Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

viernes, 7 de julio de 2023

Maltrato, acoso laboral y sexual: las acusaciones judiciales en contra del círculo cercano del alcalde de Independencia


Demandas laborales

Maltrato, acoso laboral y sexual: las acusaciones judiciales en contra del círculo cercano del alcalde de Independencia

Lissette Fossa07/07/2023 - 06:00.

Interferencia.

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Aunque la mayoría de las demandas presentadas en contra del municipio, liderado por el alcalde frenteamplista Gonzalo Durán (CS), son de tutela laboral y de vulneración de derechos laborales, incluyen relatos de fuerte maltrato, acoso laboral y hasta acoso sexual. El caso de una ex funcionaria incluye daño permanente en sus ojos por haber sido presionada a trabajar bajo el sol, a pesar de tener una enfermedad autoinmune.

“Yo divido mi vida en antes de esta experiencia y después de esto. Porque me mataron en vida, literalmente. Me dejaron a oscuras, se robaron mi dignidad, me quitaron la alegría”, dice, entre lágrimas, Alejandra Esquivel a Interferencia.

Esquivel es una de las decenas de denunciantes de demandas laborales en contra de la Municipalidad de Independencia en los últimos años, que acusa al círculo de confianza del alcalde de esta comuna, Gonzalo Durán, de malos tratos y acoso laboral. Incluso, una de las demandantes declaró haber sufrido acoso sexual por parte de un, ahora, ex jefe de departamento del municipio.

Interferencia revisó las acusaciones por maltrato laboral en la municipalidad, que coinciden en indicar a un grupo de funcionarios, contratados por el alcalde, como quienes ejercen maltrato y acoso a los funcionarios que estaban a contrata y a honorarios. A esto se suman una serie de demandas por tutela y derechos laborales, algunas de ellas que también contienen relatos de malos tratos por parte de funcionarios, con graves consecuencias para los demandantes. Tan sólo este año, la municipalidad suma seis demandas laborales en dos tribunales. En 2022, sumó 19 demandas laborales y en 2021, 21 demandas laborales.

“Vemos que hay una costumbre, una práctica de vulneración en la municipalidad de independencia, en sus distintos órganos. Hay gente que va maltratando, y lo cambian de puesto".De estas denuncias del 2021, en pago de acuerdos y sentencias, de las que están disponibles públicamente, suman $41.300.000, en gastos por parte de Independencia.

Interferencia consultó sobre estos temas a la Municipalidad, quienes respondieron que había un protocolo sobre casos de maltrato y abusos que se estaba implementando desde 2018 (la respuesta completa de la municipalidad está disponible en el archivo adjunto).

"Ante las situaciones de acoso laboral y sexual, este municipio lleva adelante desde 2018 una política interna para concientizar y difundir un protocolo de actuación para el maltrato y el acoso laboral y sexual al interior de la institución. Estos protocolos fueron actualizados el 2022 y actualmente la comisión se encuentra activa atendiendo las distintas denuncias que se puedan hacer al interior del municipio", declararon desde el municipio.

Para el abogado Ignacio Celedón, quien lleva el caso de Esquivel y también de otros cuatro casos laborales judicializados por ex funcionarios de Independencia, en este organismo habría “una cultura del maltrato”.

“Vemos que hay una costumbre, una práctica de vulneración en la municipalidad de independencia, en sus distintos órganos. Hay gente que va maltratando, y lo cambian de puesto y siguen con esas prácticas. Otros que van a otras instituciones del Estado, pero con largas historias de maltrato laboral. Lo que vemos es una cultura de maltrato. Y es grave y complejo, porque hay relaciones laborales donde se mezcla el estatuto para funcionarios, con contratos con código del trabajo en las corporaciones, etc.”, comenta Celedón.

