Hubo adulteración de listas de asistencia. Se colocaron como presentes a estudiantes ausentes.
Los colegios municipales y la mayoría de los subvencionados en Chile
costean, en gran parte, sus gastos fijos (pago de cuentas básicas más
el sueldo de profesores) gracias a la subvención regular que reciben del
Estado. Estos dineros se destinan a cada uno de los recintos
dependiendo de la asistencia que tengan sus alumnos. Es decir, los
fondos que reciben son variables. Entonces, a mayor inasistencia, menor
será el monto a recibir por los sostenedores. Este sistema de
financiamiento sería una de las principales razones por la que algunos
establecimientos adulteran la nómina de asistencia. Según datos de la
Superintendencia de Educación, entre el 2014 y 2015, 600 colegios
presentaron observaciones durante la fiscalización del organismo tanto
por alteración de la asistencia, como por datos incompletos.
De este total, 232 (39%) fueron multados debido a que los
fiscalizadores se percataron que en la lista de asistencia habían niños
presentes que no habían asistido ese día al recinto. Se trata de 719
alumnos “fantasmas” entre ambos períodos y sólo este año la adulteración
alcanzó a 262 escolares.
Según el Superintendente, Alexis Ramírez, “lo que hemos detectado es
que hay errores, desórdenes administrativos y también alteraciones
graves en la declaración de asistencia para obtener una mayor
subvención, como por ejemplo marcar como presentes alumnos ausentes y
mantener en el libro de clases a estudiantes que ya se han retirado del
establecimiento. Esas prácticas son inaceptables, porque el objetivo es
que los recursos lleguen efectivamente a la sala de clases”.
Las multas por este tipo de infracción van desde las 51 a 500 UTM ($
2.292.450 a $ 22.475.000). En 2014, la Superintendencia multó a dichos
recintos por un total de 8.396 UTM ($ 376.980.400), mientras que en 2015
la cifra llegó a 15.567 UTM ($ 698.958.300).
Pese a esto, la cifra entre ambos períodos analizados se redujo de un
14% de colegios con infracción a un 11% este año. “Las cifras gruesas
están demostrando avances positivos, con una baja de las infracciones en
materia de asistencia entre 2014 y 2015, lo que demuestra un mayor
esfuerzo por parte de los colegios, por cumplir con la normativa”,
explicó la autoridad.
Las razones
El experto y académico de la U. de Chile, Cristian Bellei, explicó
que las alteraciones son una tergiversación de algo importante: la
preocupación de que los niños asistan al colegio. Según Bellei, “que
sea tan sensible el sistema de subvención a la asistencia genera una
distorsión dado que las escuelas tienen ingresos variables y costos
fijos, lo que es complicado. No digo que esté correcto, pero es una
muestra más del mismo sistema”.
Una opinión similar tiene Gonzalo Navarrete, presidente de la
Comisión de Educación de la Asociación Chilena de Municipalidades
(AChM): “Tiene que ver con que el sistema de financiamiento, que es por
asistencia y no por matrícula, que estimula a que alguien por déficit
de financiamiento decida alterar las listas porque busca más recursos.
Eso es ilegal y tiene que ser sancionado”.
Agregó que “hay una unidad de subvención con la que tienes que pagar
sueldos y gastos generales y te falta plata (...) la Superintendencia
hace sus esfuerzos para que esto disminuya, pero se da porque el nivel
de restricción que tienen los otros recursos que entran, como la
Subvención Escolar Preferencial (SEP), no se pueden usar tampoco en
gastos generales. Todo esto provoca que tengas dinero para apoyo
extraordinario para los colegios, pero no tengas recursos para cancelar
los sueldos”.
De cara a que en el 2016 entre en vigencia la ley de Inclusión,
Ramírez señaló que “vamos a continuar la fiscalización. No para
sancionar a los colegios, sino que para resguardar el derecho a la
educación”.
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