando y Francisco Cordero, hijos del ex general
director de Carabineros y actual presidente de los generales en retiro
de dicha institución, Fernando Cordero Rusque. Esta
empresa está vinculada a las irregularidades detectadas por CIPER en las
millonarias compras realizadas por el Departamento de Tecnologías de la
Información y Comunicaciones de Carabineros (vea reportaje publicado por CIPER).
Asesorías e Inversiones Santa Victoria Limitada, de
propiedad de Daniel Weinberger, tiene como cliente frecuente al Servicio
de Aduanas, entidad que registra compras a esa empresa en 2006, 2008 y
2010. La última empresa llegada al club es Seguridad Geo, que tiene como
único cliente a la Policía de Investigaciones (PDI). Su dueño es René
Castellón Argota, ex subdirector operativo de la PDI y actual asesor de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior, con un honorario bruto de $ 2,8 millones. Seguridad Geo fue creada en 2009 con un capital de $7 millones.
Como la mayor parte de los densímetros y fibroscopios licitados
recientemente por el Ministerio del Interior están destinados a
Carabineros, para los proveedores del mercado era Tecnodata la empresa
mejor posicionada para quedarse con el negocio. Y así fue. Un
funcionario policial confirmó a CIPER que de los 52 densímetros, 37
serán para Carabineros, diez para la policía civil y cinco quedarán en
manos del ministerio. Idéntica repartición tendrán los fibroscopios.
CIPER se contactó con la empresa Santa Victoria, que representa en
Chile los productos del estadounidense Ted Sas, para saber qué factores
hacen que suba tanto de precio un densímetro que ese fabricante
comercializa en $ 4,3 millones y que ellos vendieron a Tecnodata en $
11,6 millones. Roberto Weinberger, director comercial de Santa Victoria y
hermano del dueño de la empresa, declinó informar al respecto.
Roberto Weinberger figura como representante de Santa Victoria en la
licitación realizada en 2010 por el Servicio de Aduanas, en la que le
vendió en $ 13,5 millones el densímetro K910, similar al que ahora
Tecnodata ofertó al Ministerio del Interior en $19,6 millones (vea la orden de compra y la oferta económica
que hizo Santa Victoria a Aduanas). Con este antecedente, ¿por qué el
Ministerio del Interior no compró estos equipos directamente a Santa
Victoria en vez de cerrar el trato con un segundo intermediario que
cobró un 45% más caro? ¿Por qué en las bases de la licitación de los
densímetros el Ministerio del Interior estimó como precio límite
referencial cerca de $29 millones por equipo, en circunstancias que sólo
dos años antes el mismo producto fue adquirido por Aduanas en $ 13,5
millones?
Respecto a la gran diferencia entre lo cobrado por Tecnodata y el
precio de venta ofrecido por el fabricante en Estados Unidos, el
Ministerio del Interior respondió a CIPER, a través de su oficina de
prensa: “Este proceso -así como otros certámenes desarrollados a través
del Portal Mercado Público- se inspiró en el principio de libre
concurrencia por parte de los interesados. Asimismo, no corresponde a
esta entidad instar a los proveedores, de una forma distinta a la
señalada, a participar del proceso (…). Finalmente, este ministerio no
cuenta con evidencia objetiva que permita verificar los valores
aseverados por usted, por lo que no es posible pronunciarse sobre ese
particular”.
“De acuerdo a nuestros antecedentes, existen dos proveedores
-Sectrade y Tecnodata- en condiciones de ofertar equipos medidores de
densidad como los que licitó este ministerio”, señala la respuesta de la
cartera. Del último párrafo se desprende que los especialistas del
Ministerio del Interior desconocían que Santa Victoria comercializa
también estos equipos en Chile, que los había vendido a un precio
sensiblemente más barato a Aduanas y que era, además, la proveedora de
Tecnodata, la empresa que finalmente se adjudicó la licitación.
ORDEN DE COMPRA EN DOS MINUTOS
Las
licitaciones de densímetros y fibroscopios realizadas por el Ministerio
del Interior, según el registro de Chile Compra, figuran como
adjudicadas a Tecnodata el día 6 de julio de 2012. Lo curioso es que
tras la adjudicación, casi automáticamente se concretó la orden de
compra en ambas licitaciones. La adjudicación de los densímetros quedó
registrada a las 15:32 y la orden de compra se emitió sólo dos minutos
después: a las 15:34. Respecto de los fibroscopios, la adjudicación fue a
las 15:36 y la orden de compra se materializó a las 15:38. Un segundo
dato extraño merece la atención: las órdenes de compra se emitieron
antes de que se firmaran los contratos entre Interior y Tecnodata. No
hay copia de los contratos en el portal de Chile Compra.
De acuerdo a la información proporcionada por el Ministerio del
Interior a CIPER, el contrato se habría firmado el 22 de agosto. La
cartera se excusó de entregar una copia: “Es necesario precisar que el
referido contrato aún no se ha subido al Portal Mercado Público pues se
encuentra pendiente la total tramitación del decreto que lo aprueba. Por
tal motivo, no es posible entregar, en esta oportunidad, copia del
mismo”.
Alfredo Giacoman, gerente de Tecnodata, también se excusó de
proporcionar el documento porque, según dijo, el ministerio no le
entregará copia hasta que termine de revisarlo la Contraloría.