Daño ocular permanente

Alejandra Esquivel tiene 40 años y es vecina de Independencia. Vive en un domicilio de la comuna junto a su madre y su hijo adoptivo. Cuenta a Interferencia que antes de entrar a trabajar a la Municipalidad, nunca antes había tenido problemas en su espacio laboral. Fue por petición del alcalde y su equipo, que habían visto su activa participación como dirigente vecinal, que se incorporó a la Municipalidad, a inicios del 2021.

En el año que estuvo trabajando allí, estuvo primero en el área de seguridad pública, donde su jefe fue Juan Mora. De ahí, trabajó seis meses en el área de Fiscalización, donde tuvo como jefa a Andrea Henríquez. Posteriormente, alcanzó a trabajar una semana en la Corporación de Desarrollo Social, con Magdalena Serrano como jefa directa.

Esquivel acusa que de todas estas jefaturas recibió maltrato y acoso laboral, además de maltrato verbal y vulgar.

“Tuve una queratitis severa por radiación solar. Me dejó secuelas oculares permanentes en mis ojos. Al principio tuve que aplicarme antibióticos, por meses, corticoides, lubricantes oculares. Yo vivía en la noche, no podía salir a la luz del sol, vivir en la oscuridad", dice la ex funcionaria.

Trabajando en seguridad pública, Esquivel manifestó a sus jefes diversas necesidades que tenían sus compañeros, lo que molestó a sus superiores, quienes le llamaron la atención, la insultaron y la cambiaron de labores tres veces en un año.

“En ese espacio no hay sala de descanso, no había espacio para comer en la hora de colación, trabajábamos más que el horario legal, no teníamos sillas adecuadas para sentarnos por 12 horas, los móviles tenían fallas en los frenos, entre otras cosas”, explica.

En su primera semana de trabajo en la Corporación de Desarrollo Social, fue enviada a terreno, en plena ola de calor en enero del 2022, a un trabajo bajo el sol aún conociendo que Esquivel sufre de Lupus Eritematoso Sistémico (LES), una delicada enfermedad autoinmune. Esa misma noche, ella notó el ardor en los ojos, el dolor ocular y el daño que sufrió producto de trabajar horas bajo el sol. Ya a la mañana siguiente, el médico que la trató le diagnosticó con queratitis severa.

“Tuve una queratitis severa por radiación solar. Me dejó secuelas oculares permanentes en mis ojos. Al principio tuve que aplicarme antibióticos, por meses, corticoides, lubricantes oculares. Yo vivía en la noche, no podía salir a la luz del sol, vivir en la oscuridad. Estuve hospitalizada además, por dos meses, porque se activó mi enfermedad del lupus producto de esto. Y con el tiempo, he tenido que usar lentes de sol permanentemente. Además, han pasado dos años, igual tengo que despertar cada dos horas para lubricar mis ojos en las noches”, cuenta Esquivel.

Después de días de licencia, fue citada a conversar con Fernando Soto, entonces administrador municipal, del círculo cercano del alcalde, ex seremi de Economía y desde hace unos meses Jefe de División de Presupuesto e Inversión en la Gobernación Regional Metropolitana.

“Voy a la oficina de Fernando Soto creyendo que esto fue un accidente, y cuando me siento con él me cuestiona que yo presento una licencia pero estoy sin contrato. Y me dice ‘bueno, si usted no hubiese sido tan porfiadita, no se hubiese metido en problemas ni alborotado el gallinero, esto no le habría pasado’. Y fue en ese momento que yo entendí que esto no era un accidente, que esto era algo provocado que se salió de las manos. No quiero decir que ellos sabían lo que esto me iba a generar por mi enfermedad, creo que no midieron las consecuencias que esto podía tener”, comenta Esquivel.

“Lo que me hicieron en los ojos era algo evitable. Alguien me lo provocó y pudo haberme causado la muerte, Y en el fondo sí me causó la muerte, porque me dañaron el alma. Yo tuve que paralizar mi vida y mi hijo tuvo que paralizar su vida".

