Autor: F. Guzmán, M. Bustos, C. Lira y C. Mardones
Tras el anuncio de Las Condes, comunas como Providencia y Chile Chico también podrían sumarse al proyecto. Expertos apuntan a que deben ser los mismos establecimientos educacionales los que decidan si envían o no trabajos al hogar.
Al igual que en Las Condes, donde la semana
pasada anunciaron que eliminarán las tareas escolares para los
establecimientos municipales, varias entidades edilicias se han mostrado
a favor de la iniciativa. En comunas como Estación Central y Chile
Chico ya han dejado de enviar deberes en los colegios, mientras que en
Providencia se evalúa aplicar la misma medida.
El alcalde de Chile Chico, Ricardo Ibarra (DC), señaló que adoptó la
idea después de revisar estudios e incluso su propia experiencia. “Nada
demuestra que niños con más tareas tengan mejores resultados. Cuando uno
vive esta etapa en su propia casa se da cuenta de que los estudiantes
llegan tarde y cansados del colegio, no tienen tiempo ni siquiera para
inscribirse en un taller, porque si lo hacen llegan a las 21.00 y no
pueden hacer las tareas”, dijo el edil.
Así, comentó que decidió cambiar los deberes escolares por talleres.
“Estamos apostando porque el tiempo libre signifique mayores actividades
extracurriculares, ya sean artísticas, culturales y/o deportivas. No
sólo fútbol, sino otras actividades, aprovechando que vivimos en la
Patagonia, como trekking o escalada”, agregó Ibarra.
En Estación Central, desde 2014 eliminaron las tareas en enseñanza
básica. “Implementamos un programa de lectoescritura. Nos dimos cuenta
de que los niños no comprendían lo que leían y que en un 80% de los
casos los papás eran los que hacían las tareas”, señaló el alcalde
Rodrigo Delgado (UDI).
Sostuvo que en el marco de este programa se reemplazaron las tareas
por acompañamiento en actividades durante las clases, talleres y otras
actividades. “Consideramos que nos ha dado buenos resultados; los niños
han aumentado su eficiencia en lectura. La idea con este programa es que
el alumno lea a un mejor ritmo y comprenda lo que lee”, agregó el edil.
En Providencia, la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) también se ha
mostrado a favor de eliminar las tareas. “Durante mi campaña firmé un
compromiso de que iba a trabajar para que no hubiera más tareas en los
colegios y creo firmemente en ello”.
Agregó que “se ha alargado mucho el horario de los alumnos en los
colegios y eso ha tenido cero efecto en el aprendizaje. Los niños ya no
tienen tiempo para jugar, para tocar algún instrumento, hacer baile,
practicar deporte, nada. Un ser humano se debe desarrollar en forma
armónica, no sólo aprender matemática y lenguaje”.
Por eso, la alcaldesa aseguró que se evaluará el tema para aplicar la
eliminación de tareas, pero enfatizó que lo discutirá el equipo
municipal con las comunidades escolares, “para ver en qué cursos se
podría aplicar y cómo”.
En desacuerdo
En comunas como Lo Barnechea, sin embargo, descartan la idea de
eliminar los deberes para la casa. El alcalde Felipe Guevara señaló que
“en la comuna cada profesor, junto al equipo técnico y los directores,
hacen una planificación de qué contenido se va a tratar y cómo se
abordará. No podemos decir a estas alturas que den o no tareas, porque
sería pasar a llevar esa planificación”. Añadió que las propias
comunidades han decidido seguir con las tareas.
En Colina, el alcalde Mario Olavarría explicó que en lugar de
eliminar las tareas las incentivan mediante un programa llamado
“Aprender en familia”. El edil se mostró a favor de un tipo de deberes
escolares a desarrollar en el hogar. “Distinguiría lo que es tarea
formativa, como hacer ejercicios o leer libros, cosas que pueden hacer
en el colegio, dado el número de horas de clases, de otro tipo de
trabajos. Esa otra modalidad incorpora a los papás en un trabajo de
equipo, colaborativo, y le quita al niño horas que pasa viendo
televi-sión o videojuegos, que no le hacen ningún bien”, explicó.
Además, Olavarría señaló que “regular por ley es error. Debe quedar a cargo de los sostenedores”.
En Santiago se ha optado por dejar la decisión en los directores. “He
conversado con cada uno de los rectores y les he dado libertad. No es
lo mismo la Escuela República de Haití, República de Ecuador o el
Instituto Nacional, por nombrar tres establecimientos. Tenemos que
trabajar cada realidad y, según eso, los profesores y los directores
determinarán si dan o no tareas”, dijo el alcalde Felipe Alessandri
(RN).
Macarena Silva, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en
Educación de la U. de Chile, señaló que “las tareas no son malas, pero
deben ser bien pensadas. En un colegio con una coordinación adecuada
entre profesores no se dará un problema de sobrecarga de tareas”.
Misma visión tiene María Pilar Calderón, decana de la Facultad de
Educación de la U. Central. Ella subrayó que es delicado que un
municipio decida que ya no hay más tareas. “Una política pública no
puede pensar que todos los colegios se comportan de la misma manera”.
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