Las polémicas
declaraciones del Ministro de Salud, Emilio Santelices, que vinculan el
aumento del VIH con la comunidad migrante y el uso de métodos
anticonceptivos, dan cuenta que en Chile la discusión sobre el virus
permanece sin atenerse a los verdaderos problemas de fondo, o al menos
así lo sostiene la doctora especialista en la materia, Cecilia
Sepúlveda, quien concluye que "en el fondo, esto (las cifras) se debe a
que aún carecemos de una educación integral en sexualidad".
Ricardo Verdugo S.
Sábado 23 de febrero 2019 11:55 hrs.
Una década marcada por el VIH. Eso es lo que reflejan las cifras del
Instituto de Salud Pública respecto del número de casos positivos en
nuestro país, los que, desde 2010 a la fecha, pasaron de 2.968 a 6.948.
Es decir, el Chile de hoy cuenta con el doble de portadores que hace
nueve años.
Para los expertos en la materia, dicho fenómeno tiene su origen en la
falta de políticas públicas eficaces. No obstante, para el Ministro de
Salud, Emilio Santelices, actualmente son dos los factores que
explicarían el crecimiento de la epidemia: el uso de la píldora del día
después y los inmigrantes.
La académica de la Universidad de Chile y experta en VIH, Cecilia
Sepúlveda, comenta que le parecen “por lo menos curiosas” las
declaraciones del ministro. Por otro lado, identifica el problema con
la manera en que hemos enfrentado como sociedad al virus.
“Una cosa es hablar del tema y la otra es empoderar a la población
para que puedan protegerse del virus y de otras infecciones de
transmisión sexual. En eso hemos estado fallando de forma continua. En
el fondo, esto se debe a que aún carecemos de una educación integral en
sexualidad”, concluye.
Los acusados por Santelices
Independiente de la veracidad de los dichos de Santelices ¿es
correcto que una autoridad de Estado exponga de esta manera a grupos
que podrían o no ser portadores del virus?
No estoy de acuerdo con las declaraciones del ministro Santelices, ya
que, si uno mira las cifras del aumento de casos de VIH, podemos
observar que la gran mayoría corresponde a chilenos, entonces, estar
apuntando a inmigrantes a lo único que contribuye es a desviar la
atención de un problema que tenemos como país. Es como si quisieran
colocarlo como un tema que no fuera nuestro, como si fuera solo de
ellos.
¿Y qué le parece que el ministro exponga de esta forma a dos grupos en específico?
Creo que es importante conocer cuáles son las cifras y mantener su
transparencia, pero de ahí a vincular el aumento de los casos a personas
extranjeras; me parece que eso no corresponde.
Desde mediados de los 80’s, época en que surgieron los
primeros casos de VIH, tanto la prensa como autoridades de Gobierno se
esmeraron por asociar el virus a ciertos grupos. ¿Por qué cree que se
repite este patrón de comportamiento que pareciera pertenecer a tiempos
pasados?
Este comportamiento no se ha dado solo en nuestro país, sino que en
todo el mundo. Es una tendencia a negar lo que está ocurriendo. Los
primeros casos que ocurrieron a mitad de los 80 se señalaron como casos
“importados”. Se decía que eran casos de personas que llegaban a Chile y
nos traían el virus. Y lamentablemente es un fenómeno que estamos
reeditando ahora que vemos el aumento de casos en inmigrantes.
¿Conoce el caso de algún país que haya visto incrementado el virus a raíz de la inmigración?
En absoluto, esto hay que tomarlo como un determinante más de la
situación epidemiológica de cada país. Atribuir que grupos migrantes
están llevando el virus por el mundo no corresponde a la realidad. Esta
es una pandemia que se está produciendo a nivel mundial, de manera que
no es correcto pensar que en las poblaciones migrantes el VIH se da de
una manera “especial”. Esta es una infección producida por un virus que
puede afectar a cualquiera, sea inmigrante o no.
