Estudio afirma que 42% de madres con toda su educación media tiene un hijo con talento

Estudio afirma que 42% de madres con toda su educación media tiene un hijo con talento
Encuesta de Penta UC señala que, además, tienen una mejor comunicación entre ellos. Pese a la vulnerabilidad, en casas de niños talentosos hay más libros y espacios para el estudio.
por Javiera Herrera
Partió como un ala de un proyecto de Penta UC, que trabaja con niños vulnerables para que no pierdan su talento académico. La institución, que depende de la Universidad Católica, comenzó en 2008 un proyecto con menores de Puente Alto, y entre los trabajos que se realizaron hubo una encuesta a más de cinco mil padres para ver cuáles eran sus principales características y la relación que tenían con sus hijos.
Gracias a ese documento se pudo comprobar que el nivel de estudios de la madre influye en si su hijo tiene talento académico y destaca por sobre su grupo de pares y aprende más rápido de lo común. Según cuenta la directora del centro, la investigadora Violeta Arancibia, existe una "diferencia considerable" entre el nivel de escolaridad de las madres con alumnos con talento, que los que no tienen.
De hecho, 42% de las madres con estudios secundarios completos tiene un hijo con talento, mientras que ese porcentaje es 12 puntos inferior en las familias donde los hijos no demuestran talentos especiales. Mientras, el 23% de las madres con niños sin talentos no terminó la educación media, en comparación con el 20% de las madres de hijos con habilidades especiales.
Según Arancibia, estas familias no sabían si sus hijos poseían talentos especiales hasta una vez terminado el estudio, y a pesar de eso, en sus casas se encontraron más implementos para estimular a los niños. Por ejemplo, hay más libros (76% versus 67% en las casas de niños sin talento), espacios para el estudio (73%) y computador (51%), "todo en un contexto socieconómico bajo súper vulnerable", subraya Arancibia.
La mayoría de las 5.041 familias encuestadas que tienen hijos entre 6 y 10 años gana entre $ 100 mil y $ 200 mil, e incluso hay un porcentaje de las familias (6%) que tienen ingresos inferiores a los $ 50 mil.
Pero no sólo los recursos, sino que las expectativas que tienen las madres con sus hijos influye en el desarrollo de sus habilidades. Por ejemplo, el 50% de las madres con niños talentosos cree que su hijo podrá tener estudios universitarios, mientras que el 32% de las de niños no talentosos cree que los estudios de sus hijos terminarán una vez que salga de cuarto medio.
Además, entre las razones que creen que harán que su hijo tenga éxito, es su capacidad de aprender (47%) y la perseverancia (33%). Sin embargo, un aspecto preocupante revelado por este estudio, según la directora de Penta UC, es que todas las madres encuestadas señalaron que la calidad del colegio no influye mayormente en los talentos de su hijo (1%).
Arancibia señala que "es notable que la percepción de los padres no pase por el tipo de colegios. Lo que revela este dato es que están tan acostumbrados a los malos colegios, que no tienen más expectativas respecto de eso, sino que las ponen en otro lugar, porque saben que no pueden elegir colegio: están sometidos al recinto de la esquina que le tocó".
"La pregunta aquí es cómo esas mamás se dan cuenta, sin saberlo, que su hijo es talentoso", dice Arancibia. Y sostiene que "probablemente ellas también deben haber tenido talento, sólo que no tuvieron las oportunidades para desarrollarlo".
Añade que "esas madres logran percibir que sus hijos tienen ciertas características ante las cuales sus expectativas cambian, la forma de relacionarse con ellos cambia, y de alguna manera apoyan de una forma bien impresionante".
De hecho, la relación entre los padres y sus hijos es considerada como buena por el 60% de las familias con hijos normales, mientras que en las familias talentosas la apreciación sube a 65%. Además, la comunicación entre los padres y sus hijos es muy buena en 57% de los casos, 11 puntos más que en las ofras familias. Según Arancibia, esto se debe a que los niños con habilidades académicas prefieren pasar más tiempo con los adultos, debido al desarrollo de su racionamiento y al alto nivel de curiosidad que tienen.