A días del cambio de mando, se inician los balances del
gobierno del Presidente Sebastián Piñera que termina. Uno de los temas
de preocupación social y a los que se tuvieron que enfrentar los poderes
del Estado fue la Educación. En consecuencia, profesores, legisladores y
organizaciones, sacan cuentas de los últimos cuatro años sobre la
materia.
Financiamiento, acceso y calidad en la educación, fueron gritos
frecuentes en las calles de Chile. Estudiantes, apoderados, profesores y
organizaciones sociales, salieron a exigir educación gratuita y de
calidad.
Era el 2011, a mediados del gobierno del Presidente Sebastián Piñera,
cuando se vivió la “Gran Movilización por la Educación”, que mantuvo
paralizados a distintos planteles educacionales a nivel nacional.
Denuncias de lucro a universidades privadas, cuestionamiento a los
procesos de acreditación y cirticas a los procesos de fiscalización
llevados desde el ministerio, fueron otros de los problemas que
Sebastián Piñera debió enfrentar en una cartera encabezada por cuatro
ministros, en cuatro años.
Por ello, y al hacer un balance de la gestión en educación, distintas
son las valoraciones. El presidente del Colegio de Profesores, Jaime
Gajardo, desestimó el desempeño del Ejecutivo, asegurando que se ha
profundizado la educación de mercado y retrocedido en el diálogo social,
lo que a su juicio, ha traído como consecuencia la agudización de la
segmentación del sistema educativo chileno.
En este sentido, el líder del Magisterio indicó que “el modelo de
educación de mercado se instaló con más fuerza, se ha llevado a su
maxima expresión y a pesar del gran movimiento estudiantil y del
planteamiento de muchos sectores, sobre todo los vínculados a la
educación, no hubo oídos hacia ellos y se continuó con esta política. Si
bien es cierto que se mandó un proyecto de desmunicipalización y
después otro de Carrera Docente, estos en el fondo estaban en la línea
de la educación de mercado, no recogía las demandas y planteamientos del
movimiento social por la educación”.
Respecto de las necesidades para los propios integrantes del
Magisterio, el profesor apunto al bono de retiro para jubilados,
educadores a contrata, descongelamiento del ingreso mínimo docente,
carrera profesional docente, entre otros.
En tanto, el diputado demócrata cristiano, Mario Venegas, coincide
con Gajardo en que se ha mantenido la educación entendida como bien de
consumo, sin avanzar en la dirección de los reclamos de las mayorías.
En esa línea el parlamentario señaló que “con consecuencia más bien
se fue institucionalizando, haciendo algunos gestos, creo que uno no
puede dejar de reconocer que por ejemplo ahora ha bajado la tasa del
Crédito con Aval del Estado (CAE) desde un 6% en promedio a 2% que
corresponde al Fondo Solidario, me parece un avance importante, pero no
hemos cambiado en los sustantivo la estructura del sistema”.
A su vez, el parlamentario criticó el proyecto de la Superintendencia
de Educación puesto que no garantizaba la fe pública y el cumplimiento
estatal de fiscalizar el uso adecuado de los recursos de todos los
chilenos, indicó.
Opinión divergente presentó Constanza Hube, investigadora del
programa legislativo del Centro de Estudios Libertad y Desarrollo (LyD),
quien apostó a que uno de cada cinco pesos del presupuesto nacional fue
destinado a educación bajo el gobierno de la Alianza, dando respuesta a
la urgencia de las familias.
Por esto, la especialista en temas educacionales puntualizó que “el
movimiento estudiantil merece que nos saquemos el sombrero por ellos,
porque lograron instalar la educación como la principal preocupación,
creo que eso es un tremendo triunfo del movimiento estudiantil, pero no
creo que hayan logrado capitalizarlo, lo bien que podrían haberlo
capitalizado, y eso tuvo que ver con que no solo se plantearan
propuestas serias que sí se plantearon, sino que también mucho eslogan.
En ese contexto yo me imagino que para el movimiento estudiantil no se
cumplieron las expectativas, pero sí creo que se lograron muchos avances
en esa línea. En que la principal preocupación que tenían las familias
en 2011, y la razón por la cual ellos también salieron a la calle”.
La investigadora saca cuentas alegres de estos cuatro años
transcurridos con una reconstrucción cercana al 97 por ciento de
cumplimiento, aumento de subvención para kínder y su obligatoriedad, 400
mil becas para el 2014 y levantamiento de liceos bicentenarios.
No obstante, la investigadora reconoce el desafío del presente: la
reforma al estatuto docente, un proyecto que nunca fue sacado adelante
por el lobby desde Colegio de Profesores en el Congreso, expresó.
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