El ministro Santelices también afirmó que el uso de la
pastilla del día después es otro de los factores que explican el aumento
del VIH en Chile. ¿Qué le parece esta declaración? ¿Hay alguna forma de
vincular el uso de la pastilla con el aumento de casos?
Me parece por lo menos curiosa. Si uno mira el caso de la epidemia en
Chile, esta se encuentra más concentrada en hombres, especialmente en
hombres que tienen sexo con hombres. Entonces, al asociarlo con el uso
de la pastilla del día después, que es una pastilla que usan las
mujeres, pues no se advierte por donde podría existir la relación de una
cosa con otra.
Por otro lado, me parece sumamente negativo que se vincule una
política de salud pública que ha sido muy eficaz, como es la píldora del
día después, con el aumento del VIH. Esta vinculación negativa incluso
podría llevar a que las mujeres dejen de usarla, a pesar de los buenos
resultados que ha obtenido.
Las debilidades de Chile ante el virus
Tanto el condón como el VIH en sí mismo ya no son el tema
tabú que fueron en décadas anteriores. No obstante, hemos visto como
desde 2010 las cifras de casos positivos se han disparado. ¿A qué se
debe este fenómeno, que a primera vista uno podría pensar cómo
contradictorio?
Pese a que hablamos más de VIH y condón, es claro que, por ejemplo,
no se han tomado las medidas realmente necesarias y efectivas para
fomentar el uso del condón, especialmente entre los adolescentes. Una
cosa es hablar del tema y la otra es empoderar a la población para que
puedan protegerse del virus y de otras infecciones de transmisión
sexual. En eso hemos estado fallando de forma continua. En el fondo,
esto se debe a que aún carecemos de una educación integral en
sexualidad.
En nuestro país, sectores conservadores se opusieron durante
mucho tiempo a difundir el uso del condón y a las clases de educación
sexual. ¿Qué tanto cree que interviene este hecho en la expansión que ha
tenido el virus en los últimos años?
Creo que ha sido un factor muy importante. Es evidente que carecemos
de una educación integral en sexualidad. Lamentablemente nuestra
realidad muestra que esta situación se ha mantenido así durante décadas.
La educación sexual ha estado permanentemente tensionada por un debate
político-ideológico que debemos superar de manera urgente. Solo de así
podremos evitar mayores perjuicios a la salud pública.
¿Qué es lo que le falta a la actual discusión sobre el VIH en
nuestro país para que pueda generar protocolos y mensajes que por fin
reviertan el aumento de las cifras?
La base de todo es la educación en sexualidad. Esta debe ser
establecida en los planes de estudios, desde la educación parvularia
hasta la educación superior. Aunque, obviamente, debe ser entregada de
forma concordante con las edades de los niveles educativos.
Por otro lado, debemos asegurarnos que todas las personas notificadas
por VIH accedan al tratamiento ya que está comprobado que las personas
en tratamiento no trasmiten el virus, y por tanto, eso contribuye a
cortar la cadena de transmisión
Ahora, sobre las campañas masivas, por supuesto que tienen un rol,
pero no podemos esperar que tengan un efecto permanente sobre todo si
estas no son de buena factura, sino que han sido campañas que han
atemorizado a la población, como la última campaña realizada por el
ministerio de salud.
¿Cómo visualiza el panorama del VIH en nuestro país, teniendo
en cuenta el nivel de la discusión y la efectividad de las medidas
actuales?
Creo que no es claro el panorama. Es importante intensificar el uso del test rápido para identificar a las personas que han adquirido el virus, y en la medida que eso ocurra, se cortará la cadena de transmisión. No obstante, si no hacemos nada en términos de prevención primaria, es decir, antes de que se adquiera el virus, el panorama es aún menos claro.
Creo que no es claro el panorama. Es importante intensificar el uso del test rápido para identificar a las personas que han adquirido el virus, y en la medida que eso ocurra, se cortará la cadena de transmisión. No obstante, si no hacemos nada en términos de prevención primaria, es decir, antes de que se adquiera el virus, el panorama es aún menos claro.
Como ves, uno no puede hablar de una sola arista, sino que debe hablar de un conjunto completo.
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