Juan
Eduardo García-Huidobro
Carlos
Concha
Universidad
Alberto Hurtado
Diciembre
de 2011
Hemos
conocido el proyecto del Gobierno sobre desmunicipalización. Este
propone que agencias públicas de educación localpuedan administrar
los actuales establecimientos educacionales municipales. Si
biensiempre se puede celebrar que comience, otra vez, una discusión
nacional sobre este tema, importante, varias veces postergado y
altamente demandado; en este caso, desgraciadamente hay que partir
diciendo
que no estamos frente a un buen proyecto.
Hay
al menos cuatro aspectos sobre los se esperaba que este proyecto
hiciera aportes y avances:
•La
recuperación del valor social de la educación pública
•La
superación de las razones que hoy la mantienenen
crisis; al menos la corrección de las distorsiones más importantes.
•Las
medidas que permitan que la educación públicaasegure
los mejores niveles de calidad de resultados a todos.
•Avanzar
en la creación de espacios de integración social
y disminuir la segregación educativa que caracteriza nuestro sistema
escolar.
Curiosamente,
en este proyecto no sólo omite estos temas; la mayoría de sus
propuestas son una paradoja
1
.
Vamos por parte.
El
proyecto de ley presentado propone que en un plazo de cinco años,
avanzando por regiones y de manera gradual, los municipios traspasen
la administración de sus establecimientos educacionales a las
“nuevas” agencias públicas de educación local.
Pueden
exceptuarse de esto, los municipios que tengan una altaproporción de
sus alumnos en desempeño alto o medio.
De
lo anterior surge una primera paradoja
:
“se trata de una desmunicipalización a cargo de uno o
másmunicipios”. Las comunas cuyas escuelas tienen buenos
resultados pueden seguircomo hasta ahora, a cargo del alcalde
correspondiente. Para el resto, para las que se incorporen al nuevo
sistema, igualmente será un alcalde quien presida el Consejo
Directivo de la Agencia, organismo único de dirección de la
agencia, que aprueba el proyecto institucional, el presupuesto,
nombra y remueve al Director Ejecutivo y haceseguimiento de los
avances de la agencia. Este Alcalde
tendrá
la responsabilidad política, tanto si la agencia está formada por
un municipio,
como
por varios. En definitiva, con esta desmunicipalización la educación
pública sigue siendo municipal.
Segunda
paradoja más compleja que la anterior: “para mejorar la actual
educación pública se crea una nueva institucionalidad solo para los
establecimientos que están funcionando mal”. En efecto, el
proyecto promueve dos tipos de educación pública, una municipal,
como la conocemos ahora, que continuará incluyendo a los
establecimientos educacionales con buenos resultados y la nueva,
administrada por las agencias, para establecimientos educacionales
que obtengan bajos desempeños. Si este proyecto prospera, la
educación pública o lo que quede de ella, tendrá dos categorías,
una de mejores logros y la de los peores. La nueva institucionalidad
partiría con un estigma difícil de superar. Desde esta perspectiva,
el proyecto no solo no renueva el concepto, el valor o la importancia
de la educación pública como un
espacio
de integración social y de vivencia en él de la sociedad que
queremos; lo que hace es profundizar más la segmentación social por
resultados,
porque en definitiva las nuevas agencias atenderán muy
homogéneamente a los estudiantes más pobres, rurales e indígenas
que hoy se mantienen en la educación municipal.
Tercera
paradoja
:
“La cuadratura del círculo”: se pone a las nuevas agencias la
misión de mejorar al subsistema que congrega responsabilidades más
complejas, que logra los más bajos resultados, porque atiende a los
sectores más pobres, con padres y madres de menor escolaridad, y se
pide que lo logren sin más recursos y sin más capacidades. No hay
financiamiento fuera de la subvención. No involucra gasto adicional
alguno, ni apoyos especiales desde el Ministerio de Educación, ni
incentivos para que los mejores docentes trabajen en ese sector, ni
posibilidades que accedan a
ella
estudiantes de excelencia o familias de mayor capital social o
cultural. Las nuevas agencias parecen tener una verdadera ¡misión
imposible! Cuarta paradoja
:
“Querer salir de la crisis sin enfrentar los motivos de la crisis”.
Se han ido decantado al menos tres motivos claros de la crisis actual
de la educación municipal. La competencia a todas luces excesiva y
desregulada, con reglas de juego que favorecen el emprendimiento
privado y desincentivan los proyectos públicos y con un Ministerio
de Educación crecientemente debilitado en sus capacidades de apoyo a
las
escuelas de bajos resultados. En segundo lugar,el financiamiento
compartido que introduce una segregación por nivel socioeconómico
que
atraviesa todo el sistema (yo pago lo que puedo por dar la mejor
educación a mi hijo; lo que es equivalente a que se eduque con los
que pueden lo mismo que yo). Finalmente, el desprestigio de la
educación
municipal, la cual por su origen autoritario no logró asimilar para
sí el prestigio histórico de la educación pública y que por la
heterogeneidad de sus capacidades, recursos y resultados, no ha
logrado concitar la confianza de las familias y posee hoy serios
“problemas de marca” en la opinión pública.
El
proyecto en cuestión no aborda ninguna de las razones de la crisis
del sistema municipal: permanece silencioso frente al tema del lucro,
no restringe la creación de nuevas escuelas a los lugares donde
efectivamente se necesiten, no prohíbe el cobro a las familias en
los establecimientos educacionales financiados por el Estado, no
propone estrategias para revertir la caída verticalde su matrícula
(de 78% a comienzos de los 80, a 37% hoy), ni mayores recursos y
capacidades para asegurar una oferta pública de calidad; tampoco
propone med
idas
para recuperar la confianza de las familias.
Las
paradojas y los silencios son elocuentes. El proyecto no ofrece los
mecanismos, capacidades y recursos necesarios para lograr el
fortalecimiento de la educación estatal a nivel escolar. Es difícil
también que este proyecto avance con la rapidez que se requiere. ¡Ya
no queda mucho tiempo! El deterioro, en términos de matrícula, de
los establecimientos educacionales públicos no va a detenerse en los
meses que vienen. En las condiciones actuales, es difícil queuna
familia siga apostando por la educación municipal; esto no sólo
tiene que ver con
acceso
a alternativas distintas, también con la existencia de un proyecto
que seriamente se proponga fortalecerla.
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