Ciencia
El gran impacto extraterrestre de México
Científicos encuentran nuevas pistas que relacionan la desaparición de los grandes mamíferos y el descenso de la población humana en Norteamérica hace unos 13.000 años con la caída de un gran objeto espacial
Día 05/03/2012 -
Hace unos 13.000 años, animales de gran tamaño como mamuts, mastodontes y perezosos gigantes
como un vehículo utilitario, desaparecieron de los bosques de
Norteamérica por motivos que los científicos aún no han sido capaces de
determinar con precisión. Existen numerosas teorías sobre este misterio,
pero una de las más famosas, y también más controvertidas, apunta al impacto de un asteroide u
otro objeto espacial como principal autor de la catástrofe. Ahora, un
nuevo estudio realizado por científicos del Instituto Geológico de
EE.UU. en California aporta nuevas pistas que refuerzan la hipótesis.
Los investigadores han descubierto inusuales materiales de impacto -incluidos
esférulas magnéticas y nanodiamantes- en un capa de sedimentos del lago
Cuitzeo, en el centro de México. De lo que no tienen duda es de que
algo cayó del cielo.
Los
científicos, que han publicado sus resultados en la revista Proceedings
de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS, por sus siglas en
inglés) creen que un importante impacto extraterrestre ocurrido
aproximadamente hace 12.900 años pudo haber contribuido al enfriamiento
brusco del clima, lo que se conoce como Dryas Reciente. Este período helado, según esta teoría, contribuyó a la coincidente disminución de la población humana norteamericana
y, al mismo tiempo, a la extinción de los grandes mamíferos que
reinaban en la zona. Según ellos, los materiales encontrados no se
pueden explicar por ningún mecanismo conocido terrestre.
Lo que se sabe con certeza es que más de 35 familias de animales desaparecieron
en aquella época, incluidas las estrellas de la megafauna de la edad de
hielo, los mamuts y mastodontes. Según otra investigación publicada en Science
anteriormente, el proceso de extinción fue gradual y duró mil años,
pero los autores de ese estudio creen que la desaparición de animales se
produjo antes del supuesto cataclismo y no después.