¿Sirve?
Interesante pregunta que pareciera estar de más en algunas situaciones. Pero solo pereciera. Es el caso de muchas asignaturas que hoy en día son miradas por debajo de su verdadera importancia, en nuestro medio educacional nacional. Veamos ahora el asunto del ramo “Educación Física”. Algunos confunden esta área del saber con el famoso grito de guerra “¡¡¡A la cancha, a jugar una pichanga!!!” Pero, ¿será eso el verdadero significado de “Educación Física”? ¿Hablamos aquí de “Aprendizaje” también? ¿Qué tan compleja y beneficiosa es esta disciplina? ¿Se da la importancia debida a un asunto como este?
Aquí entro a algo personal. Un buen amigo nuestro es el hermano del joven profesor de Educación Física que fue asesinado hace unas semanas en Alemania. Este joven docente había partido, dejando a su familia en Chile (padres, hermanos, amigos, etc.), para perfeccionar sus conocimientos como profesional, con el propósito de retornar en un futuro y dar a conocer lo aprendido a estudiantes de su nación. Algo en busca de mejorar la calidad de vida de aquellos a quienes deseaba alcanzar y beneficiar. Era su deseo. Ahora, si este ramo, “Educación Física”, es solo “hacer deportes” y jugar “pichangas”, ¿a qué hacer tanto sacrificio e ir a un país que queda tan lejos, dejando a los suyos, para aprender más y mejor? Bastaría con una pelota de plástico y nada más. ¿Se defraudó entonces a sí mismo este valioso joven profesor chileno, para quién uno de sus valores estaba centrado en ayudar, bendecir a otros con mejores conocimientos? Mi respuesta es un rotundo no.
Sin embargo, el hecho es que uno de los puntos a discutir entre miembros del Congreso Nacional la pasada LGE fue si esta rama de la enseñanza era realmente necesaria. Y no pocos preguntaron si no sería mucho una hora de educación Física a la semana para los estudiantes. Obviamente lo negarían en público, pero a quienes lo escuchamos entre las paredes del lugar, no podremos hacerlo. Tal cosa en medio de una enorme crisis, en lo que a obesidad infantil se refiere. Probablemente se puede atribuir al desconocimiento de lo extremadamente importante del asunto. ¿Qué es educar físicamente a un ser humano? ¿Aprende algo con esta clase de asignatura? ¿Por qué los mejicanos y estadounidenses han efectuado serios estudios que involucran a la Educación Física y el Proceso del Aprendizaje? Probablemente para botar dinero y perder el valioso tiempo. ¿Cree Usted? ¿O será que algo tiene que ver el ser “Educado” físicamente hablando, y un mejor desarrollo de los aprendizajes? Estoy seguro de que los exponentes de esta tremendamente valiosa asignatura tienen la palabra aquí. De hecho, han sido poco tomados en cuenta para dicha cuestión. Creo que debieran levantar la voz de manera muy seria y contundente.
Lo formalmente grave en este punto es que el dicho “mente sana en cuerpo sano” debiera considerarse atentamente, ya que la “cabecita” de los chilenos está cada vez más frágil y delicada, por decirlo de alguna manera. Por ello las Farmacias proliferan y no el practicar una sana “educación Física”. Incluso, en el presente, los padres mal educan a los niños, y a sí mismos, apoyándose en pastillas para “adelgazar” en verano, en “comida chatarra” en invierno, etc., con el fin de librarse de las molestias de cocinar sano, y hacer ejercicios convenientes, además de otras cosas. ¿A qué nos lleva todo esto? ¿No es un hecho que la vida fácil tiende a traer lamentables consecuencias para quienes la practican tan alegremente?
Parte de la llamada “Reforma de la Educación” a la que ya nos invitó el actual Presidente debe atender de manera diligente tan complejo tema. No solo con el fin de honrar a personas como el hermano de nuestro amigo. También para cumplir con la premisa de que la educación debe propender a ayudar de manera completa a una mejor y más íntegra “Formación” de los seres humanos.
Nuestra población necesita en forma urgente ser educada físicamente, algo que no se logrará jamás con una horita a la semana de esa asignatura (lo que la transforma en una labor de simple y ordinaria subsistencia). Mejor nos iría entonces si hacemos jugar a los chicos sus “pichangas” dos o tres veces a la semana. Pero eso solo sería un muy lamentable y lastimoso substituto de lo verdadero. Algo así como pretender que un niño aprenda a hablar inglés luego de pasar por un año en que le dieron solo una hora de clases al mes de ese idioma. Por otro lado. un cerebro mejor oxigenado ayuda al aprendizaje. Es de suponer que una buena educación en lo físico ayuda también al desarrollo de un aparato óseo fuerte, pulmones sanos, musculatura resistente, etc. Pero creo que es muchísimo más que eso.
Así, como se destinan más horas en la enseñanza de lenguaje, la necesidad de que se tome realmente en serio esta asignatura, que debiera comenzar con la “Estimulación Temprana” para los bebes en sala cuna (pues es comprobable que les ayuda mucho en su desarrollo motor y en otras cosas más), tiene carácter de urgencia. No somos cerebros con piernas, sino que entidades integrales. Completas. Además de que la buena “Educación Física” estimulará al desarrollo de una mejor autoestima, y permitirá un profundizar en el autoconocimiento, algo en lo que los orientales nos llevan gran ventaja. Es tiempo de acelerar.
CCC
PSICOPEDAGOG
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