Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

jueves, 3 de febrero de 2011

Juan Stambuk

Cáncer hoy. Un futuro optimista

Cáncer de la vesícula biliar: Una realidad dolorosa

Feb. 03 , 2011




La incidencia del cáncer  de la vesícula biliar  en nuestro país es muy elevado y como lo mencionamos en el blog anterior, está directamente relacionado con los cálculos vesiculares. Lo importante del tema es que miles de muertes  por esta causa en Chile podrían evitarse si  el público  tuviese mayor información y mejores  hospitales públicos que  pudiesen solucionar el problema de la listas de espera para colecistectomia por colelitiasis.  En mi  práctica  médica, solo en dos oportunidades he evaluado a pacientes, ambos jóvenes, con cáncer vesicular sin cálculos en la vesícula ;en ambos casos, el tumor  estaba  avanzado y  fuera de posibilidades de resección quirúrgica, que  digámoslo, es el único acto médico que puede  curar esta  enfermedad. De acuerdo a lo señalado en las estadísticas  del minsal  esta enfermedad es   la primera causa de muerte por cáncer en la mujer chilena, y repito esta patología se presenta en pacientes   del sistema público chileno,   en   el cual   existen largas listas de espera para tener la posibilidad de operarse de la  vesícula. En cambio, en el sistema privado o en los hospitales militares su incidencia es bajísima, inferior al 0.5%  de los casos operados.
Clinicamente, ésta enfermedad   se presenta en  tres circunstancias diferentes:
a.- En situación  PREOPERATORIA. En éstos casos se sospecha el diagnóstico por el dolor y a veces por la ictericia  progresiva ; se  trata de tumores avanzados  que a la ecografía y escaner abdominal  muestran infiltración del hígado y/o metástasis del hígado  y/o linfonodos (ganglios) comprometidos. En esta situación el tratamiento es paliativo  y podría utilizarse la quimioterapia con gemcitabina, tema  que comentaremos más adelante.
b.- Hallazgo  INTRAOPERATORIO, en el curso de una cirugía planeada en forma programada  para extirpar la vesícula o en el curso de una cirugía de urgencia. El cirujano tomará las decisiones  pertinentes dependiendo del apoyo que tenga en ese momento( biopsia rápida) y de su experiencia quirúrgica.
c.- En el  POSTOPERATORIO. En este caso, el paciente ya  fue sometido a una colecistectomía electiva   y en  la biopsia de la pieza  se informa que  se había desarrollado un cáncer vesicular. Una vesícula inflamada en forma aguda o crónica tiene un aspecto  macroscópico, a la inspección  visual, muy difícil de distinguir de un cáncer precoz o  intermedio. En estas circunstancias el paciente, muy afligido por esta noticia inesperada, debe  derivarse a un especialista que  sugerirá las conductas apropiadas. En éste tema hay mucha discusión entre los expertos sobre  las modalidades terapéuticas.
Hace dos años me correspondió dirigir una reunión de consenso en  el contexto del congreso anual del colegio americano de cirujanos. Es interesante destacar que  aunque existen ciertas discrepancias en aspectos de técnica quirúrgica, ellas son menores y en los casos en que está indicado, dependiendo de la etapa, se realizará  una reintervención  que consiste en una resección hepática y de los ganglios regionales (linfadenectomía) .  Debo destacar  que no hay evidencia científica consistente que demuestre que, la  quimioterapia y la radioterapia  indicados como complemento a la cirugía aumenten la sobrevida en los pacientes operados. Esto, es fruto de la ausencia de investigación clínica, por cuanto esta enfermedad es muy poco frecuente en USA y Europa, donde  se ubican los grandes hospitales  que investigan, por lo que  no tenemos datos  suficientes. En  Chile no hay estudios concluyentes ya que no hay apoyo público ni privado para realizarlos y  entonces,  entramos en la situación de recomendar tratamientos costosos sobre los cuales, no tenemos información suficiente. Existe una presión del paciente y sus familiares  por agotar los medios para tratar al  paciente, por lo que, es necesario plantear con honestidad las ventajas y desventajas  del tratamiento. Además, las estadísticas revelan que, aunque tratados con todas las  modalidades disponibles, las recaídas son frecuentes, pero como, salvo la etapa clínica no tenemos medios para preveer los resultados  de  los tratamiento, entonces, cuando está indicado, el paciente debe tratarse.
Frente a una situación tan compleja como el cáncer vesicular, debemos insistir en la recomendación: todo paciente portador de colelitiasis, debe operarse , y así  evitará un cáncer muy  agresivo y letal.
31/01

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