Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

jueves, 11 de febrero de 2016

El colegio de la incertidumbre

A semanas del inicio del año escolar, 300 niños del colegio San Nicolás aún no saben si podrán estudiar, dado que el recinto podría no abrir sus puertas.

Aldo Lingua, Benjamín Turner y Flor Guzmán 
Padres, profesores y alumnos se manifestaron ayer en las afueras del Colegio San Nicolás.
Un abrupto fin de sus vacaciones sufrieron las once profesoras del Colegio San Nicolás de la comuna de Independencia, dado que la semana pasada fueron recibiendo, una a una, su carta de despido. Al mismo tiempo, entre los apoderados empezó a circular la noticia, extraoficialmente, de que el colegio estaría cerrado, dejando a sus 300 alumnos en completa incertidumbre sobre su futuro. A pesar de que el Ministerio de Educación no ha recibido ninguna solicitud de cierre, trámite que debían cumplir los recintos hasta el 30 de octubre del año pasado, los padres se encuentran preocupados.
Los problemas para las docentes empezaron a finales del año pasado, cuando presentaron una demanda contra el sostenedor  del establecimiento por el no pago de sus remuneraciones así como también los bonos asociados al desempeño de los profesores. Esta fue ingresada en diciembre al 2° Juzgado del Trabajo de Santiago. “Nos enteramos de que iba a cerrar por los despidos injustificados. De pronto nos encontramos de que todas las docentes estábamos despedidas. Eso fue el 4 de febrero”, dice Grecia Veloso, docente del colegio.
El año pasado, los padres de los alumnos fueron informados  por la directora a través de una carta, que el colegio formaría parte de los beneficiados por la gratuidad, y que para acceder a ella debían estar al día con el pago de las mensualidades. “Nos dijo que la matrícula iba a ser gratis. Hasta pusieron un cartel que decía eso y ahora lo sacaron”, indica Patricia Chamorro, quien matriculó a su nieta el año pasado. Sin embargo, en los registros del Mineduc, este recinto no figura entre los que voluntariamente se sumaron este año a ser gratuitos en el marco de la Ley de Inclusión. 
Los apoderados acusan de que nadie les avisó del eventual cierre y que se fueron enterando por mensajes que les llegaban desde los profesores. “Por un canal informal nos comunicaron que iban a cerrar el colegio porque la sostenedora no tiene los medios para mantenerlo abierto. Ella tampoco ha informado al Ministerio de Educación o de manera formal a los padres para poder tomar cartas en el asunto”, dijo Enzo Gutiérrez, padre una de las alumnas de cuarto básico.
La falta de una versión oficial por parte de los sostenedores genera ansiedad en los apoderados, dado que el inicio de las clases está cada vez más cerca. “Yo me siento engañada y muy frustrada. No sé dónde voy a matricular a mi hijo. No tenemos certeza de lo que va a pasar”, dice Marlén Salazar. Caso similar vive José Antonio Aburto, quien tuvo que volver de sus vacaciones en el sur para ver nuevos colegios para su hijo. “Los niños no tienen matrícula ni año asegurado. Y ahora tengo que buscar un colegio, en la mitad de febrero, cuando está todo cerrado y ya los cupos están llenos”, explica.  
Desde el Mineduc explicaron que los sostenedores deberían haber dado aviso de cierre, pero que no existe ninguna notificación en este caso. “Hasta el momento no tenemos ninguna comunicación formal del cierre del establecimiento. No lo han solicitado y, por lo tanto, si es que fuese efectivo este cierre estarían en una flagrante violación de la normativa escolar”, dice Felipe Melo, Seremi de Educación Metropolitano. En caso de acreditarse un infracción, arriesgan una multa de hasta $ 40 millones. 
Desde la Superintendencia de Educación informaron que se encuentran investigando las denuncias y que le pidieron un informe a la sostenedora para que entregue los antecedentes. Junto con eso, se decretó una fiscalización con el fin de recopilar información. 
Uno de los punto que sí se aclararon ayer, fue el juicio laboral por los sueldo impagos a las profesoras. En la audiencia en el Segundo Juzgado Laboral de Santiago, las educadoras  fueron representadas por Alejandra Miranda, abogada del Colegio de Profesores. El magistrado falló a favor de las docentes y decretó que se pagaran los montos adeudados en tres cuotas, junto con decretar la prohibición de celebrar actos y contratos sobre un inmueble propiedad de uno de los miembros de la sociedad Sucesión Juan Jiménez y Compañía Limitada, la que es la sostenedora del colegio.
Miranda dijo que tras esta resolución “vamos a iniciar un nuevo juicio por despido injustificado y queremos pedir el embargo del inmueble, ya que si el sostenedor dice que está cerrando por quiebra, nosotros tenemos justo temor de que por eso no se pague a los profesores”. 
Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, calificó la situación de anómala. “Nosotros vamos a mandar una carta al ministerio pidiendo que se fiscalice la situación. Esto ocurre cuando la educación es un bien y no un derecho social”, señala el dirigente.
La Tercera se contactó con uno de los miembros de la sociedad Sucesión Juan Jiménez Compañía Limitada, quien declinó a dar una versión oficial del tema.

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