REGIONAL VALPARAÍSO
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(Nacional)
UNA
CONTRIBUCION A LA CARRERA PROFESIONAL DOCENTE
El
Magisterio chileno esperaba con optimismo un Proyecto de Carrera
Docente, que ayudara a resolver las difíciles condiciones de
desempeño profesional, que, por años, aplastaba a las y los
profesores de Chile.
Como
Colegio de Profesores de Chile, le hicimos propuestas, construida
desde hace casi dos décadas, y sacadas de la experiencia cotidiana
del aula de miles y miles de docentes.
La
esperanza se transformó en frustración, amargura, decepción y
rabia.
¿Cuál
es la razón de nuestra rabia y de nuestra huelga, de nuestra
petición de retiro del proyecto?
1.-
Desprecio absoluto hacia nuestras propuestas educativo-pedagógicas,
no hubo nunca participación real.
El
proyecto no representa cambio estructural alguno del ejercicio
profesional docente.
Consolida
la política neoliberal, más agobio laboral, más práctica
individualista, más competencia entre pares, nada para el aula.
2.-
El proyecto descansa en el paradigma de que los profesores somos la
variable más importante en las mediciones estandarizadas de calidad.
Esto
no está probado, no descansa en investigación conocida. Los
rendimientos en SIMCE y PSU demuestran que los resultados se
relacionan con la condición socio-económica de los alumnos. Esto
si está evidenciado por diferentes investigadores
La
consecuencia de este paradigma es que en todo el proyecto impera la
teoría X , que significa administrar con la premisa “premio o
castigo”, teoría absolutamente obsoleta en la gran empresa, Hoy
debiera imperar la teoría de “la satisfacción por el logro”,
justamente lo quiere y necesita el Magisterio chileno y mundial.
Esta
desvalorización a los docentes demuestra, además, desconfianza y
acusación de culpabilidad a las Universidades formadoras de
pedagogos. Se permite continuar con la libertad para establecer
mallas curriculares a las instituciones formadoras de profesores.
3.-
Existen 2 fuerzas en tensión, en lo que respecta a las concepciones
de la profesión docente: ambas quieren “fortalecer la profesión
docente, pero por distintos caminos.
-
Profundizar la autonomía profesional, el carácter colaborativo y complejo de la tarea docente (colproch)
-
Uniformar los procesos formativos, acentuar el control externo de la profesión docente, vía evaluaciones recurrentes, potenciar una mirada individualista y competitiva de la práctica docente (mineduc)
El
proyecto de ley promueve un tipo de pedagogía basada en una visión
unilateral de los desafíos educativos, rompiendo la posibilidad de
acción común.
Al
estimular el individualismo y la competencia, el proyecto no
considera el intercambio de saberes y experiencias, y no potencia la
comunidad de aprendizajes ni la reflexión colectiva.
Además,
por precariedad salarial, induce a los docentes a esconder sus
materiales educativos y a no
compartir
las distintas miradas para acceder a la asignación asociada al
ascenso en cada tramo, empobreciendo la generación de mejores
aprendizajes en sus estudiantes.
Esta
pedagogía de la competencia, coloca al profesor y profesora mirando
hacia fuera del aula, hacia las exigencias del Sistema para rendir
ante parámetros globales y no hacia adentro, hacia la comunidad,
hacia el alumno.
Con
respecto a la evaluación del desempeño, que debiera orientarse al
aprendizaje integral de los docentes, en el proyecto deriva en una
certificación por tramo, sobre componentes separados:
Las
habilidades pedagógicas, por una parte, por medio del portafolio de
evaluación docente; y la prueba disciplinaria por otra.
Separación
artificial, que entiende el ejercicio pedagógico como un mero acto
técnico, reducido a metodologías sin contenido, como si lo que se
necesita es manejar saberes al margen de los alumnos, de sus
contextos e intereses, separados de la didáctica y de los fines
formativos que movilizan todas las clases
El
Mineduc muestra, en este proyecto, que no maneja los códigos
profundos de la Pedagogía. Sólo se instala desde una cultura
tecnocrática, de enfoque ingenieril, basado en el control y la
rendición de cuentas.
La
Sociedad de hoy, en crisis, basada en el exitismo, el individualismo,
el consumismo y la discriminación, necesita una pedagogía que se
libere de la enseñanza para el rendimiento académico estandarizado,
del conocimiento por el conocimiento y del entrenamiento de
habilidades mecanizadas y fragmentadas.
Debieran
imperar las lógicas inclusivas, democratizadoras y pertinentes.
Escuela
y Liceo como intercambio cultural, para ampliar las visiones del
mundo, el desarrollo de la integralidad humana.
Esto
sólo se logra con una pedagogía como relación social formativa y
humanizadora.
En
resumen: la Carrera Profesional Docente es muy trascendente e
importante para el futuro de la pedagogía y de la educación.
Por
eso nuestra acción gremial; nuestra rebeldía a imposiciones
conservadoras, neoliberales y prepotentes.
No
se trata de una o más indicaciones, se trata de la esencia, de la
filosofía, del espíritu y de los objetivos ideológicos de este
proyecto, se trata del carácter de la profesión docente, del rol
del profesor, del tipo de ser humano que Chile requiere.
No
es tema de dineros más o menos. No se trata de que el Magisterio no
se quiera evaluar.
Los
medios de comunicación y el poder del gobierno y el sistema quieren
desvirtuar nuestro rechazo a este proyecto.
Ya
sabemos que el Ministro Ingeniero no quiere acceder a la elaboración
de otro proyecto, progresista y necesario.
Muchos
millones de dólares y la necesaria educación pública pueden tener
resultados no deseados.
Quisiéramos
saber, si para el desenlace imperará la disciplina de Gobierno y
partidaria o si triunfará la consecuencia con las concepciones
ideológicas y políticas de que un nuevo paradigma, progresista y al
servicio de una Educación Pública es posible y necesaria para
Chile.
El
Gobierno y el Parlamento tienen la palabra.
ALFONSO
GODOY QUEZADA
Presidente
Regional Valparaíso
Colegio
de Profesores de Chile,A.G.
Valparaíso,
junio 16 de 2015.-
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