Me duele lo que está pasando en mi comuna.
El lunes 27 de agosto, una nube negra remeció y oscureció mi tranquila vida de pensionado debido a una serie de informaciones que recibí de parte de mis colegas de los cuales nunca me voy a desprender, ya que forman parte de mi historia laboral de más de 25 años en mi querida comuna de La Pintana.
Me refiero específicamente al aviso de cese de funciones de los directores que, por ley, cumplían su ciclo de 5 años que dura su mandato desde su concurso. Hasta allí, todo normal.
Sin embargo, lo que me parece extraño, por decir lo menos, es que se haya hecho extensivo a sus equipos directivos sin mediar una evaluación de su gestión, desconocida al menos por el resto de la comunidad educativa.
Una comunidad educativa sana, social y políticamente debiera tener como bandera, por sobre todo, el respeto incondicional entre sus pares, porque así lo demanda la sociedad de estos nuevos tiempos. Lo contrario es dictatorial, persecutorio y hasta de poca educación.
Esto me hace recordar a la “caravana de la muerte”, porque van, escuela por escuela, con sus corvos, aniquilando, separando, sin importar las consecuencias.
Es posible que se amparen en la ley que establece que todos los funcionarios son comunales y no pertenecen a un establecimiento en particular… es posible, pero los docentes no somos “temporeros”, por eso se establecen los Proyectos Educativos, que son un trabajo a largo plazo.
El propio Marco de la Buena Enseñanza lo indica en su Dominio B1 “Establece un clima de relaciones de aceptación, equidad, confianza, solidaridad y respeto”. Entonces, si la persona a cargo de tomar estas medidas no conoce esta “Biblia del docente” no podría formar parte de un equipo comunal de Educación.
Ahora, si el tema es político, me extraña más aún, pues es una declaración de guerra fratricida, porque se produce entre personas (aparentemente) de una misma agrupación. (?)
Pero al parecer lo que menos se demuestra con estos hechos es increíblemente, la falta de educación y respeto al tomar estas medidas.
Lo extraño es que no se permite la expulsión de un alumno, pero al parecer, sí se permite la expulsión de sus profesores.
“Los maestros seguimos soñando con un mundo donde se nos trate con educación”
Otro aspecto que extraña es la rápida sustitución temporal de estos docentes, por otros que, si bien cumplen con requisitos legales como el encasillamiento como Experto 1, pero para dirigir un establecimiento se requiere algo mas que haber logrado una buena evaluación docente; se requiere un conocimiento de la labor a desarrollar… Dirigir un establecimiento es de alta complejidad, pues se trata de trabajar por el desarrollo de los alumnos (son seres humanos, no papeles, no frutas) y al parecer esta medida va en sentido contrario a lograr avances educacionales.
Pero lo mas grave de todo está por conocerse, ¿será que esta administración comunal quiere deshacerse de posibles adversarios y despedirles sin una evaluación a su desempeño? Sería arbitraria, ilegal e injusta medida, propia de un régimen dictatorial e impropia de una democracia.
Yo no puedo quedarme en silencio y ver como esta administración, elimina a los funcionarios que supone enemigos pasando por encima de aspectos legales y democráticos.
“Una sociedad que elimina a los hijos que piensan diferente, se niega a sí misma todo tipo de solución”
Me duele lo que ocurre en mi comuna… y lo que está determinando unilateralmente esta nueva administración comunal…
¿Y dónde está el gremio docente que ha permanecido en silencio y que en lugar de defender los derechos de esos trabajadores se sienta a observar los sucesos e incluso algunos ya han ascendido sobre los caídos?
Me duele mi comuna…
Yo mantengo mis principios y eso no significa que haya formado parte de la administración anterior. Soy profesor y como tal, un agente social, de cambio, siempre del lado de los profesores, sin importar su condición, su color político, su cargo. Estaré siempre del lado de los desposeídos, los humillados, los desamparados, los humildes, estaré siempre del lado de los niños y niñas tan marginados, por ellos y con ellos, trabajé por tantos años en esta comuna.
Por estos días se podrá respirar un aire con olor a vergüenza y dolor por lo ocurrido.
Me duele mi comuna…
Solo me conformo con que esta tierra en la que todos vivimos… seguirá girando... y tal vez mañana, los que hoy están orgullosamente arriba, podrán estar abajo.
Carlos Lobos Troncoso.
Ex profesor del Liceo Municipal El Roble
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