El que los colegios públicos sean o no mixtos no
debería pasar por un cambio de la norma o una imposición, ni de un día
para otro. Es necesario escuchar a los principales implicados, a cada
comunidad escolar en libertad.
Los jóvenes y estudiantes de nuestro país han propiciado importantes
cambios en materia de educación a partir de sus movilizaciones el año
2006. Ellos han incentivado un cuestionamiento profundo acerca de la
arquitectura de nuestro sistema educacional y también social,
especialmente acerca de las oportunidades que éstos generan para un
amplio espectro de la población. Así, la estudiante Marina Ascencio, de
once años, ha hecho visible la interrogante del por qué una persona como
ella no puede estudiar en el Instituto Nacional. Una reflexión simple
que abrió un debate de políticas públicas sobre la inclusión y la
equidad de género.
La equidad de género es un aspecto trascendental, pues asegura
igualdad de oportunidades para niños y niñas y porque además evita la
fuga de talentos en áreas que han sido tradicionalmente feminizadas o
masculinizadas en nuestras sociedades. En esta materia tenemos desafíos
dada las diferencias en los logros de aprendizajes de los estudiantes en
distintas áreas del proceso educativo.
Como sociedad tenemos que preparar a niños y niñas para convivir en
un mundo mixto, compartiendo en espacios laborales y estudiantiles, en
el desarrollo de diversas habilidades y espacios de opinión, y así sacar
lo mejor de cada uno y aportar a la construcción de un país más justo.
Sin embargo, pensar que la sola adopción de la coeducación garantiza
una mayor equidad de género en resultados de aprendizaje o en la
disminución de estereotipos de género, es un tanto restringido. La carta
de Marina es el comienzo, ahora debemos ir más allá, cada uno desde sus
espacios para dar nuevos pasos que permitan una mayor equidad de género
y la supresión de los estereotipos que la dificultan.
En el terreno de la equidad, la mixticidad es coherente con el acceso
de la mujer a espacios educativos de exclusividad masculina o
viceversa, pero ello por sí sólo no supone la igualdad de oportunidades.
Lo que necesitamos es esforzarnos en revisar y empezar a disminuir
hasta eliminar los muchos estereotipos de género que hoy se repiten y
que restringen posibilidades, con el fin de construir una comunidad
escolar crecientemente respetuosa con el otro, tanto en sus semejanzas
como en sus diferencias.
Con todo vamos avanzado; eso es un hecho. Hace unas décadas era
impensado hablar de una Presidenta de la República, pero todavía la
igualdad de oportunidades representa un desafío país. Por ejemplo, en el
ámbito de la política, las parlamentarias representan solo el 15,8% del
Congreso y apenas el 12,4% de alcaldías son lideradas por mujeres.
Como dato de contexto, cabe señalar que menos del 4% de los
establecimientos están separados por sexo. De esta manera, la gran tarea
es avanzar a que cada centro educacional sea de calidad y entregue
oportunidades a todos sus estudiantes, y no hablar solo de algunos
establecimientos de excelencia, ya que todos deberían serlo: ese es el
gran desafío.
Por último, el que los colegios públicos sean o no mixtos no debería
pasar por un cambio de la norma o una imposición, ni de un día para
otro. Es necesario escuchar a los principales implicados, a cada
comunidad escolar en libertad. El rector del Instituto Nacional, como
ejemplo, dijo que la segregación por género es una reflexión que se
deberá afrontar en el corto plazo, lo que nos muestra una sociedad que
hoy más que nunca se cuestiona algunos paradigmas y está abierta al
diálogo, sin miedo a la discusión.
Nos debe alegrar que estudiantes como Marina sean los protagonistas
que gatillan estas reflexiones, en busca de una sociedad cada vez más
equitativa, progresivamente más diversa y tolerante. Al mismo tiempo,
nos debe inspirar que nuestros estudiantes desarrollen habilidades para
convivir con las diferencias y los cambios culturales, propios de
nuestra época.
*Carlos Henríquez es Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario