Tania González |Sábado 1 de octubre 2016 11:14 hrs.
Con
la puesta en marcha de la carrera presidencial, el movimiento Deuda
Educativa busca instalar en las campañas de los candidatos la demanda
por la absolución de la obligación de pago de créditos universitarios.
Un
grupo de jóvenes desde hace unos años se han organizado para apuntar en
la bandera de lucha del movimiento estudiantil, la demanda por la
condonación de la deuda de los créditos universitarios o la disminución
del porcentaje de pago.
Con la interposición de la primera de
siete demandas judiciales contra los bancos por la imposición de
cláusulas abusivas en los contratos y la presentación de un proyecto de
ley impulsado por la diputada comunista Camila Vallejo para que se
eliminen dichos créditos, los endeudados ahora buscan que los aspirantes
a La Moneda en las próximas presidenciales aborden este tema en sus
programas.
El sociólogo académico de la Universidad de Central,
Felipe González, quien desde hace un tiempo está estudiando el fenómeno
de los deudores educacionales, en el marco de una última asamblea del
movimiento Deuda Educativa, indicó que en los países con alta
desigualdad las deudas se ocupan para gobernar, puesto que el Estado
evita enfrentar el problema fundamental de la distribución de los
ingresos.
“Esto funciona pero tiende a colapsar porque no se puede
estar comprando tiempo siempre, hay un momento en que hay que enfrentar
el problema de la desigualdad. Además, las deudas distribuyen el poder
en la sociedad en favor de ciertos actores que son Estados muy poderosos
o corporaciones, bancos o retailers en el caso de Chile, en detrimento
de las personas. A nivel mundial estos mercados se han expandido en las
capas medias bajas y bajas, la innovación financiera ha permitido
prestarle plata a quienes tradicionalmente no se les hubiera prestado”,
indicó.
González expuso que en Estados Unidos existen también las
huelgas de deudores educacionales que defraudados de sus instituciones
con fines de lucro y carreras que no pudieron ejercer, han recurrido a
la política del no pago y ahora, la condonación de la deuda es tema para
las campañas de los presidenciables.
El sociólogo aseguró que de
forma similar en nuestro país, ningún candidato podrá desmarcarse del
problema que en el futuro se transformará en un conflicto económico con
habitantes que no se comprarán casas, que no emprenderán negocios y se
atrasarán la decisión de formar familias.
El vocero del movimiento
Deuda Educativa, Juan Pablo Rojas, comentó que distinto a lo que ha
planteado otro colectivo de estudiantes con la intención de no pagar las
deudas, su agrupación advierte que quien no pague recibirá demandas de
los bancos y caerán en Dicom, en consecuencia, apuestan por otro tipo de
estrategias de presión.
“La ley con la que se creó el Crédito con
Aval del Estado, tiene un diseño tan cruel que lo que busca es
justamente que las personas no paguen para beneficiar al banco. Si uno
no paga, el Estado le paga al banco la deuda. Por lo tanto, nosotros
optamos porque el Estado asuma un rol de defensa de las personas que
están endeudadas no solo por el CAE, sino también por Crédito Corfo,
Fondo Solidario, Súper estudio, y que condone directamente las deudas”,
expresó.
Juan Pablo Rojas añadió que hay que reflotar iniciativas
parlamentarias que respondan a la demanda social como la propuesta que
presentó hace unos años la diputada radical Marcela Hernando, donde se
buscaba crear un mecanismo para condonar los intereses de quienes son
deudores del Fondo Solidario.
No obstante, en este grupo de
alumnos y ex alumnos que protestan existen casos particulares que no han
tenido la suficiente atención pública: los que solicitaron un crédito
Súper Estudio.
Egresada de la Pontificia Universidad Católica,
Francisca Zamorano, explicó que la particularidad de su crédito en
comparación a los otros, es que es de consumo, no tiene intermediarios y
lo tienen los bancos De Chile y Santander.
“Es un crédito que se
le ofrecía a los cuentacorrentistas del banco como una forma más fácil
que acceder a un CAE, porque está destinado a familias de clase
media-media. Egresas y tienes un año de gracia que en realidad es
ficticio ya que uno sigue pagando la misma cuota de interés que pagó en
los cinco años de universidad. Una vez que terminas con esto, el banco
te dice que tienes cinco años para pagar y por lo tanto, las cuotas son
de 500 mil pesos mensuales que no tienen relación con tu sueldo ni si
estás cesante, el banco empieza a facturar”, explicó.
La ex alumna
advirtió que cuando se pide el crédito en el papel no queda fijada la
cantidad de cuotas, siendo solo un acuerdo de palabra que
arbitrariamente puede ser modificado por el banco. Dicha situación
complicó a Francisca Zamorano quien decidió recurrir a la
Superintendencia para que interviniera y se respetaran los años en un
principio pactados.
El último acto de protesta del Movimiento
Deuda Educativa fue una velatón por el anuncio del Gobierno del
Presupuesto 2017, en los próximos días interpondrán una demanda en
contra del Banco Estado y en lo que resta de la administración de la
Presidenta Michelle Bachelet seguirán movilizándose con el propósito de
que se cumpla con el compromiso de crear un comité de expertos que
busque solución al problema que viven miles de endeudados.