En primera instancia, la casa de estudio informó a
Paulina Espinoza que la decisión fue tomada porque debía reducir gastos y
su renta era “muy alta”. Sin embargo, se estima que pesaron razones
personales del Rector de la universidad, Diego Durán Jara, para
desvincular a la profesional. La deteriorada relación entre ambos,
sumado al lanzamiento del libro “SIDA en Chile, Historias Fragmentadas”
presentado por la académica, habrían sido los verdaderos motivos de su
despido. La ‘Coordinadora Nacional de Atención en VIH’ envió una carta
al Canciller Máximo del establecimiento y Obispo de Talca, Monseñor
Horacio Valenzuela Abarca, para que interceda y revoque la acción.
Paulina Espinoza fue informada el martes 27 de diciembre de que no
seguiría trabajando en la Universidad Católica del Maule, donde se
mantuvo por casi siete años ejerciendo labores académicas en la Facultad
de Medicina y, además, como vicerrectora de la institución entre
septiembre de 2015 y marzo de 2016.
Fue en ese periodo cuando debió trabajar junto al rector de la UCM,
Diego Durán, con quien no logró sintonizar y mantuvo “encontrones” en
más de una ocasión debido a la forma en que el mandamás tomaba
decisiones que afectaban a los estamentos de la universidad. Luego de
integrar la cúpula directiva por siete meses, Espinoza fue despedida de
la vicerrectoría repentinamente.
Sin embargo, el verdadero golpe para la docente vino a fines del
2016, cuando fue desvinculada de forma definitiva de la casa de estudio
sin fundamentos aparte del esgrimido por la actual Vicerrectora, que
aludía a recortes financieros en la institución.
La decisión llamó la atención de la afectada y de la comunidad
universitaria, primero, por la debilidad del argumento señalado y,
además, porque, acusa la docente, fue tomada por el Equipo Directivo de
la UCM sin consultar al Decano de la Facultad de Medicina ni al jefe
directo de Espinoza y Director del Departamento de Ciencias Preclínicas,
Iván Castillo.
La misma Vicerrectora le afirmó a la desvinculada que no existieron
motivos relacionados con su desempeño académico para despedirla. Prueba
de ello es la última encuesta docente tomada por la Facultad, donde los
estudiantes calificaron con excelencia la calidad profesional de la
ahora extrabajadora.
Debido a las extrañas circunstancias en que fue despedida y el
ostracismo en torno a los reales motivos para hacerlo, las sospechas
apuntan a que fue el lanzamiento del libro “SIDA en Chile, Historias
Fragmentadas” lo que colmó la paciencia del Rector.
La obra, escrita por los periodistas Víctor Hugo Robles y Amelia
Donoso, aborda la problemática histórica que ha representado el SIDA
para el Estado chileno y los costos que han debido sufrir quienes
padecen el virus, tanto en materia económica como social.
El texto fue presentado por Paulina Espinoza en el Centro de
Extensiones de la UCM el 28 de noviembre del año pasado. Entre otros
invitados, el evento contó con la presencia del autor Robles y del
Seremi de Salud, Rafael Santander.
Fuentes cercanas a Espinoza señalan que este hecho fue la gota que
rebalsó el vaso para Durán. Aunque la iglesia católica nunca ha
intervenido de manera directa en las enseñanzas impartidas en la
universidad, Espinoza acusó en un correo que envió a personal con el que
trabajó que el directivo utilizó este pretexto para hostigarla y
cuestionar su labor, ya que el libro y su temática irían en contra de lo
que la casa de estudio pretende enseñar.
Según detalla Robles, quien ha seguido de cerca la situación, tanto
los autores como la propia Espinoza sabían que el lanzamiento del texto
podría tener costos para la académica, aunque nunca esperaron que Durán
tomase una decisión tan drástica. “Ella nos advirtió que era un tema muy
complicado para la universidad. Todos sabíamos que estaba en juego su
trabajo, pero nunca pensamos que esto de verdad iba a pasar”, añade.
