Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

sábado, 29 de enero de 2011



Yo fumo, así que dame las gracias

29-01-2011
Aterrado con la noticia, comencé a tantear entre los inquilinos del Congreso si esta espeluznante decisión tendría los secuaces suficientes para convertirse, en ley. 
Escrito por Matias Carrozzi


El pasado 17 de enero Jaime Mañalich me arruinó el día al anunciar que le daría suma urgencia a un proyecto presentado por el talibán Senador del PRO Guido Girardi que, resumiendo, pretende ampliar las ya insoportables restricciones de dónde puedo fumarme un puchito.

Aterrado con la noticia, comencé a tantear entre los inquilinos del Congreso si esta espeluznante decisión tendría los secuaces suficientes para convertirse, en el corto plazo, en ley y gracias a Dios me di cuenta que no (por ahora).

Hecho esto, más tranquilo y apelando a mi más detestable sentido del humor, emprendí discusiones con todo aquel que se atreviera a promover la idea, entre ellos, el mismísimo Ministro de Salud y la Karla Rubilar. Aclaro que a Girardi no le di boleto ya que siempre termina haciéndose la víctima.

La Diputado por Renca, muy tierna ella, trató por todos los medios de convencerme y repasó cual profesora normalista los daños que dicen el tabaco le provoca tanto a quienes fumamos como a quienes tienen la desgracia de convivir con nosotros.

No quise desmantelarle el discurso, así que respetuosamente dejé que redundara en algo que, hay que decir, tengo más que claro. Por más fotos, cifras y videos que me muestren, la acción terrorista no funciona. A pesar de lo idiota que te resulte mi indiferencia, que quieres que te diga, no logro transformar esos argumentos e imágenes en algo eficaz para dejar de fumar.

Me gusta fumar, conozco los riesgos y testifico que lo seguiré haciendo. Correcto, no es muy inteligente, pero nadie es perfecto.

En fin, parece que la Karla se dio cuenta porque terminó la plática fieramente, muy distinto a lo de Jaime, tipo con un exquisito sentido de humor, pero que tristemente me regaló el peor y más infantil argumento de todos: la plata.

Le dije a Mañalich que tenía quince mil colillas listas para ir a redecorar su oficina, broma fome pero eficiente para exponer mi rechazo a la medida. Supuse que el Ministro, sorteando el instructivo que les preparó la Ena, me devolvería el dardo con otra broma, pero me sorprendió transformando los puchos en cajetillas y las cajetillas en plata, cerrando el argumento con una emotiva alusión (marketing emocional, muy de moda): con ese dinero “podría mantener 10 personas por un mes”.

¿Mi respuesta?: “de los cuales 50% (+ -) van al fisco, así que ya lo hago”.

Pero utilicemos el error de Jaime y desarrollemos (aunque no me agrada) un poco más la idea de las lucas involucradas en este tema.

¿Sabes cuánto recauda Chile gracias a los fumadores?. Más de 550 mil millones de pesos, según el informe del tesoro año 2009. Ojo, sin calcular las alzas de impuesto y precio del 2010 y 2011, las que evidenciarán un notable aumento en la recaudación fiscal por este concepto. Es decir, deberían golpearse con una piedra el pecho y, mínimo, darnos las gracias.

Misma cosa podrían pedir los amantes del trago o quienes tienen la mala costumbre de echarle bencina al auto (que también hace fumar al resto Jaime).

Sigamos. La ley actual hizo que muchos gastaran no poca plata en separar ambientes, comprar extractores y toda la huarifaifa. ¿Para qué?. ¿Les devolverán lo invertido?. ¿O es que como a los gallegos se les ocurrió, ahora hay que replicarlo en Chile?. ¿No son suficiente los trenes?.

Un último dato económico. Un amigo avecindado en España me comentó que los fumadores no sólo siguen humeando, sino que ahora la autoridad anexó el problema del “perro muerto”. Con el pretexto de salir a fumar los tipos se van sin pagar. Pero eso jamás pasaría en Chile, ¿cierto Jaime?.

Listoco el punto y aclarado el error argumental, vamos a la contradicción política detrás de esta idea.

Encuentro una patudez del porte de una catedral el que los liberastoides, por un lado, intenten legislar sobre mi derecho a abortar, a votar cuando quiera, a matarme (eutanasia) o casarme con un gallo más peludo que yo, entre otras barbaridades, mientras por la otra pretenden castrar mi derecho a fumar en paz.

Es que no sólo fumas tu po’h Carrozzito, me dijeron varios en Twitter. Cierto, pero ¿quién te obliga a estar cerca de un fumador?. Como tampoco nadie te obliga a entrar a la zona de fumadores.

¿Y los garzones?, me preguntó la Karla. Más simple aún: que contraten fumadores. Mueren 30 mil personas al año, insistió la congresista. Mira el lado positivo le contesté, aumenta el ingreso per cápita.

Bromas más o menos, reconozco que no es muy popular, ni muy inteligente, andar defendiendo el pucho. Pero adivina… me da lo mismo. No soy autoridad, ni candidato, ni pierdo el sueño si bajo en las encuestas. ¿Quedó claro?.

Y por último, si insisten en llevar esto al siguiente nivel, me mando un ossandonazo y ahí quedan todos.

Saludos a todas y todos los desafortunados que disfrutan de sus vacaciones y un abrazo al resto también.

Foto: Galería de elrentaplats

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