“El
análisis por lo menos para mí es que el año pasado, y no sé cómo
definirlo con una palabra mejor, el año pasado fue un mal año. Empezamos
con los de Penta que por un lado era hermoso y atroz. Nos estábamos
enterando de algo terrible, pero veíamos a dos empresarios de lo más
pitucos entrando a la cárcel. Díganme si esa huevada no fue bonita. Ahí
los huevones, cagando todos en el mismo baño, cuando el baño del Délano
es de este porte (del escenario). ‘Oye, ¿cagó el Hugo Bravo? que caga
hediondo ese, problemas reales, de la gente real. Después vino SQM donde
nos enteramos que todos son lo mismo. Después el caso Caval, que aquí
el hijo del año” La gente comenzó a pifiar. “Pífienlo no más, háganlo
mierda ¿Cómo tanto?, ¿cómo tanto? Aparte, todo el mundo claro quiere que
la mamá se haga cargo y yo me pregunto ¿Dónde está el papá? no es ni
presidente el huevón”, fue parte de la rutina de Natalia Valdebenito.
Si
hubo un factor común en las cuatro rutinas de humor que se han visto en
la misma cantidad de jornadas del Festival de Viña no fueron los
aplausos, las pifias ni los premios; no, fue la clase política que a
raíz de un año 2015 marcado por los casos de corrupción dieron material
de sobra para la creatividad de los comediantes, en este caso, Edo
Caroe, Rodrigo González, Natalia Valdebenito y Pedro Ruminot.
Entonces,
más que esperar a ver si habrá efectos posteriores, si se pudiese
desatar una hecatombe social como alertó El Mercurio, o si las
reacciones fueron sobredimensionadas, en la memoria colectiva quedarán
simplemente los chistes que hicieron al público que asistió a la Quinta
Vergara y al que siguió el evento desde el living, la cama, o la cocina
de su casa.
Acá una selección con los cinco mejores chistes de la edición 2016 del festival de la Ciudad Jardín.
La
jornada siguiente, Rodrigo González, dijo: “Y para los que no sepan el
stand up (comedy) tiene dos opciones, la primera es contar un chiste que
es lo más fácil, y la segunda es usar este micrófono para denunciar al
corrupto, al poderoso, al coludido, y como yo estoy lleno de deudas… voy
a contar un chiste. ‘Aló, mamá, mamá, en el colegio todos me dicen
guatón cara de raja (sic)’ ‘Sebastián, ¿me puedes llamar después que
estoy con los ministros?'”.
La tercera jornada se presentó Natalia
Valdebenito, las más aplaudida de todos los saca-risas, quien narró
que: “El análisis por lo menos para mí es que el año pasado, y no sé
cómo definirlo con una palabra mejor, el año pasado fue un mal año.
Empezamos con los de Penta que por un lado era hermoso y atroz. Nos
estábamos enterando de algo terrible, pero veíamos a dos empresarios de
lo más pitucos entrando a la cárcel. Díganme si esa huevada no fue
bonita. Ahí los huevones, cagando todos en el mismo baño, cuando el baño
del Délano es de este porte (del escenario). ‘Oye, ¿cagó el Hugo Bravo?
que caga hediondo ese, problemas reales, de la gente real. Después vino
SQM donde nos enteramos que todos son lo mismo. Después el caso Caval,
que aquí el hijo del año” La gente comenzó a pifiar. “Pífienlo no más,
háganlo mierda ¿Cómo tanto?, ¿cómo tanto? Aparte, todo el mundo claro
quiere que la mamá se haga cargo y yo me pregunto ¿Dónde está el papá?
no es ni presidente el huevón”.
“Pero yo no soy más locas que
otras, hay locas, locas po, ¿se acuerdan de la Erika Silva? ¿La asesora
de Dávalos? Tal vez así la recuerden mejor”, se corre el pelo hacia un
lado. “La loca, loca. La loca asesora. La Lily Díaz, la secretaria de la
UDI, la loca sapa, sapiando los carretes. No po’ hija, carretee callao,
lo que pasa en el carrete queda en el carrete po. Si la Ena es buena
pa’ chupar, quédate callada. La Ena, la loca pilla, pilla, se hace la
huevona ‘no si yo no hice nada, nada, nada, yo no’. Cara dura. La loca
mala, la Evelyn Matthei. Y la loca dura, ¿la Lucia Hiriart? Oh! La loca
dura, buena pa’ vivir.”
“Además tenemos que convivir con
terremotos, tsunamis, maremotos, aluviones, todos los desastres
naturales, todos. Bueno no todos los desastres naturales, Dávalos nació
por cesárea”, dijo anoche Pedro Ruminot.
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