El libelo
patrocinado por el abogado Tarek Leoz imputa a Gabriel Lasen Villalón el
haber grabado y difundido las imágenes en 2007, pese a que la víctima
le rogó que las borrara: “(Sin embargo) el demandado se niega y persiste
en la difusión intencionada a estudiantes y transeúntes, señalándola
como la chica ‘wena naty’, con el fin de burlarse y hacer morbo”,
escribió. Los padres de Lasen Villalón respondieron que su hijo grabó,
que le pasó el video a su compañero y que ése era “su único pecado”.
Además responsabilizaron a la afectada y su familia: “A quien habría que
recriminar es a sus propios padres por haberle permitido adquirir este
tipo de hábitos”. Leoz contraatacó señalando que Lasen Villalón tuvo “un
actuar desleal con su compañera de curso”.
Una suma de 365 millones de pesos como indemnización, es lo que pide
la joven que fue filmada en un acto de connotación sexual, cuando tenía
14 años, cuyo video circuló en la internet como el “wena Naty”. Así
consta en la demanda de perjuicios incoada en el Segundo Juzgado Civil
de Santiago, presentada en contra de su ex compañero de colegio y autor
de la filmación, Gabriel Lasen Villalón, hoy de 22 años.
La acción legal que se tramita desde mediados de 2012 es patrocinada
por el abogado Tarek Leoz, de acuerdo a los antecedentes obtenidos por
The Clinic Online.
Según el expediente, los hechos ocurrieron el 18 de agosto de 2007:
“Después de asistir al liceo nuestra representada concurrió con un grupo
de jóvenes, cuya identidad no recuerda, al sector parque Tobalaba a la
altura de calle Echeñique, comuna de La Reina, con el fin de carretear…
hubo consumo de tabaco, marihuana y alcohol. Éstos la instaron a
participar de dicho consumo. Cabe destacar que Natalia era la única
mujer presente”.
Burlas y morbo
Su abogado explicó que Lasen Villalón grabó sin autorización de la
joven y que luego difundió las imágenes “de manera consciente y dolosa” y
se “preocupó de divulgarla de celular en celular a todo su círculo de
amistades y a toda la comunidad educativa del colegio La Salle”. La
afectada le rogó a Lasen Villalón que borrara el registro temiendo que
se filtrara.
“(Sin embargo) el demandado se niega y persiste en la difusión
intencionada a estudiantes y transeúntes señalándola como la chica “wena
naty”, con el fin de burlarse y hacer morbo”, señala la acción
judicial.
Tarek Leoz no sólo dirigió la demanda en contra del Lasen Villalón,
sino además incluyó a sus padres, a quienes les imputa una conducta que
no fue acorde a la situación que provocó su hijo: “Respecto a los padres
del demandado, éstos en todo momento tuvieron conocimiento de la
situación absteniéndose de denunciar o en última instancia de increpar,
disciplinar e impedir la difusión del mencionado video”.
Culpa de la víctima
Los padres de Lasen Villalón contestaron la demanda. En ella
insistieron que la única responsabilidad de su hijo fue grabar la escena
y pasársela a un amigo. De lo que pasó después, aseguran, no pueden
responder, ya que a su juicio fue el “morbo” de los medios los que
agrandaron el hecho.
“Los acontecimientos posteriores y en los que se funda la demanda,
toda vez que al momento de grabar todos eran seres anónimos realizando
una actividad sexual como los miles de videos que circulan en la red”,
escribió su abogado Gonzalo Flores Calfullán.
Además atribuyen la conducta de Lasen Villalón a la
curiosidad propia de la juventud: “Nos imaginamos que el hecho a que se
vio enfrentado (ver una actividad sexual explícita en una plaza pública)
lo descolocó como a cualquier ser humano y la curiosidad innata de un
menor lo llevó a registrar la escena. Ese es todo su pecado”.
No es todo. También aseveran que los padres eran los encargados de
controlar y contener a la joven para evitar que se produjera un hecho de
esas características: “Al realizar actividades sexuales en una
plaza pública junto a varios compañeros que participaron de la misma, no
pudo menos que representarse la posibilidad de que fuese vista o
grabada. Lo mismo hubiera sucedido si esta actividad hubiese sido
sorprendida por Carabineros o el director del establecimiento,
apoderados, en fin. A quien habría que recriminar es a sus propios
padres por haberle permitido adquirir este tipo de hábitos”.
El abogado de la afectada, Tarek Leoz, en otra presentación, estimó
que la grabación y los hechos en los que se vio envuelto Lasen Villalón,
“no pueden si no ser imputados al actuar desleal con su compañera de
colegio”.
Recurso judicial
La demanda que mantiene la afectada en la justicia civil se suma al
recurso de protección que presentó hace unos días en la Corte de
Apelaciones de Santiago, en contra la Fundación Santiago a Mil.
En el libelo, la joven sostiene que la obra de teatro “Sentimientos”
-que se estrena el próximo 16-, está basada íntegramente en la historia
en la que se vio inmersa. Por ello pidió detener su exhibición, ya que
viola sus derechos constitucionales y su estabilidad emocional.
Asegura que desde la difusión de las imágenes ha sufrido un verdadero
“calvario”, tanto en un instituto para terminar su enseñanza media,
como en la universidad, ya que sus datos personales, como también el
puntaje de postulación a la educación superior llegaron a la red,
debiendo ser tratada por un sicólogo.
Al respecto la joven escribió: “En la universidad se enteran de esto,
siendo observada tanto por mis compañeros como profesores, acosada y
bombardeada con preguntas que no tenía ganas de responder. Por esto
tengo una baja en mi desempeño académico”, insiste.
Actualmente la demanda civil se encuentra en el llamado “período
probatorio” y la familia de Lasen Villalón ha rechazado cualquier tipo
de conciliación. En tanto, la vista del recurso de protección aún está
pendiente, ya que Carmen Romero, la jefa de la Fundación Santiago a Mil,
debe enviar un informe de respuesta a la imputación hecha por la joven
en contra de la organización.