Un fenómeno emergente en Santiago: el nuevo tipo de segregación”

Lunes 28 de Febrero 2011

Por Julio Hurtado

Un fenómeno muy interesante, desde el punto de vista analítico, se está dando en la ciudad de Santiago. Por un lado, existe unanimidad en cuanto a considerar a nuestra ciudad como muy segregada. De una parte, riqueza extrema y de otra, insoportable pobreza. Mundos que casi no se tocan.
Sin embargo, por otro lado, algunos estudios y la realidad concreta, nos muestran que la segregación no se da a la tradicional usanza, en la cual los sectores de altos ingresos vivían en un cono con base en la plaza Italia y que seguía al oriente por el río Mapocho y por la avenida Irarrázabal. Incluso existía el dicho, hoy casi en desuso, “de Plaza Italia para arriba”, o bien se hablaba de “el barrio alto”.
Hoy vemos que la oferta inmobiliaria para sectores de clase media alta de 3 o 4 mil UF (80 millones) se ha diversificado territorialmente. Ya no está tan solo en el sector oriente, en el barrio alto, sino que también en el norte, en el occidente y en el sur de la ciudad.
Es así que vemos ofertas de viviendas orientados a sectores medios altos, en Chicureo, Huechuraba, Peñalolén, Pudahuel, Maipú, La Florida, etc. Todos lugares en los cuales estas nuevas viviendas de clase media alta conviven con sectores de bajos ingresos, tradicionales habitantes de esos lugares.
Quiere decir esto que Santiago está creciendo con un mayor equilibrio social?
No, lamentablemente no es así. Estas nuevas localizaciones para sectores de altos ingresos se explican por un creciente y exitoso proceso de especulación con la renta de la tierra urbana, y por el  agotamiento del suelo urbano disponible en el área oriente de la ciudad, tradicionalmente destinada a estos sectores emergentes y de altos ingresos.
Incluso se construyen nuevas carreteras privadas para vincular estas nuevas localizaciones con el tradicional barrio alto.
Por lo tanto, estas nuevas localizaciones tienden a profundizar la segregación, aunque de una nueva manera. Ahora la segregación adquiere la forma de los barrios cerrados, condominios, que aíslan estas nuevas localizaciones respecto a  la pobreza del entorno (tal vez esperando que por la valorización del suelo, estos bolsones de pobreza, originales habitantes de esos lugares,  sean expulsados).
Pese a que esta nueva situación trae beneficios a los sectores populares que viven en esas áreas (nuevos trabajos, mejores servicios, etc), en esta nueva modalidad de asentamientos urbanos de los sectores de altos ingresos, la segregación continúa.