Después de unas semanas de licencia, Esquivel fue despedida. En mayo del 2022 decidió presentar una demanda laboral, que sigue en curso. En tanto, varias personas, actuales trabajadores de la municipalidad, se acercaron a ella para compartir sus experiencias de maltrato. Todas coinciden con ella, en identificar patrones y personas que se repiten en los relatos.

“Se ven patrones, en todos los casos, como el abuso de poder, el trato despectivo hacia ciertos funcionarios.  Y el silenciamiento de la situación, digamos, también es grave, hay protección a los maltratadores”, señala Celedón, quien también es abogado de Esquivel.

Esquivel también cree que hay una “cultura del maltrato” en la municipalidad, y que está ligada fuertemente a cercanos a Durán. Apunta a personas como Andrea Henríquez, su ex jefa, también ex jefe de ella, ambos cercanos al alcalde. También a Magdalena Serrano, actual directora de la Corporación de Desarrollo Social de Independencia, también cercana al alcalde; y a Claudia Carrillo y Claudia Rozas, encargadas de la Corporación de Educación y de Salud, ambas cercanas a la esposa del alcalde, Valeska Naranjo subsecretaria de la secretaría general de Gobierno entre marzo del año pasado y marzo de este año,- y militante de Convergencia social, al igual que el alcalde Durán-. Y a Fernando Soto, ahora en la gobernación regional. Nombres que se repiten en varias demandas laborales presentadas en contra de la municipalidad en los últimos tres años.

“Lo que me hicieron en los ojos era algo evitable. Alguien me lo provocó y pudo haberme causado la muerte, Y en el fondo sí me causó la muerte, porque me dañaron el alma. Yo tuve que paralizar mi vida y mi hijo tuvo que paralizar su vida, para trabajar, y detener sus estudios, para comprarme los medicamentos. Ver a mi hijo mirarme a la cara y verlo sufrir conmigo, eso nadie debería vivirlo nunca”, afirma Esquivel, visiblemente afectada.

Consultados por este caso, desde la municipalidad respondieron: "Alejandra Esquivel, exprestadora de servicios a honorarios, demandó tutela por vulneración derechos fundamentales con ocasión del despido. Alega supuestos malos tratos que habrían generado un grave padecimiento en su salud, al haber sido obligada, según lo que ella indica, a exponerse al sol. En este caso no hay denuncia previa de los hechos que relata, los cuales son completamente negados por la municipalidad".

Veinte años en la Municipalidad

Javier Pavez, de 54 años, trabajó más de 20 años en la Municipalidad de Independencia. Llegó a trabajar al área social, también el área de fichas CAS, ayuda a adultos mayores y en el programa Chile Crece Contigo. Aunque intentó terminar una carrera universitaria, no pudo sacar el título, pero de todas formas logró avanzar en sus cargos administrativos en el municipio.

"También nos obligaban a participar en la última campaña del alcalde, fuera del horario laboral, a las seis de la mañana repartiendo volantes”, comenta Pavez.

“Al principio, cuando salió electo Gonzalo Durán, en 2012, todo fue muy normal y además los funcionarios estábamos contentos de que hubiese terminado el periodo de Antonio Garrido (RN), que era una persona grosera y maltratadora. En cambio, Gonzalo Durán había sido funcionario, jefe de Deportes, conocía el municipio y pensábamos que conocía el trabajo en la comuna”, comenta Pavez.

Con el tiempo, Pavez empezó a sentir presiones de sus nuevas jefaturas, también de parte del equipo que llegó con Durán. Después de un sumario a otro funcionario, donde Pavez, según explica en su demanda, no fue mencionado, de todas formas es trasladado a trabajar a la biblioteca de la municipalidad. A fines del 2019 se le anuncia que también hay una investigación sumaria sobre él, aunque nunca se le notifica las razones del sumario ni su resultado.

Ya en ese momento, Pavez sentía el acoso laboral sobre su persona: las órdenes que recibía cambiaban constantemente y estaban lejos de su expertise, como repartir cajas de mercadería en pandemia, limpiar y sanitizar espacios de trabajo, entre otras labores. “También recibía tratos indignos, gritos y garabatos”, agrega.

