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Una Carrera No Docente

A casi 40 años del inicio de la contra revolución neoliberal, este embrión concebido como fruto de la relación entre militares y herederos de la tradición nuevamente está mostrando su capacidad de adaptación y aprecio por lo público. El modelo ya consagrado y entronizado en el mundo privado, sigue extendiendo sus tentáculos hacia lo poco y nada que nos queda del aparato estatal.

 Si en los ochentas fueron las industrias, el transporte y  la previsión, hoy la motivación es expropiar al Estado del mínimo grado de responsabilidad que aún tiene como garante de acceso a la salud y educación por mencionar un par ejemplos. Día a día vemos como derechos sociales fundamentales se privatizan y pasan a ser regidos y regulados por el mercado. La oferta y la demanda, marcan la diferencia entre lo bueno y lo malo, por tanto nos dicen que elegir, todo lo anterior tiene sentido cuando buscamos algún producto que nos permite y promete “mejorar” nuestra calidad de vida, pero tendrá sentido al momento de diseñar un proyecto que busca fomentar el Desarrollo de los Profesores en Chile, sinceramente creo que no.

 Hace unos días conocimos el proyecto de Carrera Docente que el actual Gobierno diseño e intenta implementar en los próximos meses. Honestamente el optimismo reinaba, las conversaciones entre el Ministerio de Educación y los Profesores parecían avanzar (al menos eso nos decían), las tentadoras cifras de dinero que podría ganar un Profesor o Profesora pasaron a encabezar los titulares de los periódicos, la histórica demanda del profesorado de mejorar las condiciones de trabajo por fin se encausaba.

 Sin embargo, la realidad lamentablemente deja mucho que desear, la arremetida comunicacional del gobierno ha sido enorme y logrando que la sociedad en su conjunto legitime el actual el proyecto, sin ir más personajes políticamente distantes como Camila Vallejos y Andrés Allamand encuentran que la propuesta es satisfactoria.

  Por otro lado políticos de poco fuste organizan reuniones con padres y apoderados para ofrecer y vender este nuevo producto como verdaderos mercachifles de sueños inconclusos, al parecer los convencen y les dicen que ante cualquier intento de organización de los Profesores y Profesoras, la Superintendencia de Educación es la solución más practica a sus problemas, porque atacando el bolsillo del Profes@r lo asustan y se desmovilizan.

 Sin embargo muchos no saben que el Proyecto de Carrera Docente que acaba de presentar el gobierno de la Nueva Mayoría busca promover la competencia entre los Profes@res y no la colaboración, no garantiza el perfeccionamiento continuo de los docentes, no compromete al Estado en la formación de los futuros maestros, no garantiza pensiones dignas, así como también termina por sepultar al Estatuto Docente agregando nuevas causales de despido a nuestra profesión.

 Lo que se intenta hacer con los Docentes de Chile es un experimento que probablemente en el futuro se replicará en otras reparticiones públicas, donde las certificaciones, evaluaciones y continuas pruebas tendrán más importancia que la formación profesional y universitaria generando climas laborales en los cuales el agobio, la competencia y el aspiracionismo darán el fin de una vez por toda a la profesión formadora y constructora de sociedad, me refiero al ser Profesor.

Por Anibal Navarrete C.

Published on mayo 18th, 2015 | by admin0

Una Carrera No Docente

A casi 40 años del inicio de la contra revolución neoliberal, este embrión concebido como fruto de la relación entre militares y herederos de la tradición nuevamente está mostrando su capacidad de adaptación y aprecio por lo público. El modelo ya consagrado y entronizado en el mundo privado, sigue extendiendo sus tentáculos hacia lo poco y nada que nos queda del aparato estatal.

Si en los ochentas fueron las industrias, el transporte y la previsión, hoy la motivación es expropiar al Estado del mínimo grado de responsabilidad que aún tiene como garante de acceso a la salud y educación por mencionar un par ejemplos. Día a día vemos como derechos sociales fundamentales se privatizan y pasan a ser regidos y regulados por el mercado. La oferta y la demanda, marcan la diferencia entre lo bueno y lo malo, por tanto nos dicen que elegir, todo lo anterior tiene sentido cuando buscamos algún producto que nos permite y promete “mejorar” nuestra calidad de vida, pero tendrá sentido al momento de diseñar un proyecto que busca fomentar el Desarrollo de los Profesores en Chile, sinceramente creo que no.

Hace unos días conocimos el proyecto de Carrera Docente que el actual Gobierno diseño e intenta implementar en los próximos meses. Honestamente el optimismo reinaba, las conversaciones entre el Ministerio de Educación y los Profesores parecían avanzar (al menos eso nos decían), las tentadoras cifras de dinero que podría ganar un Profesor o Profesora pasaron a encabezar los titulares de los periódicos, la histórica demanda del profesorado de mejorar las condiciones de trabajo por fin se encausaba.

Sin embargo, la realidad lamentablemente deja mucho que desear, la arremetida comunicacional del gobierno ha sido enorme y logrando que la sociedad en su conjunto legitime el actual el proyecto, sin ir más personajes políticamente distantes como Camila Vallejos y Andrés Allamand encuentran que la propuesta es satisfactoria.

Por otro lado políticos de poco fuste organizan reuniones con padres y apoderados para ofrecer y vender este nuevo producto como verdaderos mercachifles de sueños inconclusos, al parecer los convencen y les dicen que ante cualquier intento de organización de los Profesores y Profesoras, la Superintendencia de Educación es la solución más practica a sus problemas, porque atacando el bolsillo del Profes@r lo asustan y se desmovilizan.

Sin embargo muchos no saben que el Proyecto de Carrera Docente que acaba de presentar el gobierno de la Nueva Mayoría busca promover la competencia entre los Profes@res y no la colaboración, no garantiza el perfeccionamiento continuo de los docentes, no compromete al Estado en la formación de los futuros maestros, no garantiza pensiones dignas, así como también termina por sepultar al Estatuto Docente agregando nuevas causales de despido a nuestra profesión.

Lo que se intenta hacer con los Docentes de Chile es un experimento que probablemente en el futuro se replicará en otras reparticiones públicas, donde las certificaciones, evaluaciones y continuas pruebas tendrán más importancia que la formación profesional y universitaria generando climas laborales en los cuales el agobio, la competencia y el aspiracionismo darán el fin de una vez por toda a la profesión formadora y constructora de sociedad, me refiero al ser Profesor.

Por Anibal Navarrete C.