Juan Stambuk
Cáncer hoy. Un futuro optimista
Cáncer de la vesícula biliar: Una realidad dolorosa
Feb. 03 , 2011
La incidencia del cáncer de la vesícula biliar en nuestro país es muy elevado y como lo mencionamos en el blog anterior, está directamente relacionado con los cálculos vesiculares. Lo importante del tema es que miles de muertes por esta causa en Chile podrían evitarse si el público tuviese mayor información y mejores hospitales públicos que pudiesen solucionar el problema de la listas de espera para colecistectomia por colelitiasis. En mi práctica médica, solo en dos oportunidades he evaluado a pacientes, ambos jóvenes, con cáncer vesicular sin cálculos en la vesícula ;en ambos casos, el tumor estaba avanzado y fuera de posibilidades de resección quirúrgica, que digámoslo, es el único acto médico que puede curar esta enfermedad. De acuerdo a lo señalado en las estadísticas del minsal esta enfermedad es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer chilena, y repito esta patología se presenta en pacientes del sistema público chileno, en el cual existen largas listas de espera para tener la posibilidad de operarse de la vesícula. En cambio, en el sistema privado o en los hospitales militares su incidencia es bajísima, inferior al 0.5% de los casos operados.
Clinicamente, ésta enfermedad se presenta en tres circunstancias diferentes:
a.- En situación PREOPERATORIA. En éstos casos se sospecha el diagnóstico por el dolor y a veces por la ictericia progresiva ; se trata de tumores avanzados que a la ecografía y escaner abdominal muestran infiltración del hígado y/o metástasis del hígado y/o linfonodos (ganglios) comprometidos. En esta situación el tratamiento es paliativo y podría utilizarse la quimioterapia con gemcitabina, tema que comentaremos más adelante.
b.- Hallazgo INTRAOPERATORIO, en el curso de una cirugía planeada en forma programada para extirpar la vesícula o en el curso de una cirugía de urgencia. El cirujano tomará las decisiones pertinentes dependiendo del apoyo que tenga en ese momento( biopsia rápida) y de su experiencia quirúrgica.
c.- En el POSTOPERATORIO. En este caso, el paciente ya fue sometido a una colecistectomía electiva y en la biopsia de la pieza se informa que se había desarrollado un cáncer vesicular. Una vesícula inflamada en forma aguda o crónica tiene un aspecto macroscópico, a la inspección visual, muy difícil de distinguir de un cáncer precoz o intermedio. En estas circunstancias el paciente, muy afligido por esta noticia inesperada, debe derivarse a un especialista que sugerirá las conductas apropiadas. En éste tema hay mucha discusión entre los expertos sobre las modalidades terapéuticas.
Hace dos años me correspondió dirigir una reunión de consenso en el contexto del congreso anual del colegio americano de cirujanos. Es interesante destacar que aunque existen ciertas discrepancias en aspectos de técnica quirúrgica, ellas son menores y en los casos en que está indicado, dependiendo de la etapa, se realizará una reintervención que consiste en una resección hepática y de los ganglios regionales (linfadenectomía) . Debo destacar que no hay evidencia científica consistente que demuestre que, la quimioterapia y la radioterapia indicados como complemento a la cirugía aumenten la sobrevida en los pacientes operados. Esto, es fruto de la ausencia de investigación clínica, por cuanto esta enfermedad es muy poco frecuente en USA y Europa, donde se ubican los grandes hospitales que investigan, por lo que no tenemos datos suficientes. En Chile no hay estudios concluyentes ya que no hay apoyo público ni privado para realizarlos y entonces, entramos en la situación de recomendar tratamientos costosos sobre los cuales, no tenemos información suficiente. Existe una presión del paciente y sus familiares por agotar los medios para tratar al paciente, por lo que, es necesario plantear con honestidad las ventajas y desventajas del tratamiento. Además, las estadísticas revelan que, aunque tratados con todas las modalidades disponibles, las recaídas son frecuentes, pero como, salvo la etapa clínica no tenemos medios para preveer los resultados de los tratamiento, entonces, cuando está indicado, el paciente debe tratarse.
Frente a una situación tan compleja como el cáncer vesicular, debemos insistir en la recomendación: todo paciente portador de colelitiasis, debe operarse , y así evitará un cáncer muy agresivo y letal.
31/01
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