Esto le provocó un diagnóstico de depresión, que se sumaban a su hipertensión, diabetes e insuficiencia renal. Por ello, intentó tramitar acogerse a la ley de enfermedades base, pero sus jefes ignoraron sus requerimientos. Tras meses de licencias, exámenes y otros trámites, en diciembre del 2021 es despedido “por salud incompatible con el cargo”.

Pavez acusa haber observado variadas irregularidades y que su despido fue injustificado, por ello demandó a la municipalidad en 2022.

“Había galletas, jugos, que estaban destinados a personas de programas con que trabajaba, pero los jefes se los llevaban, dejaban a los usuarios de los programas sin comida en sus reuniones. También nos obligaban a participar en la última campaña del alcalde, fuera del horario laboral, a las seis de la mañana repartiendo volantes”, comenta.

“El alcalde sabe todo esto, y yo creo que esta gente maneja instrucciones directas del alcalde”, afirma Pavez.

Tras esta experiencia, Pavez no ha podido retomar el trabajo. Dedica su tiempo a su casa y su familia. En tanto, la sentencia denegó su demanda y está en proceso de apelación.

El ex funcionario nombra a Andrea Henríquez y Fernando Soto, también como parte del grupo que ejercía maltrato a los funcionarios.

“Siempre se molestaron por mis licencias médicas, pero yo nunca había tenido ni un atraso antes de eso, tenía una buena evaluación como funcionario. El trato que se me dio fue vejatorio, asqueroso”, cuenta con voz quebrada.

Tras esta experiencia, Pavez no ha podido retomar el trabajo. Dedica su tiempo a su casa y su familia. En tanto, la sentencia denegó su demanda y está en proceso de apelación.

Respecto a este caso, desde la Municipalidad respondieron que Pavez se había tomado demasiados días de licencia y que su cargo, según estimó la municipalidad, era incompatible con su salud, y que el motivo de la demanda no se centraba en maltrato laboral.

"Javier Pavez hizo uso de 396 días de licencia médica en un lapso de 2 años, y fue desvinculado por considerar que su salud era incompatible con el desempeño del cargo, en conformidad a lo prescrito en el art. 147 y 148 de la ley 18.883 del Estatuto Administrativo Municipal", declararon.

"Respecto a este caso, enfatizamos que el acto vulneratorio que alega Javier Pavez, en coherencia con la demanda que interpuso, es su desvinculación por salud incompatible, lo que no configura maltrato laboral", consignaron.

Otras denuncias

Sumando tan sólo las demandas de 2021, 2022 y hasta junio de 2023, hay presentadas 46 demandas en contra de la municipalidad. La mayoría han terminado en acuerdos, antes de emitidas las sentencias. Otras, en sentencias que fallaron en contra de la municipalidad y algunas, como en el caso de Pavez, en favorables para la municipalidad.

Una de las demandas en las que se llegó a un acuerdo fue en la presentada por una ex funcionaria de Independencia, trabajadora social de iniciales K.F..

La profesional trabajó desde abril del 2018 en la Dideco de la Municipalidad, hasta fines del 2022. En su demanda, acusa malos tratos y represalias de parte del entonces director de la Dideco, Eduardo Muñoz, del entonces encargado de Finanzas de la municipalidad, Jorge Vargas, y del ex administrador, Fernando Soto. El estrés y el acoso laboral le pasaron la cuenta a la funcionaria, que presentó un cuadro de depresión y ansiedad que la tuvieron con licencia. A esto, se sumaba el acoso sexual que describe en su demanda.

