LA CRUZADA DE JOAQUÍN LAVÍN

LA CRUZADA DE JOAQUÍN LAVÍN
Ahora que el Ministro de Educación Joaquín Lavín, entrega una de sus propuestas más potentes para mejorar la educación chilena; y lo hace desde las aulas de un colegio católico femenino del barrio alto -vale la pena sentarse y tomárselo con calma-.
La primera señal son las becas a repartir, cuestión en sí misma positiva, especialmente cuando lo común es agotar a la audiencia, con el manido discurso de la grasa sobrante del Estado.
Los problemas se encuentran, cuando se comienza a profundizar en los sustentos políticos y técnicos de la solución.
La gran apuesta del gobierno de derecha, es que el problema de la educación en Chile, desde la perspectiva del aprendizaje, se resuelve en la sala de clases, interviniendo uno de los factores del circuito, en este caso los profesores: por su deficiente formación profesional y malas prácticas pedagógicas, según argumentan.
Poco o nada, dicen los expertos del Ministerio del ambiente social, de la motivación, del capital cultural con que un niño llega a su proceso de enseñanza-aprendizaje. Es el profesor; y sólo los profesores los que deben ser intervenidos, repiten como letanía bien aprendida.
Por ejemplo el informe internacional TALIS destinado a los resultados en educación y amparado por la OCDE sostiene que: un papel relevante lo juega la escuela en su papel de liderazgo territorial, otro factor de importancia para obtener mejores resultados educativos, es el apoyo que se brinda a los profesores, su reconocimiento social y laboral, para finalmente desencajar en las prácticas pedagógicas innovadoras. (Ver. Creating Effective Teaching and Learning Environments /First Results from TALIS, pag.18)
De ahí que proponer el ingreso de estudiantes "con mayores potencialidades" para ser beneficiados económicamente, desde un piso de 600 puntos en la PSU. Siempre que tengan como primera opción alguna pedagogía, puede resultar desastroso, sino se toman en cuenta factores como: la vocación, las expectativas de jóvenes y padres en lo económico etc.
Desde una perspectiva más grave aun, Harold Bayer, experto en el tema y uno de los pilares ideológicos del gobierno, explicaba el año 2008: "hoy casi 6 de cada 10 estudiantes de particulares pagados sacan más de 600 puntos. En cambio, sólo 10 de cada 100 estudiantes municipales obtienen ese mismo resultado. Según mis cálculos, en la PAA, eran menos de 50 de cada 100 alumnos de colegios pagados que sacaban el equivalente a 600 puntos y en el caso de los municipales eran 13 de cada 100″. (Radio Sol de Antofagasta /22 de diciembre del 2008).
Mientras en Chile la educación no hace más que expresar las diferencias sociales, porque los mejores resultados se registran en los sectores con mayor acceso económico -paradojalmente- durante estos años no solo ha crecido el bolsillo de los poderosos, volviéndose inalcanzables, también su capital cultural se ha multiplicado en la misma proporción en relación a los sectores más desfavorecidos.
Es por eso, que la propuesta del Ministro de Educación Joaquín Lavín, de premiar con bonos estatales a los sectores más favorecidos de la sociedad, resulta contraproducente, porque la propuesta de fondo, es despertar el interés en jóvenes formados en sus trincheras ideológicas, para realizar un trabajo de transformación y disputa de las ideas, en los colegios municipales y particulares subvencionados ubicados en sectores pobres.
Estamos ad portas, de un nuevo tipo de cruzada, con características evangelizadoras y de oscuro trasfondo conservador, eso explica el lugar desde donde el hombre de "La Obra" hace su llamado; esperando ser recogido por niñitas bien formadas, de colegios católicos, preferentemente del Opus Dei.
Ellas, pueden optar por la educación como posibilidad profesional, total, el futuro marido ingeniero, arquitecto, médico o empresario, puede sustentar las labores filantrópicas y de concientización social hacia los pobres, de las futuras numerarias.
Por supuesto, con el dinero de todos los chilenos.