Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

viernes, 12 de marzo de 2010

Ninguna escuela sobra, ningún profesor sobra


Ninguna escuela sobra, ningún profesor sobra
Este año, las actividades académicas comienzan a pocos días de una de las catástrofes naturales más devastadoras que conozca nuestra historia reciente.Generaciones enteras de chilenos recordarán todas sus vidas la madrugada del27 de febrero. Enfrentar la emergencia es tarea de todos y todas. La reconstrucción seguramente tomará varios años y excede, ampliamente, las
capacidades de un grupo, de un gobierno. Es una tarea que como han resaltado todos los sectores requiere del esfuerzo del país entero, es una tarea nacional.
La sociedad civil se debe movilizar en las tareas de socorro y solidaridad. Debe colaborar en la distribución de la ayuda; en la organización de la población en las tareas de mantención de un clima apropiado de colaboración y convivencia; facilitar la distribución y las comunicaciones. Las organizaciones sociales han cumplido y lo seguirán haciendo en el futuro, un papel que no reemplazarán ni el dinero ni la tecnología.
El Estado debe facilitar los medios materiales y generar las condiciones para que este esfuerzo se canalice de manera adecuada y la catástrofe sea una oportunidad para que el país se ponga de pie, recupere lo que fue destruído y sobre todo, para que la convivencia social no se vea dañada también por el cataclismo.
Las Escuelas y Liceos Públicos del país representan por ello una reserva estratégica en estas difíciles horas. Ello en el marco de la enorme destrucción material y el golpe que el cataclismo ha causado a parte importante del territorio y al alma nacional. El Colegio de Profesores se pone a disposición de lo que el país necesita. Por ello proponemos:
Creación de comisiones conjuntas del Ministerio de Educación y el
1.
Colegio de Profesores para la evaluación de los daños en los
establecimientos educacionales del país. Asimismo, determinar
necesidades que de estas evaluaciones se deduzcan.
Relevar el rol de los Consejos escolares y otras instancias de la
2.
comunidad educativa –como centros de Padres y Apoderados, Centros
de Alumnos, Consejos Gremiales y Sindicatos Docentes, entre otros- en
la adecuada implementación de las actividades escolares.
La implementación de equipos multidisciplinarios en Escuelas y Liceos,
3. en todas las comunas, especialmente en las más afectadas por el terremoto, para generar el clima adecuado de normalización de las actividades académicas.
Diseño e implementación de Unidades de Aprendizaje, adecuadas a la realidad de cada zona del territorio, a cada nivel de aprendizaje y de desarrollo evolutivo de niños y adolescentes y subsector del curriculum Para ello, el Departamento de Educación y Perfeccionamiento ya ha adelantado orientaciones para todos nuestros afiliados y les ponemos a
disposición de las autoridades pertinentes Otorgar la flexibilidad suficiente y que resulte prudente, para comenzar las actividades lectivas. Considerar para ello, la situación del personal
docente y no docente del sistema educativo que se ha visto afectado por el sismo.
Poner a disposición de toda la comunidad nacional y a todos los niños y jóvenes que la necesiten la matricula y atención en las Escuelas y Liceos Públicos del país. Este llamado que los profesores realizamos todos los años, debe hacerse en conjunto con Alcaldes y Autoridades
Gubernamentales.
Para que este esfuerzo de reconstrucción del sistema educativo se materialice, el Estado tiene un rol principal, se requiere la voluntad de los municipios y por cierto, el protagonismo de la comunidad educativa, empezando por los maestros y maestras.
1. Se debe disponer todos los recursos que sean necesarios para reparar los establecimientos educacionales dañados y aquellos que se derrumbaron producto del cataclismo;
2. Mantener en funcionamiento toda la red de establecimientos educacionales de propiedad del Estado
3. Asegurar la continuidad de todo el personal docente y no docente para mantener la normalidad del Sistema Educacional y contratar todo aquel que sea necesario para las tareas de emergencia y funcionamiento del sistema en tiempos de catástrofe.
4. Asegurar por parte de la JUNAEB a todos los alumnos y alumnas sin excepción de las raciones alimenticias y de colaciones adicionales que sean necesarias para aliviar a las familias y a las organizaciones estatales y no gubernamentales que hoy cubren esta demanda en forma extraordinaria.

En este momento de emergencia nacional y dada la magnitud de las tareas d reconstrucción del país que enfrentará el próximo gobierno; y el rol fundamental que el sistema educacional cumple en este desafío nacional, nuestra conclusión es una sola: Ningún colegio sobra, ningún profesor sobra, somos todos necesarios.
SERGIO GAJARDO CAMPOS
SECRETARIO GENERAL

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