“La condición emocional del momento, con el cuadro depresivo en expansión que le aquejaba, de ansiedad, trastornos del sueño, etc., su estado de salud empeoró, ya que a todo ello, se sumó que en reiteradas ocasiones Don Fernando Soto, invitó a mi representada, de forma licenciosa, para que se juntaran en posibles encuentros amorosos, los cuales ésta nunca aceptó, pero que, sin embargo, junto a la situación laboral propiamente tal, provocaron un rápido deterioro físico y mental de ésta, llegando incluso al extremo de la necesidad de dependencia de fármacos”, señala el texto de la demanda.

 A pesar de informar de su embarazo, y de solicitar a sus jefaturas más trabajo en terreno, la demanda describe que sus jefaturas no atendieron su petición “y como si eso no fuera poco, aumentó los episodios de constante acoso y maltrato laboral".

La demanda señala que además la municipalidad tenía pendiente una “regulación contractual”, ya que la funcionaria por meses estuvo recibiendo una remuneración menor a la que le correspondía. En la demanda, se señala que Vargas y Soto le habrían manifestado a K.F. que “no merecía la regulación contractual”.

En septiembre de 2021, K.F., en medio de su tratamiento psicológico y psiquiátrico, se enteró de que estaba embarazada. A pesar de informar de su embarazo, y de solicitar a sus jefaturas más trabajo en terreno, la demanda describe que sus jefaturas no atendieron su petición “y como si eso fuera poco, aumentó los episodios de constante acoso y maltrato laboral en contra de ella, tanto psicológicos como materiales por parte de su jefatura y también de otros cargos superiores”.

K.F., en noviembre de ese año, finalmente perdió el embarazo. Pocos días después de volver de su licencia médica por la pérdida, fue despedida. La ex funcionaria, además de realizar la demanda laboral, denunció su caso a la Contraloría.

Después de meses del proceso judicial laboral, en diciembre del 2022 la demandante y la municipalidad llegaron a un acuerdo de un pago a la profesional de seis millones de pesos.

"[K.V.], exprestadora de servicios a honorarios demandó vulneración de derechos fundamentales, en subsidio, despido injustificado, indebido o improcedente y cobro de prestaciones. Denunció acoso laboral, hostigamiento y malos tratos, pero no constan denuncias de los hechos que alegó durante la vigencia de la relación laboral", señalaron desde la Municipalidad de Independencia.

Otro caso del 2021, catalogado judicialmente como “Julio contra Independencia”, también denuncia en su demanda hostigamiento, malos tratos y acoso laboral por parte de Soto y otra jefatura, que terminó en un acuerdo de más de tres millones de pesos.

Otra demanda del 2022, de un trabajador administrativo en contra de la municipalidad, relata cómo el trabajador, mientras estaba en sus labores en el área de jardinería, recibió un golpe en cabeza de parte de otro compañero, que le provocó un tec cerrado. En la municipalidad no habría recibido ni los primeros auxilios ni el apoyo judicial para que el caso fuese investigado. Finalmente, el demandante desistió de la demanda.

 

También del mismo año, otra ex funcionaria de iniciales B.P. relata en su demanda que sufrió acoso laboral de parte de sus jefaturas y acoso sexual, por parte de un compañero de la municipalidad. Al denunciar el caso a Fernando Soto, éste habría ignorado la gravedad de los hechos. Además, acusa haber recibido malos tratos, insultos, gritos, entre otras humillaciones y que habría entregado una carta contando todos los detalles de su caso al alcalde Durán.

"Entre los años 2021 y 2022 ha habido un total de 34 ingresos de demandas en materia laboral. De dicho universo, solo 9 corresponden a tutelas por supuestas vulneraciones a derechos fundamentales, el resto corresponde a demandas de reconocimiento de relación laboral y cobro de prestaciones. En los casos de demandas por reconocimiento de relación laboral interpuestas por exprestadores de servicios a honorarios se propende a llegar a acuerdo, puesto que la jurisprudencia de los tribunales laborales denota una asentada tendencia a reconocer la relación laboral de estos servidores, y los acuerdos a los que se llega es el proporcional a la indemnización de años de servicio", señalaron a Interferencia desde el municipio.

INTERFERENCIA.


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