A más de 34 años de su origen, la demanda por una
compensación a la deuda histórica de los profesores ha superado su
carácter meramente económico y se ha transformado en una reivindicación
que si bien no concierne a la totalidad de los docentes del país, tiene
un claro significado simbólico para la profesión en su conjunto.
Es la evidencia de un proceso inconcluso, escasamente desarrollado
-como lo es la municipalización- y el resultado de una política pública
en claro detrimento de la educación chilena, que dio por resultado el
empobrecimiento de miles de maestros que fueron obligados ya no más a
trabajar, sino que a sobrevivir.
Los fundamentos de lo que se denomina deuda histórica se remontan a 1981, año en que decididamente no se cumplió el Decreto Ley Nº 3.551 de 1981,
que dispuso un reajuste del sueldo base al sector público. a docencia chilena.
Es en 1974 cuando se inicia un proceso de sostenido
deterioro a los salarios de los profesores. Según cifras del magisterio,
a modo de ejemplo, si en 1972 un docente percibía mensualmente $100,
nueve años después su salario se redujo a $28.
Sumado a lo anterior, durante dicho período a los profesores se les
rebajó el reajuste trienal y se les eliminó la asignación profesional de
un 25% sobre su sueldo base.
Así es como en 1981, en el contexto del traspaso de la dependencia del personal docente a las municipalidades, se intentó compensar el deterioro de la retribución económica de los trabajadores de la educación a través de la asignación no imponible contenida en el artículo 40 del DL Nº 3.551.
La cronología de la deuda histórica señala que esta asignación debía
ser cancelada entre los años 1981 y 1984 en los plazos y porcentajes
previstos en los artículos 37 y 40 del cuerpo legal. No obstante, la Ley
18.641 de 1985 amplió estos plazos hasta el año 1988.
Sin embargo, en la práctica, ningún docente traspasado
recibió íntegramente tal asignación, en circunstancias que su nuevo
empleador, la municipalidad y ya no más el Estado, desconoció la
aplicación de la medida de reparación.
Este es el punto de partida de la deuda histórica.
Millones y billones
En vista de lo mencionado, una operación aproximada concluye que el monto adeudado a los profesores alcanzaría los 14 mil millones de dólares.
En contrapartida, los números de la Comisión Especial de la Cámara de
Diputados sobre Deudas Históricas fijó la cantidad de profesores no
receptores de la asignación en 84.548 y el total adeudado se se
empinaría por los 6,6 billones de pesos, es decir, 11 mil 637 millones de dólares.
Menor pero no por ello menos cuantiosa, son otras consideraciones del
Colegio de Profesores, municipios y el Ministerio de Educación, que
cavilan una cifra total de deuda próxima a los 5,2 billones de pesos,
equivalentes 9 mil 133 millones de dólares.
“El Colegio de Profesores de Chile comprende la dificultad de que se cancelen íntegramente los montos adeudados,
cualquiera que sea el cálculo que en definitiva se aplique, y han
estado y siguen estando abiertos a una negociación para buscar fórmulas
que permitan compensar, aunque sea en parte, el daño patrimonial
causado”, indica el magisterio en un reporte de los antecedentes de la deuda histórica.
La deuda y la agenda corta
El
gobierno de la Presidenta Bachelet,lidera el incumplimiento de acuerdos
en este tema con el magisterio,en su primer periodo,con el entonces
ministro de Hacienda Andrés Velasco,haciendo caso omiso a su compromiso
que involucró a una comisión de diputados que entregaron una
propuesta,cerraron la posibilidad de cumplir con su palabra diciendo que
la deuda prescribió, y que no existe.
En
el segundo periodo,2014 y ante la presión del Congreso de no avanzar en
el presupuesto del año,el entonces Ministro de Educación se compromete
nuevamente ,firmando un documento dónde buscará una solución.
Nuevamente
el gobierno ha negado la posibilidad de una reparación,nuestra gente
está paupérrima,debido a el atropello a nuestro derechos,que realizó el
gobierno militar y aún así siguen mintiendo,demostrando lo degradada
que está la clase política en nuestro país...
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