El abogado asesor de Chile Compra y encargado de Transparencia de ese
organismo, Andrés Ruiz, dijo a CIPER que una orden de compra debe
emitirse después de la firma del contrato: “Para todas las licitaciones,
no solo para las de más de 1.000 UTM (unos $39,6 millones), la firma
del contrato debe realizarse después de la adjudicación y antes de la
orden de compra. Ahora bien, con licitaciones superiores a 1.000 UTM
corresponde necesariamente la celebración de un contrato. Así viene
estipulado en el Decreto Supremo 250 del 2004, del Ministerio de
Hacienda”.
-¿Es normal que en una licitación pasen dos minutos entre la adjudicación y la orden de compra?
-Si es un contrato sobre 1.000 UTM, es algo que requeriría de mayor
aclaración. La verdad es que… puede haber varias posibilidades: una, que
efectivamente esté todo listo (se ríe). La otra, que la adjudicación se
haya hecho antes en soporte papel, se publicó tardío y acto seguido se
emite la orden de compra. En todo caso, faltaría el contrato… Es algo
que, de todas maneras, requeriría una explicación por parte del servicio
aludido. No necesariamente constituiría una irregularidad, pero
ciertamente hay algo que requiere mayor explicación -señala el abogado
Ruiz.
De acuerdo a testimonios de ejecutivos que trabajan en el rubro,
muchas veces las órdenes de compra son utilizadas por las empresas
beneficiadas con las licitaciones para conseguir créditos que les
permiten financiar el negocio. En el caso particular de estas dos
licitaciones, el dueño de Tecnodata, Alfredo Giacoman, reconoció a CIPER
que su empresa requería crédito para pagar los equipos que compraría a
Santa Victoria, representante de los productos de Ted Sas en Chile. La
versión de Giacoman es que, como Sas se negó a venderle directamente, él
le compró a Santa Victoria los densímetros y fibroscopios. De esta
manera, Santa Victoria financió la operación y Tecnodata tramitó una carta de crédito de importación emitida por el Banco Santander para pagarle a Weinberger.
Las compras del Plan Frontera Norte están bajo la supervisión del
jefe de la División de Estudios de la Subsecretaría del Interior, el ex
fiscal Felipe Baeza, quien se hace asesorar por el subprefecto de la
PDI, Iván Villanueva Berindiague. Y aunque las compras que han aprobado
-los hornos incineradores, furgones escáner, densímetros y fibroscopios-
han resultado controversiales, ambos viajaron en los últimos días a
Finlandia para conocer la tecnología que usa ese país en el control de
su extensa frontera con Rusia. El viaje tuvo lugar entre el 22 y el 29
de septiembre y los pasajes fueron financiados por la embajada chilena
en Finlandia. Así lo confirma el decreto
que autorizó la salida en comisión de servicio del coronel de
Carabineros Gerardo Concha Ortega, quien integra el equipo que acompañó a
Baeza, documento que lleva la firma del ministro Rodrigo Hinzpeter.
HORNOS SIN AUTORIZACION
El subsecretario Rodrigo Ubilla señaló a El Mercurio el pasado jueves 27 de septiembre
que de los tres hornos portátiles para incinerar droga comprados con
presupuesto del Plan Frontera Norte, uno fue destinado a Arica, otro a
Antofagasta y el tercero quedó en Santiago. En la misma nota, Ubilla
indicó que en el caso del horno destinado a la Región Metropolitana
“durante el año pasado tuvimos una dificultad porque hubo una emanación
superior de gases a los que están autorizados”.
CIPER consultó en el Servicio de Salud Metropolitano Norte, donde
está destinado el horno incinerador, cómo ha funcionado ese equipo. Los
funcionarios, que pidieron reserva de sus identidades, indicaron que
este aún no cuenta con autorización sanitaria para operar, porque deja
residuos y emite gases que pueden afectar la salud de quienes manejan el
sistema y de los vecinos que residen en las zonas aledañas. Las mismas
fuentes señalaron que, aún cuando no cuenta con autorización sanitaria,
se ha hecho funcionar el horno a nivel experimental. La última de estas
demostraciones estaba programada con participación de funcionarios de la
Seremi de Salud, que deben aprobar su funcionamiento.
Respecto del horno enviado a Arica, los departamentos de
comunicaciones de la Seremi de Salud y del Servicio de Salud de esa
región, respondieron a CIPER que “por razones de seguridad”, tenían
instrucciones de no entregar información sobre la materia.
A diferencia de lo obrado en este mismo rubro por el Ministerio del
Interior, el gobierno regional de Iquique compró un cuarto horno,
similar a los tres adquiridos para el Plan Frontera Norte, pero como el
aparato presentó fallas técnicas, fue devuelto al proveedor. Y la
licitación quedó sin efecto. La directora del Servicio de Salud
regional, doctora Adriana Tapia Cifuentes, indicó a CIPER que “el
llamado a licitación que esta institución realizó para la adquisición de
un horno incinerador de drogas, se hizo a través de fondos FNDR (Fondo
Nacional de Desarrollo Regional), proceso que se cerró sin éxito ya que
los productos ofertados no cumplieron con los términos de referencia
exigidos por este servicio”.