Pese a que se asimila la exigencia y disciplina con los
buenos resultados, el liceo artístico de Quilpué, único recinto público
con esas características, demostró con cifras que su método logra
resultados en lo académico y en el desarrollo de sus alumnos.
El Ministerio de Educación liberó, hace unos días, los resultados de la prueba Simce 2017 para 4° y 8° Básicos, y 2°Medio.
Uno de los
establecimientos que dio la sorpresa con sus números fue el Liceo
Artístico Guillermo Gronemeyer de Quilpué, el que tiene como
misión abrir espacios para el aprendizaje, la formación y desarrollo
integral de jóvenes de Enseñanza Media a través de las Artes visuales,
musicales y escénicas. De esta manera, la institución otorga
menciones en audiovisual, interpretación musical o interpretación
teatral cuando los alumnos egresen de 4° Medio, adquiriendo, con esta
modalidad de estudio, las competencias para proseguir sus estudios en
Educación Superior.
En Matemáticas el
recinto marcó un alza de 34 puntos respecto del Simce anterior. Si el
año 2016 el puntaje promedio fue de 211 puntos, el año 2017 fue de 245
puntos. Mientras que, la prueba de Historia y Geografía, registró un
incremento de 24 puntos.
La prueba
Simce también aportó información sobre dimensiones de desarrollo
personal y social de los estudiantes que permite diseñar los programas
educativos y definir los objetivos de aprendizaje.
En ese sentido, se
mantuvieron los indicadores de autoestima académica y motivación escolar
como también los hábitos de vida saludable, con sobre 70 puntos sobre
100, destacando el indicador de Participación y Formación Ciudadana con
77 puntos, el más alto de los mencionados indicadores.
Para el subdirector
artístico del establecimiento, Andrés Brignaderllo, los resultados del
Simce demuestran que una educación distinta, en la que se permite un
desarrollo artístico, sin uniforme y aceptando la apariencia de los
alumnos, también puede dar buenos resultados, ya que no se descuidan
aspectos de la educación tradicional, pese a que deban cargar con el
estigma de ser “un colegio hippie”.
“Aquí lo que existe es la
responsabilidad de optar por una educación distinta, pero bajo la misma
lógica de un colegio de exigencia. Puntualidad, controles, evaluaciones,
respecto. Es un colegio cualquiera con un contexto cultural distinto”,
expresó el subdirector, quien agregó que en 2017 el 75 por ciento de
los egresados, ingresaron a la educación superior, de esos cerca de un
50 por ciento entró por puntaje a carreras artísticas pero también a
bioquímica, ingeniería, sicología, etc.
Respecto
de implementar un modelo diferente, Brignaderllo hizo una crítica al
modelo actual de establecimientos donde la rigidez no permite el pleno
desarrollo de los estudiantes, asegurando que “hay muchos colegios que
tienen desafíos de excelencia académica, pero lo asocian también a
modelos de disciplina severa, por lo tanto, son estudiantes con mucha
carga académica, que tienen muchas tareas y poco desarrollo de los
elementos más básicos de la identidad”.
El método de enseñanza
del Liceo Artístico de Quilpué destaca por ser el único de carácter
público en el país, por lo que responde a un contexto socioeconómico
complejo donde gran cantidad de alumnos y alumnas se muestran en
condición de vulnerabilidad social, la que según la Agencia de la
Calidad de la Educación está establecida entre un 36 por ciento y un
54 por ciento de los estudiantes del Liceo Artístico Guillermo
Gronemeyer.
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