El obispo como mediador
Apenas se enteró de la situación de Espinoza, la Coordinadora
Nacional de Atención en VIH de la región -organización enfocada en la
prevención del virus y que desde hace años trabaja en conjunto con la
profesora y la universidad para tratar la problemática a nivel
estudiantil- inició la redacción de una misiva que fue entregada al
Obispo de Talca, Monseñor Horacio Valenzuela, quien además ocupa el
cargo de Canciller Máximo de la UCM.
Según el secretario ejecutivo del grupo, Michael Díaz, Paulina
“siempre ha sido una aliada bastante importante para visibilizar la
problemática dentro de la universidad, aparte de un tremendo aporte al
pensamiento crítico de los estudiantes”.
Díaz, quien también participó del lanzamiento del libro, calificó el
argumento entregado por la dirección como “absurdo”. “A mi juicio esto
es simplemente una excusa para desvincularla, porque Paulina en su rol
académico siempre ha privilegiado el tema de la libertad de cátedra. Hay
muchos temas que para las universidades católicas son complejos, como
la diversidad sexual y el VIH. Por lo tanto, bajo el punto de vista de
nuestra organización, con esto encubren la verdadera razón: les incomodó
lo que hizo con el libro”.
“Suponemos que el Obispado de Talca tiene opinión respecto al
funcionamiento y decisiones que toman al interior de las instituciones
católicas. Más aún cuando tienen un dejo de arbitrariedad y falta de
fundamento. Por lo tanto, cuando le escribimos al Obispo apelamos a su
calidad de Gran Canciller y (esperamos) que revierta la situación”,
finalizó.
La carta recibida por el Obispo, a la cual The Clinic Online tuvo
acceso, inicia su descargo señalando que “la Sra. Espinoza ha sido un
aporte sustantivo al desarrollo de la región, particularmente de las
políticas de inclusión y respeto hacia la dignidad de las personas en el
ámbito de la salud publica, destacándose en ella sus muchas cualidades
humanas éticas y profesionales (…)”.
“Sostener que el elevado sueldo de la Sra. Espinoza es la causal de
su desvinculación de la universidad a todas luces carece de fundamento y
razonabilidad”, continúa, argumentando que una re estructuración de
costos se podría haber realizado perfectamente sin afectar el contrato
de la académica.
Luego de señalar que la decisión de remover a Espinoza del cuerpo
docente es un ataque directo a la libertad de cátedra, el documento
finaliza de la siguiente manera: “Por eso, don Horacio, conociendo su
compromiso con la verdad y la justicia, le solicitamos respetuosamente
en su calidad de Gran Canciller de la Universidad Católica del Maule
pueda intervenir para lograr la reincorporación de esta académica”.
Reacciones de la comunidad y descargo de la UCM
El Centro de Alumnos de Medicina del establecimiento (CAA) también se
opuso a la polémica medida adoptada por Durán y su equipo. En una
declaración pública, expusieron que las “autoridades superiores de
manera unilateral pasaron a llevar cualquier tipo de conducto regular”
en el hecho.
“Ante esto, los estudiantes de Medicina rechazan de manera categórica
esta situación más aún cuando la profesora Paulina mostró una especial
cercanía con los estudiantes, por tanto nos declaramos en estado de
movilización”, añadieron.
El Sindicato de Académicos de la universidad tampoco quedó al margen y
reaccionó acusando que despedir a profesores sin motivos de peso, y
excesivamente cerca de fin de año, se ha tornado una práctica común en
la institución.
Según la declaración, el sindicato se encuentra en “situación de
alerta. Ya sabemos que las desvinculaciones no se producen en el marco
de la reglamentación universitaria, y que podemos esperar cualquier otra
situación lamentable”.
Al ser consultada por la controversia generada, desde el departamento
de prensa de la Universidad afirmaron que “la desvinculación de la
académica Paulina Espinoza, se encuentra dentro del marco legal vigente,
y creemos que desde el punto de vista ético y legal, no corresponde
ventilar detalles de la misma debido a que está enmarcado dentro de la
relación laboral entre ambas partes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario