Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

lunes, 23 de noviembre de 2009

Finaliza el Paro, pero no olvidemos que la Deuda Histórica Existe


Con el regreso a clases de los profesores de establecimientos Municipalizados, pero no así a las movilizaciones, anunció el gremio. El contexto particular que rodeó la demanda del Magisterio hizo de esta huelga una de las más tensas a pesar del amplio reconocimiento a la existencia de la deuda, sobre todo a nivel de la clase política, que nunca supo si alinearse con las compromisos pactados y las promesas electorales, o conlos sectores duros de la elite que llamaron al orden en sus filas.
Los docentes decidieron poner fin al paro. Fue casi un mes en que los docentes recurrieron no sólo a la tradicional suspensión de actividades (aunque se mantuvieron con turnos éticos para los cuartos medios), que de por sí es una importante medida de presión, sino que también fueron más allá: tomas de ministerios, interrupción de actos públicos e interpelación a ministros, huelgas de hambre, entre otros. Parece entonces que la demanda lo merecía, y de eso no ha quedado duda. Pero también que fue necesario extremar las movilizaciones porque frente a ellos tenían a un gobierno parapetado en sus posiciones más duras.
En un artículo anterior mencionábamos la aparente pugna al interior de la clase política entre un sector duro, encabezado por los ministros de Hacienda y de Educación, que ganaron el pulso al interior del Gobierno y alcanzaron a poner en la fila a algunos parlamentarios de la Concertación y otros menos de la derecha; el otro sector, en el que se encontraban el resto de los parlamentarios oficialistas y de derecha más los otros grupos descolgados (léase PRI, MAS o “independientes”), que en sus argumentos oscilaban entre el reconocimiento a la legitimidad de la deuda histórica y los ofertones electoralistas a solo un mes de los comicios. Esta pugna poco a poco empezó a resolverse a favor de los primeros, apoyados por el bombardeo constante de los medios de comunicación y el desgaste de los profesores, probablemente presionados al interior de sus establecimientos dada la realización del SIMCE y la cercanía con el fin de año. No olvidemos que, además, este es el primer paro que termina con los sostenedores municipales descontando los días trabajados, pasando a llevar su derecho legal a huelga. Y es el primero que no termina, tras algunos dimes y diretes, con un gobierno que aparece resolviendo el problema gracias al chanchito de los excedentes del cobre.
Pero el conflicto no se ha resuelto del todo. La Asamblea Nacional del Colegio de Profesores optó por poner fin a la huelga tras recibir la noticia de que la Cámara de Diputados rechazó el Presupuesto de Educación para el 2010 (incapaces en el gobierno de alinear a los menos disciplinados diputados, como sí lo lograron con los senadores).
Ahora anunciaron nuevas movilizaciones para cuando se revise el presupuesto en la Comisión Mixta del Congreso, aprovechando de tomar nuevos aires.Ante este complejo escenario contingente, insoslayable para intentar entender el curso delLos perversos usos que se le da en la actualidad al SIMCE para la competencia entre colegios, en vez de ser un instrumento de evaluación al interior de los establecimientos, revelan la alta trascendencia que tiene para los sostenedores
rendir, en un ambiente propicio, esta prueba, so pena de quedar mal posicionados en el feroz “mercado de la educación”.

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